El Che nos sigue naciendo
Fecha:
28/05/2003
Fuente:
Juventud Rebelde
El Che surgía por entre la eufórica multitud que, desafiando el frío, desprendía calor de pueblo y de juventud. La presencia de Fidel en la Universidad de Buenos Aires, que era decir la del Che, había creado el más descomunal caos de estos días. El Aula Magna de la Facultad de Derecho, habilitada para unos 1 000 invitados, tenía tres veces esa cantidad. Las áreas exteriores estaban abarrotadas. No quedó más remedio que convertir la esperada conferencia del Comandante en un gran acto de masas en la escalinata de acceso a la Facultad.
Amigos y enemigos no salen del asombro. Los medios de comunicación, que hasta ayer mismo alimentaron la vasta campaña mediática contra Cuba por los recientes acontecimientos en nuestro país, han tenido que ceder a la fuerza de la verdad. Cuarenta años de infundios sobre la Revolución y Fidel no confundieron a un pueblo numeroso que en estos días ha vitoreado a nuestro líder y le ha pedido que siga en la pelea.
Cuatro décadas de bochornosas falsedades e injurias no han acallado al Che: ni la represión de los dictadores, ni las fobias de las "democracias". Estaba allí, 75 años después de su nacimiento, ese "ser humano extraordinario, de gran inteligencia y cultura, con un enorme sentido de solidaridad", diciendo junto con Fidel que "las ideas pueden más que las armas"; que su vida segada por una pistola asesina en la escuelita de La Higuera se multiplicó en las ideas enarboladas por su pueblo (el cubano) y los sueños y esperanzas de su pueblo (el argentino).
Este lunes en la noche, entre los cantos y la oscuridad, en aquella multitud enardecida, que escuchó respetuosa y atenta al líder de la Revolución Cubana, vi al Che reivindicado en su patria de nacimiento, y sentí una vez más el orgullo de ser compatriota de dos de los hombres más universales, luchadores y honestos de los últimos 50 años.
Buenos Aires se rindió ante Fidel. Cuba se sintió más cerca aún de la Argentina. El Che siguió naciendo para combatir en los nuevos tiempos.
Amigos y enemigos no salen del asombro. Los medios de comunicación, que hasta ayer mismo alimentaron la vasta campaña mediática contra Cuba por los recientes acontecimientos en nuestro país, han tenido que ceder a la fuerza de la verdad. Cuarenta años de infundios sobre la Revolución y Fidel no confundieron a un pueblo numeroso que en estos días ha vitoreado a nuestro líder y le ha pedido que siga en la pelea.
Cuatro décadas de bochornosas falsedades e injurias no han acallado al Che: ni la represión de los dictadores, ni las fobias de las "democracias". Estaba allí, 75 años después de su nacimiento, ese "ser humano extraordinario, de gran inteligencia y cultura, con un enorme sentido de solidaridad", diciendo junto con Fidel que "las ideas pueden más que las armas"; que su vida segada por una pistola asesina en la escuelita de La Higuera se multiplicó en las ideas enarboladas por su pueblo (el cubano) y los sueños y esperanzas de su pueblo (el argentino).
Este lunes en la noche, entre los cantos y la oscuridad, en aquella multitud enardecida, que escuchó respetuosa y atenta al líder de la Revolución Cubana, vi al Che reivindicado en su patria de nacimiento, y sentí una vez más el orgullo de ser compatriota de dos de los hombres más universales, luchadores y honestos de los últimos 50 años.
Buenos Aires se rindió ante Fidel. Cuba se sintió más cerca aún de la Argentina. El Che siguió naciendo para combatir en los nuevos tiempos.