Citas

“Difícil es poder arrancarse de la mente la imagen que nos evoca este crimen.  Y nos evoca las libretas que se quedaron abiertas, las lecciones inconclusas, las palabras y las letras que no terminó de enseñar este maestro; y cuando pienso en un maestro enseñando en los campos a los niños, y llevándoles su índice por encima de las letras, enseñándolos a pensar y enseñándolos a ver, y pensamos en el espectáculo de aquel maestro suspendido en una soga; cuando pensamos en una escuela, cuando nos viene a la mente la idea de una escuela, y la idea de aquel joven de 18 años, humilde y maestro, arrancado de su escuela para ser colgado de un árbol, no podemos menos que sentir la más profunda indignación ante un hecho que por lo bárbaro y lo incivilizado, no puede menos que impresionarnos profundamente. […]”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en el Acto de Graduación de los Maestros Voluntarios, efectuado en el teatro de la CTC Revolucionaria, el 23 de enero de 1961.
“Y le correspondió ese duro pero heroico fin precisamente a un maestro voluntario del grupo anterior, un maestro jovencito, que enseñaba cerca de Sancti Spíritus a 44 niños campesinos y a un número igualmente considerable de adultos; un maestro de los que, como ustedes, pasó por los campamentos de las montañas; un maestro de los que, como ustedes, acudió al llamado de enseñar a los niños del campo; un maestro de los que, como ustedes, pasó los días de lluvia y las noches de frío; un maestro de los que, como ustedes, pasó por todas las privaciones de las montañas en el noble afán de enseñar; un maestro humilde, un joven de solo 18 años. […]”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en el Acto de Graduación de los Maestros Voluntarios, efectuado en el teatro de la CTC Revolucionaria, el 23 de enero de 1961.
“[…] Limpiabotas primero, panadero después, y que, por la noche, estudiaba; y, en el estudio, continuaba su fatigosa tarea de todos los días. Un joven de Matanzas, estudiante de bachillerato ya, gracias a su esfuerzo; que marchó a la Sierra, estudió, se graduó, vivió como ustedes momentos de júbilo, momentos de optimismo.  Fue enviado a la zona montañosa de Las Villas, a enseñar.  Abrió su escuela, educó durante varios meses, enseñó las primeras letras a numerosos niños y a adultos... […]”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en el Acto de Graduación de los Maestros Voluntarios, efectuado en el teatro de la CTC Revolucionaria, el 23 de enero de 1961.
“Duro es tener que consignar este crimen en el día de hoy, pero ese maestro, que murió cruelmente asesinado, no será como una luz que se apague, será como una llama de patriotismo que se enciende.  ¡Ese maestro después de muerto seguirá siendo maestro!; ¡ese joven asesinado seguirá siendo eternamente joven!; […]”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en el Acto de Graduación de los Maestros Voluntarios, efectuado en el teatro de la CTC Revolucionaria, el 23 de enero de 1961.
“[…] ¡ese hombre del pueblo, humilde, y negro, de los que han padecido el hambre y la discriminación, y que reaccionó queriendo ser maestro, reaccionó queriendo enseñar, ese obrero, que trabajaba por el día y estudiaba por la noche, quedará como símbolo imborrable y como ejemplo de nuestro pueblo, como héroe que murió cumpliendo el deber, como maestro que estaba allí enseñando desde antes del día de reyes, como revolucionario que supo cumplir, que fue con sus libros a enseñar sin importarle el riesgo, ese maestro será como un símbolo, ese maestro será como un héroe al que su pueblo no olvidará!; […]”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en el Acto de Graduación de los Maestros Voluntarios, efectuado en el teatro de la CTC Revolucionaria, el 23 de enero de 1961.
“Qué vergüenza para el imperialismo que trató de ahogar en sangre esta noble cruzada de nuestro pueblo! ¡Qué vergüenza para el imperialismo que en medio de la cruzada nos atacó! ¡Qué vergüenza para el imperialismo, cuyos esbirros a sueldo asesinaron maestros, asesinaron brigadistas "Conrado Benítez" y asesinaron brigadistas obreros "Patria o Muerte! ¡Qué vergüenza para el imperialismo que, sobre la mancha de sangre que constituyó el crimen de Conrado Benítez, sobre la mancha eternamente ignominiosa de sangre y de cobardía que constituyó el asesinato de Manuel Ascunce, sobre la mancha eternamente aborrecible del asesinato del obrero que se fue a enseñar a los campesinos, Delfín Sen Cedré; qué vergüenza para el imperialismo comprobar que el crimen fue inútil, comprobar que el asesinato de un maestro humilde de nuestro pueblo, Conrado Benítez, se convirtió en 100 000 brigadistas "Conrado Benítez"!”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la concentración celebrada en la Plaza de la Revolución José Martí, para proclamar a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo, el 22 de diciembre de 1961.
“Sirva de ejemplo imperecedero este hecho repugnante.  ¿Quién era este joven?  Era, sencillamente, un hombre humilde del pueblo, limpiabotas, panadero, estudiante de las escuelas nocturnas, porque de día trabajaba; no era el hijo de un terrateniente, no era el hijo de un industrial, no era el hijo de un gran comerciante; este joven no iba a Miami, este joven no iba a París, este joven no tenía Cadillacs; era un hombre joven de 18 años que solo conocía del sudor honrado, que solo conocía de la pobreza, que solo conocía del sacrificio; era un joven humilde, y un joven negro, por lo cual conoció también de la discriminación cruel e injusta; era pobre, era negro y era maestro.[…]”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en el Acto de Graduación de los Maestros Voluntarios, efectuado en el teatro de la CTC Revolucionaria, el 23 de enero de 1961.