Resplandeció su oratoria  
y ante la injusta prisión  
forjó una revolución  
y fue absuelto por la historia.
 
Fue una guerra necesaria  
Contra el fuego, cual sinsontes
refugiados en el monte  
de alma revolucionaria.
 
Ese ejército imponente
hizo la revolución.
Se consolidó en Girón
Y aún hoy está presente.
 
Su promesa la cumplió
mi barbudo comandante