“[...] el capital privado extranjero no se mueve por generosidad, no se mueve por un acto de noble caridad, no se mueve, ni se moviliza, por el deseo de ayudar a los pueblos [...]”.
“[...] el capital privado extranjero no se mueve por generosidad, no se mueve por un acto de noble caridad, no se mueve, ni se moviliza, por el deseo de ayudar a los pueblos [...]”.