Velázquez, Pedro Jorge

Patria o Muerte

Martí ha sido traicionado. No hay tiempo para amilanarse ante esos que pretenden pisotearnos la patria con una canción. ¿Cuánto olvido cabe en el adiós? ¿Cuánto odio cabe en las arterias de Miami? Esos que se olvidan de nosotros, se olvidan de los jóvenes que cantamos con ellos, se olvidan de su pueblo, se olvidan de su patria, se olvidan de Martí.

Patria o Muerte

Martí ha sido traicionado. No hay tiempo para amilanarse ante esos que pretenden pisotearnos la patria con una canción. ¿Cuánto olvido cabe en el adiós? ¿Cuánto odio cabe en las arterias de Miami? Esos que se olvidan de nosotros, se olvidan de los jóvenes que cantamos con ellos, se olvidan de su pueblo, se olvidan de su patria, se olvidan de Martí.

Siempre que se hace una historia...

La primera vez que escuché hablar del 26 de Julio era apenas un vejigo, como decía mi abuela. Aquello para mí sonaba raro: Mon-ca-da (así tenía que aprender a dividirlo en sílabas). Unos tiros: parapapá, se veían en la pared de ese cuartel amarillo que podía ver en la foto del libro de lectura de 1er. grado. La maestra, Zenia, explicaba. Yo miraba el libro, la miraba a ella, pero me distraía la foto. Lo que no sabía es que eso que estaba en la foto ya no era un cuartel, sino una escuela como la mía.