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Informe Central presentado al III Congreso del Partido Comunista (1986)

INTRODUCCIÓN 

Distinguidos invitados; 

Queridos delegados: 

Cumplo gustosamente, en primer término, el deber elemental de saludar con calor y gratitud a las delegaciones invitadas que nos honran con su fraternal presencia en este Tercer Congreso. A ellas y a nuestros delegados les pedimos excusas si nuestro informe no resulta ser todo lo breve que habríamos deseado.

Nos hemos esforzado por recoger en apretada síntesis los aspectos y las ideas esenciales en relación con los temas que se abordan. 

Tomando en cuenta, incluso, que en este Congreso se discutirán los lineamientos económicos correspondientes al próximo quinquenio y el Proyecto de Programa del Partido, que será sometido posteriormente al análisis de la militancia y de todo el pueblo, hemos optado por no incluir muchos datos, ideas y conceptos contenidos en esos documentos. 

Nadie se impaciente si en determinado momento, a grandes rasgos y en forma consecutiva, enumero los éxitos más sobresalientes alcanzados desde el último Congreso. No faltarán tampoco los señalamientos críticos a su debido tiempo, ni las ideas sobre lo que debemos combatir y vencer resueltamente. 

Cada congreso debe ser un recuento alentador de lo que se ha hecho, una crítica enérgica de lo que se ha dejado de hacer y una proyección optimista y resuelta hacia el futuro, confiados en nuestra fuerza revolucionaria, nuestra moral de lucha y las inmensas posibilidades del socialismo. No albergamos temor a señalar nuestras deficiencias, pero tampoco a expresar los grandes éxitos de nuestra Revolución y nuestra profunda y sólida confianza en el porvenir. 

EL DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL 

Economía global 

El quinquenio transcurrido desde el Segundo Congreso del Partido fue, sin duda, fecundo en el trabajo creador de nuestro pueblo y en los avances de la Revolución. Tal vez de los más fecundos y exitosos. 

El producto social global creció a un ritmo promedio de 7,3%, muy por encima del 5% previsto para el mismo, correspondiendo a la producción industrial una tasa del 8,8%. 

Las inversiones en el sector estatal civil, a precios corrientes, ascendieron en el quinquenio a 17 880 millones de pesos, 34,2% más que en el período 1976-1980. A la industria se destinó el 36,2%; a la agricultura, el 23,3%; al transporte, el 11,8%. En estos tres sectores, se concentró el 71,3% de las inversiones. 

La productividad del trabajo creció en el quinquenio a un ritmo del 5,2% anual. El 74% del incremento de la producción se debió a este factor. 

El consumo material por peso de producción disminuyó de 42,5 centavos en 1981 a 40,6 centavos en 1985, y el gasto de energía por peso de producción se redujo un 25% entre 1980 y 1985, lo que refleja un avance considerable en ese índice. 

El consumo personal creció a un ritmo de 2,8% anual y el consumo social lo hizo en el 7,1%. El salario medio mensual creció un 26,4% en el quinquenio. 

El consumo diario de calorías ascendió a 2 900 calorías per cápita y el de proteínas a 78 gramos. 

En 1985 había ya por cada 100 hogares electrificados, 50 refrigeradores, 91 televisores, 152 radiorreceptores, 59 lavadoras y 69 ventiladores. 

La venta a la población de materiales para la construcción y el mantenimiento de las viviendas, crecieron en más del 70%. 

Los datos enumerados en relación con la esfera material, son de carácter global. Nos parece conveniente referirnos a ciertos índices ramales que por su importancia no se deben omitir. 

Sector azucarero 

La producción azucarera aumentó en el quinquenio un 12,2% respecto al período anterior, alcanzándose producciones estables de alrededor de 
8 000 000 de toneladas anuales. Es conocido que en 1986, con motivo de las intensas sequías del pasado año y los graves daños del huracán Kate, infortunadamente esta cifra quedará muy por debajo. 

La capacidad industrial de molida diaria se incrementó en más de 5 000 000 de  arrobas. El gasto de petróleo en la producción de crudo se eliminó totalmente, lo que significó un ahorro de 1 709 000 toneladas en el período. 

La industria mecánica del sector azucarero duplicó su producción en el quinquenio. Junto a la edificación de nuevos centrales con proyectos y gran parte de los equipos elaborados en Cuba, se ampliaron y modernizaron 38 de los ingenios existentes. 

Fueron construidos 239 centros de acopio y limpieza de caña adicionales. Con esto y la mecanización del corte, que se elevó al 62%, el número de macheteros, que en 1970, hace apenas 16 años, ascendía a 350 000, se redujo a solo 72 000 en 1985; lo que a su vez implicó una reducción deI 48% en relación con la zafra no tan lejana de 1980. Lo que constituía un simple sueño en los primeros años de la Revolución, era ya una realidad en nuestro país. 

Todos los centrales azucareros pasaron a convertirse en complejos agroindustriales. Muchos miles de ingenieros y técnicos de nivel superior y medio, pasaron a esta rama. En beneficio de sus trabajadores industriales, se creó la cuarta brigada, y se introdujo un coeficiente salarial del 15% adicional y otras medidas de beneficio económico y social para todos los trabajadores del sector azucarero, que genera nuestro principal renglón de exportación. 

Sector agropecuario 

La producción agropecuaria no cañera creció a ritmo promedio anual de 3,8%. 

El número total de tractores se incrementó en un 10%, mientras la potencia promedio de los mismos creció en un 42%. La superficie bajo riego aumentó en 100 000 hectáreas, alcanzando la cifra de 500 000 en este sector de la agricultura. 

Fueron desbrozadas 600 000 hectáreas de tierra para destinarlas a pastos y otros cultivos. La producción de leche creció 21%, la de huevos aumentó 23%, la de carne de ave 30% y la de cerdo en pie 33%. 

Las producciones de miel y cera de abeja crecieron 39% y 51%, respectivamente. 

El volumen de pienso producido superó en 23% el nivel del quinquenio anterior. 

La producción de viandas aumentó en el período 29,2% y la de hortalizas 48,6%. La de cítricos, en constante crecimiento, duplicó lo producido en el período precedente. 

El arroz, cosechado en una superficie inferior, se incrementó, no obstante, en un 14%, pues el rendimiento creció de 875 quintales por caballería a 1 012; es decir, de 3,0 toneladas por hectárea a 3,5. 

La de tabaco creció 24%; la de kenaf, 21%; la de café y cacao, 16% y 27%, respectivamente. 

La silvicultura no quedó atrás, su producción creció 11,3%. La siembra de árboles casi duplicó el volumen del período anterior, llegándose a plantar las cifras más altas de posturas en toda nuestra historia: 602 millones en cinco años. 

Industria básica 

La generación total de electricidad creció a una tasa promedio anual de 4,3%, índice que por ser precisamente bajo demuestra el esfuerzo realizado en el ahorro. Baste señalar que en 1985, a pesar de un crecimiento del producto social global de casi 5% y de un mayor número de consumidores familiares, no creció la generación de electricidad. En cambio, la capacidad de la industria eléctrica instalada creció un 25 % durante el período, y la actual capacidad de generación eléctrica del país es ya siete veces la existente al triunfo de la Revolución. 

Se redujo el consumo específico de combustible de 275,3 gramos por kilowatt-hora en 1980 a 260,0 en 1985, lográndose con estas reducciones en gramos de petróleo, al parecer pequeñas, un ahorro de 460 000 toneladas. 

Cerca de 360 000 viviendas adicionales recibieron electricidad del sistema nacional, alcanzando ya el país un 85% del total de sus viviendas electrificadas. 

El trabajo de perforación de pozos de exploración y producción de petróleo creció en un 33%, y se extrajo el doble de petróleo que en el quinquenio anterior. El conocimiento geológico del territorio alcanza ya el 32% de la superficie total del país. 

Creció la producción de fertilizantes completos 18%, mientras en nitrogenados superó en un 56% la del período anterior, con la remodelación de la planta de Cienfuegos. La producción de envases de vidrio creció 18%, la de acero 11,7% y la planta de Antillana alcanzó, en 1985, 401 000 toneladas de acero para la construcción, cifra récord y verdadera proeza laboral para una fábrica en pleno proceso de ampliación. 

Industrias sideromecánica y electrónica 

La construcción de maquinarias mantuvo un crecimiento sostenido al elevado ritmo anual de 16% aproximadamente. 

La fábrica de combinadas de caña de Holguín, produjo un Iote experimental del nuevo modelo KTP-2, más potente y eficiente, cuya fabricación en serie comenzara en 1986. 

Se continuaron desarrollando las producciones de equipos automotores y la de carros de carga por ferrocarril, y comenzó la de coches ferroviarios para pasajeros. 

La producción de componentes electrónicos se inició a finales del quinquenio, con la puesta en marcha de la fábrica de semiconductores de Pinar del Río. 

Aumentó la producción de radios un 86% y la de televisores 94%. Se inició en pequeña escala la producción de televisores en colores, que continuará desarrollándose este quinquenio. 

Se trabajó intensamente en el programa de producción y recuperación de piezas de repuesto. En este importante renglón, la producción alcanzada en 1985 fue tres veces la registrada en 1981, solo cuatro años atrás. Ya la producción nacional de piezas alcanza un 45% de nuestras necesidades. 

Dos modernas e importantes fábricas de equipos médicos se encuentran en fase de construcción acelerada. 

Construcción 

El crecimiento sostenido de nuestra economía requirió un fuerte impulso del sector de la construcción. Este sector creció al ritmo anual de 9,5%. Las obras industriales aumentaron en el quinquenio un 45%, y se concluyeron varios cientos de objetivos, algunos tan importantes como la fábrica de envases de vidrio de Las Tunas, la fábrica de implementos agrícolas de Holguín, el Combinado Textil de Santiago de Cuba, de 80 000 000 de metros cuadrados; una gran hilandería de balance, el Combinado Mecánico del Níquel, el Combinado de papeles blancos Uruguay, la segunda etapa de Antillana de Acero, varios nuevos centrales azucareros, y varias unidades termoeléctricas. Están en plena fase de intensa actividad constructiva, obras gigantes como la central electronuclear y la refinería de Cienfuegos, las grandes instalaciones de óxido de níquel de Punta Gorda y Camarioca, donde laboran decenas de miles de entusiastas y abnegados obreros de la construcción, no solo en la edificación de las industrias, sino también en toda la infraestructura social, es decir, viviendas, escuelas, instalaciones médicas, servicios comerciales, etcétera. 

La provincia de Matanzas ve erguirse la mayor unidad termoeléctrica del país, con más de 300 000 kilowatts de capacidad, y realiza los primeros pasos constructivos del puerto de supertanqueros y los futuros oleoductos; la provincia de La Habana se enorgullece de la central termoeléctrica que se edifica en Santa Cruz, cuyo conjunto de unidades rebasará la capacidad de 1 000 000 de kilowatts, garantizando el futuro energético del país y un gasto más bajo en el consumo de petróleo por unidad eléctrica. La ampliación de Antillana de Acero, en las proximidades de la capital, hasta llevarla a una capacidad de casi 1000000 de toneladas, está en plena marcha; mientras Camagüey, que acaba de inaugurar una moderna cervecería de 100 millones de litros, se esfuerza para concluir otro gigante de la industria mecánica, donde casi 5 000 obreros producirán artículos para la economía, la población civil y también, por qué ocultarlo, para la defensa de la patria. 

Se invirtieron cientos de millones de pesos en instalaciones agropecuarias: vaquerías, centros de cría de terneros, porcinas, avícolas; en obras hidráulicas: presas, canales de riego y drenaje, acueductos y alcantarillados; en almacenes, frigoríficos y otras instalaciones similares. 

Se terminaron, por otro lado, más de 1 000 kilómetros de vías férreas, incluidas las de los centrales azucareros. En caminos, carreteras y autopistas se explanaron 4 140 kilómetros, de ellos, más de 3 600 fueron en caminos rurales, y se pavimentaron aproximadamente 2 060 kilómetros en total. 

No se olvidaron las obras sociales, aunque disminuya su peso específico en el volumen total de las inversiones, como es lógico, en un país en pleno desarrollo económico. 

Las obras para la salud, por la alta prioridad humana y social que les concede la Revolución, unida a la necesidad de proteger a la población de posibles agresiones de tipo biológico, crecieron un 51 % con respecto a lo construido en el anterior quinquenio. 

Se hicieron 31 salas de terapia intensiva pediátrica, se terminaron seis importantes hospitales. Se remodelaron 10 y, además, se edificaron 43 policlínicos. En las obras de la salud, se incluyen, por cierto, las construcciones para las facultades de ciencias médicas en todas las provincias. 

Ciento cuarenta y nueve obras educacionales fueron concluidas, de ellas, 50 para la enseñanza media. 

Se avanzó considerablemente en la construcción de viviendas. Sumadas las que construyeron las cooperativas y la población por medios propios a las 126 000 edificadas por el Estado en ciudades y campos, se alcanzó la cifra de 335 000, prácticamente el triple de las construidas en el quinquenio anterior. 

Se construyeron, se dotaron de los transportes y equipos necesarios y se pusieron en explotación, 100 bases de campismo popular, con capacidad para 78 500 participantes simultáneamente, en las que el principio rector es brindar el servicio a precios de costo, sin beneficio comercial alguno. 

Se terminaron 11 hoteles y se remodelaron seis fundamentalmente para el turismo internacional. 

Fue necesario, por supuesto, prestar especial atención a la industria de materiales; la producción de estos renglones creció 16%. Se aumentaron las capacidades de áridos en 4 000 000 de metros cúbicos y se pusieron en explotación 15 nuevas plantas de prefabricados, así como fábricas adicionales de baldosas, mosaicos, tubos de hormigón, de barro, mezcla asfáltica, etcétera. 

La producción de cemento en el quinquenio alcanzó la cifra de 16 000 000 de toneladas, 3 000 000 más que en el período anterior. 

Transporte y comunicaciones 

El sector del transporte creció a un ritmo anual del 6,5%. El promedio mensual de descarga de mercancías secas de importación en 1985 superó un 20% el de 1980. La circulación de cargas por los puertos del país alcanzó, en 1985, la cifra de 39,8 millones de toneladas. Se logró reducir en 55% aproximadamente los gastos por sobrestadía de los buques. 

La flota mercante creció entre 1980 y 1985 más de 21 %, alcanzando una capacidad total de 1 160000 toneladas de peso muerto, 20 veces la existente al triunfo de la Revolución. 

La transportación de carga por ferrocarril creció 160% ascendiendo a más de 18 000 000 de toneladas en 1985. La de pasajeros creció 37%. En vehículos automotores, la carga transportada creció 30%. Se incorporaron 7 200 ómnibus de diversos tipos y el crecimiento de la transportación de pasajeros con estos medios se incrementó 23%. 

La capacidad de nuestra flota aérea se duplicó en el período. Crecieron las comunicaciones al ritmo del 9,4% anual. 

Se concluyeron las obras fundamentales del cable coaxial. Se incrementó el servicio de télex; se instalaron 126 000 nuevos servicios telefónicos y ya el 80% de las llamadas de larga distancia son automáticas. 

Industria alimenticia 

Creció la industria alimenticia a una tasa anual de 6,1 %. La producción total de aceite vegetal refinado en el quinquenio se incrementó 25,7%; las de carne de cerdo en banda y de carnes en conserva, experimentaron crecimientos de 43% y 69%, respectivamente; las de yogur y helados crecieron 21,2% Y 12,4%; la producción de conserva de frutas, con la puesta en marcha de los nuevos combinados cítricos, creció 51,1 %; la de harina de trigo, con los nuevos molinos se duplicó, alcanzando 441 000 toneladas en 1985; las bebidas alcohólicas se incrementaron a un ritmo anual de 9,3%, destinando a las exportaciones en el quinquenio 35% . Creció la producción de cervezas 10,6% en relación con la del quinquenio anterior. 

Setecientos nuevos productos fueron introducidos, fundamentalmente, en la red del mercado paralelo. 

Las inversiones permitieron mecanizar y aumentar la capacidad de producción de sal hasta casi medio millón de toneladas, nivel suficiente para cubrir las necesidades nacionales. Los futuros incrementos programados se dedicarán a la exportación. 

Pesca En la pesca, la captura total creció 4,9% y alcanzó casi 1 000 000 de toneladas en el quinquenio, particularmente la pesca de plataforma aumentó 12%; la captura de langosta, 19%. Creció 2,5 veces la producción en embalses de agua dulce; mantuvieron sus niveles las flotas del alto, a pesar de las conocidas restricciones, al ampliarse la zona de mar patrimonial a 200 millas. 

Se obtuvo un mejor aprovechamiento industrial de la langosta y el camarón, y se introdujeron en el mercado nuevos productos, creciendo las exportaciones un 27%, principalmente por las de langosta en distintas formas. 

Industria ligera Crecieron también a elevado ritmo de 8,8% anual las producciones de la industria ligera. 

Se produjeron en el quinquenio 870 000 000 de metros cuadrados de tejidos, 15% más que en el anterior; 30% más de hilaza. 

Las producciones de ropa exterior e Interior crecieron 7,6% y 11,5%, respectivamente; se alcanzaron 50 000 000 de prendas en las confecciones de ropa de trabajo; la producción de jabón de lavar se incrementó en 5,8%; la de envases multicapas, 34%; la de cajas corrugadas, 60%, y se duplicó la producción de muebles del hogar. 

Comercio minorista y servicios a la población 

Las ventas a la población en el comercio minorista y la alimentación pública crecieron, a precios constantes, algo más del 20% respecto al quinquenio anterior. 

Solo en 1985, en el mercado paralelo, se vendieron 930 millones de pesos. 

No aumentó, sino por el contrario, se redujo la gama de productos racionados. En 1980, los productos no alimenticios sujetos a cualquier tipo de regulación ascendían a 150; al concluir 1985, se habían reducido a 68. 

La población compró en este quinquenio 502 400 refrigeradores, 866 300 televisores, 1 694 000 radiorreceptores, 656 000 lavadoras y 779 600 ventiladores. 

Creció 25% la reparación de equipos electrodomésticos. Más de 2 200 000 personas comen o almuerzan, o ambas cosas, e incluso desayunan, en escuelas universitarias, escuelas preuniversitarias y secundarias básicas en el campo, tecnológicos, escuelas deportivas, vocacionales, seminternados de primaria, círculos infantiles, comedores obreros, hospitales, unidades militares, etcétera, gratuitamente o a precios mínimos. 

Comercio exterior y turismo 

El comercio exterior a precios corrientes aumentó en el pasado quinquenio en la elevada proporción de un 65%. Las exportaciones lo hicieron en 58% y las importaciones en 71 %. 

Con el campo socialista, nuestras exportaciones alcanzaron el 85,4% del total exportado. 

Las importaciones de esa área representaron el 84% del total importado. Las importaciones procedentes del área capitalista, que en el quinquenio 1976 1980 representaron un 26% del total, bajaron al 16% en el período 1981-1985. 

Junto al azúcar, el níquel y otros fondos exportables nacionales, han surgido con fuerza los cítricos, los productos de la pesca, los aceros, materias primas recuperadas y otros renglones. 

A partir del pasado año, se ha desarrollado un especial esfuerzo por incrementar las exportaciones no tradicionales al área de divisas libremente convertibles, y ya en 1985 se lograron aumentos de las exportaciones no azucareras en más del 30% con respecto a 1984, excluyendo la reexportación de combustible. 

Los ingresos por el turismo internacional se incrementaron de 39,6 millones de dólares en 1980 a 87,3 millones en 1985, sin considerar los ingresos indirectos por transportación aérea y otros conceptos. 

Política laboral y seguridad social En el quinquenio se promulgó el primer Código de Trabajo de nuestra historia, cuyo proyecto fue discutido y enriquecido por 2 300 000 trabajadores. 

Se introdujeron formas nuevas de organización del trabajo mediante las brigadas permanentes e integrales. 

Se ha comenzado la aplicación de la simultaneidad de oficios y profesiones fundamentalmente en la categoría de obreros, trabajadores de servicios y administrativos. 

Se han introducido estímulos salariales y el pago por antigüedad que favorecen la permanencia en regiones y actividades priorizadas. 

El índice de accidentes del trabajo descendió en 13,3% en relación con el quinquenio anterior y el coeficiente de mortalidad en 10,7% . La producción de medios de protección creció 55% , y se triplicó la cantidad de divisas convertibles dedicada a esos fines. 

Se crearon 630 000 nuevos empleos. La participación femenina de la fuerza laboral del país, se elevó del 32% al 37%. 

Se culminó la aplicación de la Reforma General de Salarios, que benefició a más de dos millones y medio de trabajadores. 

Los gastos de seguridad y asistencia social en 1985 ascendieron a 1 015 millones de pesos, que representan 260 millones más que en 1980. Casi 1 000 000 de personas, sin contar sus familiares, reciben directamente los beneficios de la seguridad social. 

Salud pública 

Me detendré algo más en el esfuerzo realizado por la Revolución en los últimos cinco años en el campo de la salud pública. 

Recordarán ustedes que fue precisamente a principios del pasado quinquenio cuando nuestra patria fue víctima de una grave epidemia de dengue hemorrágico, introducida, según todos los indicios, deliberadamente en nuestro país por el imperialismo yanqui, en un nuevo y brutal acto de agresión a nuestro pueblo. No existía en ese momento foco alguno de epidemia en ninguna otra parte del mundo. Ninguno de los ciudadanos cubanos que prestaron servicio en el exterior habían presentado síntomas de tal enfermedad. 

Ningún extranjero había sido reportado con indicios de la misma; y, repentinamente, surgió en la capital del país y se extendió como un reguero de pólvora. Era este uno de los virus con que el Pentágono había estado experimentando durante años con entusiasmo digno de mejor causa. 

Es cierto que el elevado índice de infestación de Aedes Aegypti, por descuido incuestionable de nuestras autoridades sanitarias, brindaba el campo propicio para tan criminal sabotaje a la salud de nuestra población. 

Fue impresionante la forma en que la Revolución y el pueblo, especialmente los médicos y demás trabajadores de la salud, reaccionaron y libraron aquella batalla. 

La epidemia, que en determinados momentos alcanzó la cifra de más de 11 000 casos diarios y que afectó en total a cientos de miles de personas, causando la muerte da más de 150 de ellas, niños en su inmensa mayoría, fue totalmente erradicada en solo breves meses. No creo que se conozca semejante récord en ninguna otra parte. Cuantiosos recursos fueron utilizados sin vacilación alguna. Por avión, y otras vías expeditivas, llegaron al país miles de equipos de fumigación y cientos de toneladas de productos químicos de todas las procedencias, incluso de algunos lugares tan distantes como Japón. En cuestión de días, miles de hombres y mujeres fueron organizados y preparados para enfrentarse a los vectores, con el apoyo de las organizaciones de masas en todo el país. En la etapa final de esa lucha verdaderamente heroica, todos los casos pudieron ser aislados y se controló rigurosamente hasta la última persona afectada por la epidemia, evitando por todos los medios su propagación. Así se ganó aquella épica batalla. 

El saldo final fue que el esfuerzo que venía haciéndose desde tiempo atrás para convertir a nuestra patria en una potencia médica, se multiplicó a partir de entonces. Como ya se dijo al hablar de las construcciones, se crearon en el país 31 salas pediátricas, donde los niños que lo requieran reciben la más moderna y esmerada atención. Miles de vidas han sido ya salvadas en pocos años por este servicio, al alcance de todos los niños cubanos, que nada tiene que envidiar al que reciben los hijos de los millonarios en los países capitalistas más industrializados. Solo en los hospitales pediátricos se invirtieron 40 000 
000 de pesos, de ellos, 20 000 000 en equipamiento. A esto se añade un nuevo, importante y modernísimo servicio de cirugía cardiovascular y cardiología infantil que está en pleno proceso de creación, y será ya pronto una realidad. 

Los servicios higiénico-epidemiológicos del país fueron considerablemente fortalecidos; 1354 profesionales médicos y no médicos, y 3 346 técnicos medios, junto a otros miles de trabajadores, prestan en ellos sus servicios. 

El Aedes Aegypti ha bajado sus índices a niveles irrisorios, y ha desaparecido ya totalmente en 5 provincias y 117 municipios del país. 

Se crearon nuevos servicios destinados a los niños, como la hemodiálisis, a partir de cierta edad. En todas las provincias, se ofrecen consultas de genética en los hospitales maternos y pediátricos, que brindan asesoramiento en ese campo a toda la población. Se aplican las técnicas para diagnóstico en el período pre-natal sobre tres grupos de entidades de origen genético y se trabaja activamente en la introducción de otras. Se han habilitado para ello 11 laboratorios provinciales y, en 1986, se deberán poner en marcha los restantes. 

La tasa de mortalidad infantil bajó en 1984 a 15 por 1 000 nacidos vivos. A pesar del incremento a 16,5 del año siguiente, por varios factores, objetivos y subjetivos, la cifra de 15 será, sin duda, reducida en breve tiempo. 

La esperanza de vida al nacer se eleva ya a 74,2 años. El número de médicos por habitantes, que era de 1 por cada 638 en 1980, se elevó a 1 por cada 443 en 1985; y el de estomatólogos, de 1 por cada 2667, a 1 por cada 1 864. 

La apertura de centros como el hospital clínico-quirúrgico " Hermanos Ameijeiras", donde se acaban de realizar con éxito los primeros trasplantes de corazón llevados a cabo en el país, permite la introducción de nuevas líneas de desarrollo en el sistema nacional de salud y el perfeccionamiento de los médicos especialistas. La técnica de ultrasonido diagnóstico se aplica ya en 65 hospitales de todo el país, donde se realizan 1 000 000 de exámenes al año. Igualmente se introdujo en este quinquenio la técnica de la tomografía axial computarizada. 

El mismo concepto de la terapia intensiva de los pediátricos, se aplicará en las salas de medicina interna en todos los hospitales clínico-quirúrgicos y se crearán salas especiales de neonatología en todos los servicios ginecoobstétricos del país. 

El servicio médico rural fue revitalizado, creándose el contingente "Piti Fajardo", donde cientos de jóvenes, desde el último año de su carrera, prestan sus servicios en hospitales y zonas rurales durante cuatro años. 

Se trabaja en programas de desarrollo hasta el año 2000 de 35 especialidades clínicoquirúrgicas. 

Se aprobó la realización de un amplio programa de lucha contra el sedentarismo, la obesidad y el hábito de fumar, que deberá comprometer seriamente nuestros esfuerzos en los próximos años. 

En pocos campos se han realizado, sin embargo, mayores esfuerzos que en el de la selección y preparación del personal médico y en la creación de condiciones para el estudio. En el pasado quinquenio, se abrieron 11 nuevas facultades de medicina y se ampliaron otras tres, existiendo ya, por lo menos, una o más de una en cualquiera de las 14 provincias del país. Se pusieron en marcha 7 modernos politécnicos de la salud para la formación de los técnicos medios y enfermeras. 

Uno de los hechos más prometedores en este campo fue la creación, en 1982, del destacamento de ciencias médicas " Carlos J. Finlay". Cuatro contingentes forman ya sus nutridas filas, cursando en la actualidad el cuarto año de su carrera el primero de ellos. En él ingresan actualmente 5 500 jóvenes cada año, escogidos por su vocación, su expediente y su conducta revolucionaria. Unidos al destacamento "Carlos J. Finlay" y la avanzada "Mario Muñoz", que integran los alumnos del quinto y sexto año, más los alumnos de estomatología y los de licenciatura en enfermería, hacen un total de 27 000 estudiantes en ciencias médicas. 

Se elaboró un nuevo programa de medicina, a partir de las experiencias recogidas en las mejores universidades de los países más avanzados en la materia, y se empezó a implantar en este curso. 

De las numerosas iniciativas aplicadas durante los últimos años en el campo de la salud, ninguna, quizás, esté llamada a tener mayores alcances sociales y repercusión en los servicios médicos de la población que la institución de lo que se ha dado en llamar el médico de las familias o médico de familia, algo que, por cierto, se asemeja muy poco a la categoría de este profesional en el capitalismo. 

Iniciada hace apenas dos años, la experiencia se abre paso exitosamente y es ya una nueva y revolucionaria perspectiva en el campo de la salud, únicamente posible en las condiciones del socialismo. Setecientos sesenta y un jóvenes médicos y un número igual de enfermeras, prestan actualmente este servicio en todo el país a casi medio millón de ciudadanos. 

Lo que no había podido resolverse todavía en materia de atención primaria en la red de más de 400 policlínicos, y las dificultades que agobian las consultas externas y los cuerpos de guardia de los hospitales clínico-quirúrgicos, tendrán, sin duda, una solución cabal y óptima con esta institución. En ella prestarán sus servicios, en un futuro no lejano, aproximadamente 20 000 médicos y 20 000 enfermeras, es decir, 40 000 trabajadores de la salud; de ellos, más de las tres cuartas partes serán mujeres. 

A estos 20 000 médicos, que se convertirán mediante programas rigurosos de estudio en especialistas en medicina general integral, nueva rama de la medicina unida al concepto mismo del médico de familia y de la que saldrán en el futuro, como una segunda especialidad, muchas de las actuales especialidades clínicas, se unirán otros 5 000 médicos y 5 000 enfermeras que prestarán sus servicios en escuelas, fabricas y demás centros de trabajo. Dondequiera que se encuentre el ciudadano estará el médico. 

Este conjunto de iniciativas y medidas nos llevará, sin duda, a ocupar un lugar de honor en materia de salud entre todos Ios países del mundo. Las actuales generaciones y las venideras serán, sin duda, testigos de ello. 

Educación 

Es conocido que a la educación dedicó también la Revolución, desde los primeros años, sus mayores esfuerzos. También en este campo, durante el pasado quinquenio, ha sido fructífero el trabajo realizado. 

La escolarización de los niños de 5 años se elevó a más del 80%; casi al 100% en las edades de 6 a 12 años, y a más del 87% de los comprendidos entre 13 y 16 años. 

La matrícula de educación especial alcanza ya más de 46 000 alumnos, en 433 escuelas consagradas a este trabajo. 

Los alumnos de primaria en doble sesión se elevan al 58% del total. 

Los matriculados en seminternados de primaria aumentaron su participación hasta un 29,3% del total. 

En la educación de adultos, la batalla por el 9no grado ha sido exitosa. Están en funcionamiento 46 centros de educación superior; Ia matrícula de nivel universitario, incluyendo las escuelas militares y del Partido de este nivel, asciende a algo más de 280 000. 

Ha resultado positiva, y útil en la práctica, la experiencia extendida durante este quinquenio de la preasignación y preubicación laboral del estudiante universitario. 

Especial atención se le viene prestando a la preparación del personal docente. 

Los institutos superiores pedagógicos incrementaron su matrícula hasta 107000 estudiantes en el curso 1985-1986, lo cual supera en un 77% la de cinco años atrás. Se trata, fundamentalmente, de maestros y profesores en activo que realizan estudios superiores. 

Entre ellos, decenas de miles de maestros primarios estudian para graduarse como licenciados en educación primaria. 

La existencia de una reserva de más de 10 000 maestros primarios ha tenido una enorme utilidad en estos proyectos, al permitir, durante una parte de los programas de estudio, que el maestro primario matriculado en la Universidad pueda disponer de tiempo completo con sueldo para estudiar. Esta revolucionaria concepción se ha visto premiada con la primera graduación, el pasado año, de 2 700 maestros como licenciados en educación primaria. En un período no mayor de 12 a 14 años, en Cuba, la enseñanza primaria será impartida totalmente por licenciados en educación primaria, con una preparación equivalente a 18 años de estudios, lo que nos colocará a la cabeza entre los países del mundo en ese aspecto. 

No es poco el avance si se tiene en cuenta que al triunfo de la Revolución, con seis y medio millones de habitantes teníamos 1 000 000 de analfabetos, y que en fecha no tan lejana como 1970 solo un 30% de los maestros primarios estaban titulados. 

La reserva de maestros nos ha servido también para enviar a estudiar a los niveles superiores a casi 5 000 maestros primarios, a fin de que se formen como profesores de nivel medio en física, química y matemáticas, áreas en las que existen todavía déficit por nuestra falta de tradición en el estudio de esas esenciales materias en nuestro país. 

Una de las ideas que ha llegado a convertirse en una de las más racionales y prometedoras de este quinquenio en el área de la educación, fue la de convertir las escuelas vocacionales, con matrículas desde 7mo a 12 grados en escuelas vocacionales preuniversitarias, es decir, de 10mo a 12 grados, donde el requisito de ingreso no fuese solo por expediente, sino también por oposición. 

Este último criterio, el de incluir el concurso oposición, fue tomado de la experiencia de la escuela preuniversitaria de ciencias exactas, creada hace varios años en la capital de la república y cuyos resultados fueron estimulantes. 

Hoy existen tres de esos preuniversitarios: uno en occidente, otro en el centro y otro en oriente, con capacidad de albergar 500 estudiantes cada uno. 

Sin embargo, un salto de calidad en la concepción de las escuelas vocacionales, que ya serían vocacionales preuniversitarias, se produjo con la idea de dotar a todas las escuelas vocacionales del país, incluidas las vocacionales militares, del mismo equipamiento, y aplicar en ellas los mismos programas y el mismo método de selección que en los primeros centros preuniversitarios de ciencias exactas. Esto elevará en solo dos años la matrícula de alumnos en institutos preuniversitarios vocacionales de ciencias exactas a 40 000, que aparte del programa normal de enseñanza preuniversitaria recibirán fuertes conocimientos de física, química, matemáticas, biología o electrónica, según la facultad universitaria a que hayan de encaminarse, y, además, 90 horas anuales de enseñanza de computación durante tres años. 

Ya se inicia la preparación de los profesores para la introducción de estos programas. Los alumnos egresados de estas escuelas serán una garantía de la alta calidad técnica y científica que alcanzaremos en nuestras universidades. 

Se llevará también la enseñanza de computación, que ya fue introducida en la enseñanza universitaria, a los demás institutos preuniversitarios, escuelas tecnológicas y secundarias básicas. Estos programas estarán todos concluidos en el quinquenio 1986-1990. 

Ciencia y técnica 

Al hablar en este informe del desarrollo económico y social alcanzado en el último quinquenio, no debo omitir una referencia a la investigación científica, la cultura literaria y artística, y al deporte. En la esfera de las investigaciones científicas, incluidos los institutos del Ministerio de Salud Pública, varios de los cuales prestan también servicios a la población, laboran 39 000 trabajadores; de ellos, 14 000 graduados de nivel superior. Este elevado potencial humano y los recursos a su disposición, podrían contribuir considerablemente al desarrollo económico y social del país. 

No son suficientes todavía, sin embargo, los logros alcanzados en este campo y es mucho lo que queda por hacer en materia de planificación e integración de la ciencia y la técnica al desarrollo de la economía nacional, en la introducción de sus resultados a la producción y los servicios y en la implementación cabal de la política científica que exige el país. 

No obstante, algunos logros fueron alcanzados, entre los que se destacan el desarrollo de tecnologías y nuevos productos en la industria del níquel, en los derivados de la caña de azúcar y en la industria alimenticia, sistemas de diagnóstico de enfermedades y creación de equipos médicos, la utilización de fuentes renovables de energía, la obtención e introducción de nuevas variedades de cultivos agrícolas más resistentes a plagas y enfermedades y de mayores rendimientos agroindustriales; mejoras genéticas y nutricionales en las ramas avícola, porcina y bovina. Se destacaron igualmente nuestros científicos en el enfrentamiento exitoso a plagas y enfermedades sorpresivamente aparecidas en el país. 

Ha sido un incuestionable e importante logro científico la creación, por un grupo de jóvenes investigadores, del sistema ultramicroanalítico para el diagnóstico de diversas enfermedades, con importante ahorro de reactivos, rapidez, precisión y confiabilidad en los resultados. 

Notables éxitos en el campo de la biología significaron igualmente, por un lado, la obtención de interferón de glóbulos blancos para uso médico, que ha permitido encarar con éxito numerosas enfermedades de origen viral y algunos tipos de tumores; y, por otro, la aplicación de técnicas avanzadas, como el cultivo de tejidos y procedimientos de ingeniería genética y biotecnología. Estas técnicas y las relacionadas con la producción de anticuerpos monoclonales para diagnósticos y otros propósitos vinculados con la salud humana, animal y vegetal u otras ramas de interés para la economía, se desarrollan en la actualidad aceleradamente en nuestro país. 

Pronto se concluirá la construcción en tiempo récord de un nuevo y moderno centro de investigación para estos fines, y se trabaja intensamente en la preparación de los cuadros científicos y técnicos que laborarán en él, lo que tomando en cuenta que la biotecnología es una de las técnicas de vanguardia que determinarán el futuro, reviste la importancia de que colocará a nuestra patria entre las naciones más desarrolladas en este campo. En lo relativo a la información científico-técnica, está en proceso de creación y desarrollo, en el antiguo Capitolio Nacional, la Biblioteca Central de Ciencia y Técnica que, con moderno equipamiento y medios de impresión y comunicación, brindará servicios a todo el país. 

Debemos señalar finalmente que las Brigadas Técnicas Juveniles, y la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, han realizado una valiosa contribución a la economía del país, aunque no se alcanza todavía la generalización de sus resultados. 

Cultura 

En la esfera de la cultura artística y literaria, se continuó avanzando. El país disponía, en 1985, de 319 bibliotecas públicas, 3200 bibliotecas escolares, 222 especializadas y 70 universitarias. 

El número de librerías existentes se eleva a 311, una por cada 33 000 habitantes. Todos los municipios del país se benefician con esta red. 

En las ferias internacionales del libro, celebradas en la Habana en 1982 y 1984, en las que participaron decenas de países, se expusieron más de 15000 títulos. 

Creció la capacidad industrial de impresión. Un nuevo combinado fue puesto en marcha. 

En los últimos cinco años, se produjeron más de 5 000 títulos para la educación y alrededor de 3 300 para la población, con un promedio anual de 40 000 000 de libros y un aumento constante del índice de libros por habitante, sin que se satisfaga plenamente la creciente demanda, tanto educacional como popular. 

En el mismo período, numerosas obras y recopilaciones de autores cubanos, y las de nuestros clásicos en número creciente, fueron reeditadas en el extranjero. 

La editorial en lenguas extranjeras "José Martí", destinada a la publicación de autores cubanos o extranjeros cuyo contenido se relacione con nuestro país, ha publicado ya 79 títulos en diversos idiomas. 

Creció la creación musical. En el quinquenio se inscribieron unas 24 000 nuevas obras. El valor de la producción de instrumentos musicales casi se duplicó, aunque, considerando incluso los de importación, no se da todavía respuesta a la gran demanda existente. 

En la rama cinematográfica se produjeron durante el quinquenio 45 largometrajes, de ellos, 31de ficción, estos últimos con un incremento del 55%; 12 documentales y dos de dibujos animados; además, 209 cortometrajes documentales, 259 noticieros y 41 filmes de animación. 

Se exhibieron en los cines del país 619 largometrajes de estreno. 

Los festivales del Nuevo Cine Latinoamericano, iniciados hace siete años, se han convertido en un vigoroso y pujante movimiento. Muestra elocuente de su creciente prestigio lo fue el VII, que acaba de celebrarse con la participación de más de 800 personalidades y valores del mundo cinematográfico de América latina y el Caribe, África, Asia, Europa occidental, los países socialistas y Estados Unidos, y con la presentación de aproximadamente, 400 películas. En dicho festival participó masivamente nuestro pueblo, dando pruebas de su elevado nivel cultural y su capacidad de disfrutar, valorar, apreciar y juzgar las producciones cinematográficas. 

El Comité del Nuevo Cine decidió crear una fundación para ayudar al desarrollo de esta actividad en nuestro hemisferio. A su vez, en coordinación con Cuba, acordó crear una escuela para la formación y superación de cineastas de América latina y del Tercer Mundo que tendrá su sede en nuestro país. Por acuerdo del comité, los próximos festivales incluirán también la televisión. 

Las galerías de arte, que tanto han contribuido en los últimos años a impulsar el movimiento de las artes plásticas en nuestro país, se elevaron de 28 existentes en 1980 a 143 en 1985, y recibieron a 5 000 000 de visitantes. 

Aumentó a 11 el número de galerías de arte universal, creadas con reproducciones que permiten a nuestro pueblo entrar masivamente en contacto con las obras más valiosas de los mejores museos del mundo. 

Fue creado el centro "Wifredo Lam" para el desarrollo de las investigaciones y la información especializada. 

Se realizó en nuestra capital la Primera Bienal de Artes Plásticas, en que tomaron parte artistas de 22 países de América Latina, con un número superior a 2000 obras, y que fue visitada por más de 200000 personas. 

Nuestros artistas plásticos han obtenido decenas de premios y menciones internacionales. 

Digna de señalarse es la influencia ejercida en estos progresos por instituciones como el Fondo de Bienes Culturales, y el Fondo Económico Literario y Artístico de la UNEAC. En el quinquenio se emplazaron 115 obras escultóricas en todo el país. Fue creado el Consejo Asesor Nacional para el Desarrollo de la Escultura Monumentaria y Ambiental. 

Significativos progresos experimentó la actividad teatral, que cuenta ya con 50 grupos teatrales; 24 de ellos dedicados a niños y jóvenes. 

Los festivales de teatro de La Habana se han consolidado. 

El Ballet Nacional, la Danza Nacional y el Conjunto Folclórico, confirmaron su elevada calidad entre los mejores a escala internacional. Creció la calidad y el prestigio del Ballet de Camagüey. 

El Festival Internacional de Ballet se ha revelado como uno de los principales eventos en su género. 

El movimiento de aficionados incluye ya 1 578 000 integrantes, lo que indica la elevada participación de nuestro pueblo en la vida cultural del país. 

La enseñanza artística cuenta hoy con 59 centros: 37 de nivel elemental, 21 de nivel medio y uno de nivel superior. 

La base material de muchas de estas escuelas es todavía pobre. El programa, elaborado hace varios años, para la construcción de escuelas vocacionales y profesionales de arte, avanza con lentitud por limitaciones de recursos y la necesidad de priorizar otras obras económicas y sociales más urgentes, pero no debe ser totalmente olvidado en los planes perspectivos, tomando en cuenta que no es ambicioso y que el desarrollo cultural y artístico, sin ser muy costoso, eleva considerablemente el nivel y la calidad de vida de los pueblos. 

Hay otras consideraciones que podemos hacer como parte del trabajo realizado por la Revolución en esta esfera. 

Se puso en vigor una serie de instrumentos legales para rescatar, proteger y disfrutar, de un modo organizado y científico, del patrimonio cultural de la nación cubana. 

Se lleva a cabo un programa de desarrollo profesional hasta ayer desconocido en Cuba, el de las investigaciones aplicadas al patrimonio cultural y los cursos de especialización en técnicas de restauración y conservación para jóvenes arquitectos, licenciados en ciencias y artistas graduados en nuestros centros de enseñanza superior, habiéndose logrado un potencial técnico que en su totalidad cuenta con cientos de graduados universitarios y técnicos de nivel medio. Se avanza a ritmo satisfactorio en el rescate y restauración de los valores culturales del Casco Histórico de la Habana Vieja, justamente declarado por la UNESCO patrimonio de la humanidad. Cambia la fisonomía de la parte mas antigua de la ciudad, y nuestra población adquiere cada vez más conciencia y orgullo de lo que allí se realiza. 

Un millón de visitas recibió el museo de la ciudad en 1985, de un total de más de 9 000 000 de visitas a los museos del país, sobrepasando índices de muchos países desarrollados. 

Fue fructífero el pasado quinquenio en relación con la proyección internacional de nuestra cultura. Cuba ha tomado parte en ese período en 250 eventos internacionales y obtenido unos 300 premios y menciones en las distintas manifestaciones del arte y la literatura. 

Miles de artistas y escritores de nuestro país han visitado todos los continentes, llevando su mensaje a decenas de pueblos, y también miles de exponentes de la cultura de otros países visitaron nuestra patria. Un mérito destacado en estos éxitos corresponde a las brigadas " Hermanos Saíz" y "Raúl Gómez García", al Movimiento de la Nueva Trova, la Casa de las Américas, la Unión de Escritores Y Artistas de Cuba, y otras valiosas instituciones culturales de nuestro país. 

Deporte 

Durante el quinquenio, la participación masiva en las actividades deportivas creció un 43%. 

Se construyeron más de 2 000 instalaciones deportivas primarias, destinadas a la práctica masiva del deporte, fundamentalmente en las zonas rurales. 

Se duplicó la cantidad de practicantes sistemáticos en áreas deportivas escolares, de las que proceden alrededor del 70% de los atletas que se han integrado a eventos deportivos internacionales. 

En el deporte, donde la Revolución ha tenido grandes avances, se han creado las condiciones para nuevos éxitos. Nuestras escuelas de profesores de educación física y deportes, y el Instituto Superior han suministrado al país un potencial técnico en este campo que ni soñar podíamos en los primeros años. 

A la enseñanza y la práctica deportivas y de educación física, se incorporaron en el quinquenio 3 700 graduados de nivel superior y 6 800 de nivel medio. 

Estas tareas cuentan en la actualidad con más de 21 000 técnicos en la especialidad. Miles de instalaciones deportivas, y también magníficas escuelas para el deporte de alto rendimiento, fueron creadas por la Revolución. Están dados, por tanto, los requisitos para un avance sostenido e incluso un salto de calidad en todas las ramas del deporte. De nosotros depende. 

Nuestro esfuerzo debe ser independiente de la participación o no en las competencias internacionales. Como ustedes conocen, pueden surgir circunstancias en que nuestros principios de solidaridad internacional impliquen la ausencia de nuestro equipo en un evento deportivo de trascendencia, como ocurrió en las últimas olimpiadas, aunque para nuestro país en particular las cuestiones de seguridad nunca fueron impedimento para asistir a un evento en cualquier parte. 

La burda y grosera forma en que Cuba, el país que más ha hecho en este hemisferio por el desarrollo del deporte, fue despojada de la sede de los próximos Juegos Panamericanos en beneficio de la ciudad de Indianápolis, cuyas autoridades sobornaron con 25 000 000 de dólares al multimillonario que viene fungiendo como virtual propietario de la organización deportiva panamericana, no augura nada bueno para el deporte internacional en los próximos años, como tampoco las próximas olimpiadas de Seúl, concebidas con evidentes propósitos políticos, divisionistas y reaccionarios, de no hallarse en este caso solución, como planteó Cuba, de compartir los juegos con la República Democrática de Corea. 

De una forma desvergonzada y repugnante, el olimpismo deriva hacia el deporte profesional, sucumbiendo a los golpes de millonarias promesas y negocios que nada tienen que ver con el deporte. 

A decir verdad, el movimiento olímpico engendrado en plena etapa colonial, fue y es un movimiento capitaneado por los países ricos y las antiguas metrópolis, que muy poco tiene que ver con los países del Tercer Mundo, sus posibilidades de desarrollar el deporte y de ser sedes de olimpiadas. 

Es bochornoso, en medio de la miseria que padecen miles de millones de seres humanos, el espectáculo de la disputa de las más ricas ciudades de Europa por ser sede de las olimpiadas de 1992. En eso no pueden siquiera soñar las capitales de los países pobres de África, Asia y América Latina. De ese festín de ricos, no les quedan ni siquiera las migajas. 

Si los países de la comunidad socialista, que cuentan con la mayoría de los mejores atletas del orbe, y los países más serios y prestigiosos del Tercer Mundo, decidiéramos unirnos para luchar contra estas bochornosas deformaciones, el olimpismo dejaría de ser feudo de una mafia de privilegiados al servicio del neocolonialismo y podría convertirse realmente en un verdadero vehículo de paz y amistad entre todos los pueblos del mundo. Para estas luchas e incertidumbres, debemos estar preparados, sin que desfallezca un minuto nuestro movimiento deportivo. 

La agresión deportiva contra Cuba tiene que ser reparada. Las olimpiadas de Seúl tienen que ser compartidas. Para Cuba, la gloria de ser leal a sus principios vale más que el oro de todas las medallas olímpicas y más que todo el oro del mundo. 

Condiciones adversas del quinquenio 

Hasta aquí, compañeros delegados, hice el recuento de nuestros principales logros en el desarrollo económico y social durante el último quinquenio, que no son pocos. Téngase presente que, en el período transcurrido, nuestro país ha sufrido una prolongada sequía que se hizo más aguda a partir de mayo de 1983, siendo más intensa en 1985, año en que el período lluvioso ha sido el más seco desde el triunfo de la Revolución. En tres años del quinquenio, las precipitaciones estuvieron por debajo del 80% del promedio histórico del período lluvioso. A estas anormalidades climáticas, se añadieron cinco tormentas tropicales en el quinquenio y torrenciales aguaceros en el primer trimestre de 1983, que afectaron la cosecha cañera, entre otros cultivos. 

El huracán Kate, que nos acaba de azotar, ha sido uno de los peores padecidos por el país desde el punto de vista de 105 daños económicos. 

Debe tomarse en cuenta, igualmente, al evaluar nuestros resultados económicos y sociales, la profunda crisis económica que ha estado azotando al mundo capitalista desarrollado y de modo especial a los países del Tercer Mundo. El pasado quinquenio coincidió con uno de los períodos más desastrosos para las economías nacionales de América Latina, en que todos los índices económicos bajaron, muchos de ellos fueron negativos y en algunas ocasiones reflejaron retrocesos de 20 años. Por otro lado, los precios del azúcar en el llamado mercado mundial tuvieron el poder adquisitivo más bajo del siglo y existe un bloqueo imperialista contra nuestra patria. Nada puede dar mejor medida de nuestros éxitos y de los resultados de nuestras excelentes y justas relaciones económicas con la comunidad socialista. 

Deficiencias y fallas 

Pero podríamos haber hecho un mejor uso de nuestros recursos y nuestros esfuerzos; nuestro trabajo ha estado muy lejos de ser óptimo. Subsisten evidentes deficiencias y fallas que debemos señalarlas por su nombre y combatirlas con toda energía. iSolo así seremos dignos de llamarnos comunistas! iSolo así podremos avanzar a pasos cada vez más rápidos y sólidos! El problema esencial de la economía del país en el quinquenio 1981-1985 radicó en que, aunque tuvimos un crecimiento más que aceptable, fue insuficiente donde más lo requeríamos, es decir, en la exportación de bienes y servicios y en la sustitución de importaciones. 

Se afectaron exportaciones tradicionales al área capitalista y aunque se produjeron crecimientos en las exportaciones de renglones nuevos, estos son aún insuficientes para reducir el déficit de nuestra balanza de pagos en moneda convertible. El turismo, si bien ha tenido un alza sostenida, todavía no llega a los niveles a los cuales debemos aspirar, para lo cual tendrá que superar dificultades subjetivas que de subsistir pondrían en peligro las excelentes perspectivas de esta actividad. 

Se incumplieron con los países socialistas compromisos de entrega de algunos productos. 

Hay que señalar también que en el quinquenio recién terminado hemos incorporado muy pocos rubros nuevos de exportación al área socialista. Este es un campo en el que tenemos que avanzar en forma mucho más resuelta, partiendo del vasto mercado y las condiciones favorables que nos ofrecen los países miembros del CAME para una integración económica más profunda. 

El coeficiente de importación se redujo en el quinquenio, pero mucho menos de lo que necesitamos y es posible. 

Todavía tenemos gastos excesivos y pocos ingresos en los llamados servicios productivos, en primer lugar, los asociados al transporte internacional, por la insuficiencia de nuestra flota mercante, cuya explotación dista de ser óptima, y por la ineficiencia con que todavía operamos nuestros puertos, astilleros y terminales aéreas. 

El crecimiento de la producción azucarera, nuestra primera industria nacional, a pesar de los avances obtenidos, ha estado por debajo de las posibilidades en relación con los recursos invertidos en ella. El desarrollo de los derivados ha carecido de una proyección adecuada. La producción cañera se incumplió porque no se sembraron todas las áreas previstas y no se lograron rendimientos agrícolas satisfactorios; se registraron altos niveles de pérdidas en las siembras por mala calidad en la preparación de tierra, insuficiente dotación de implementos para los tractores de gran potencia, falta de nivelación y drenaje de los campos. El atraso en el desarrollo e introducción de nuevas variedades más productivas y resistentes a las enfermedades, la deficiente calidad de la semilla, la siembra desfasada, el atraso en las labores de cultivo y limpia de malas hierbas, fueron factores que han contribuido, entre otras cosas, a que muchos campos no tengan la adecuada población, lo que limita los rendimientos agrícolas. 

La aplicación de fertilizantes ha sido deficiente en la generalidad de los cultivos, además, ha estado afectada por el suministro irregular de la industria y de las importaciones, las dificultades en el transporte y las altas pérdidas por mala calidad en los envases, la manipulación y el almacenamiento. 

El atraso en la construcción, reconstrucción y transformación de los sistemas de riego, la falta de mantenimiento y drenaje de las áreas, junto a la baja eficiencia en la explotación de los existentes, han impedido lograr mayores rendimientos en la caña, los cítricos, el arroz, el tabaco y los pastos, entre otros cultivos. 

No acabamos de lograr el máximo posible de autoabastecimiento de viandas y hortalizas en todos los territorios. 

Se siguen produciendo pérdidas en el acopio, la manipulación y el beneficio de las producciones agrícolas. Este es un aspecto que recibe una atención muy inferior a la que requiere. 

La ganadería vacuna se ha visto afectada por un manejo inadecuado del rebaño, índices bajos en la reproducción y aseguramiento insuficiente de la alimentación, lo que unido a la sequía de los dos últimos años determinó una disminución de los incrementos logrados a principios del quinquenio, y ocasionó un estancamiento de la masa. 

A pesar de la preocupación del Estado por continuar estrechando la vinculación con el sector campesino, la atención que se le ha dado ha sido insuficiente; no hemos sido ágiles en tomar decisiones sobre determinados precios que a todas luces desalentaban producciones importantes, mientras, por otro lado, hemos mantenido precios excesivos de algunos productos. 

En la economía nacional persisten situaciones subjetivas que conspiran contra la reducción de los costos de producción, el aumento de la rentabilidad y el ahorro de recursos materiales, laborales y financieros. 

No hemos avanzado lo suficiente en el aprovechamiento de las capacidades industriales. 

La calificación insuficiente y la poca estabilidad de la fuerza laboral, ha sido uno de los factores fundamentales en el proceso lento de asimilación de las nuevas instalaciones. 

Persisten deficiencias técnico-organizativas en la producción, insuficiente aprovechamiento de la asistencia técnica extranjera, falta de disciplina tecnológica y de exigencia en la reparación y el mantenimiento industrial. No se han desarrollado las producciones cooperadas en la economía nacional, ni las producciones secundarias para los bienes de consumo. 

Fue bajo el aprovechamiento de las capacidades industriales en las producciones de azúcar, tableros de bagazo, levadura torula, en la industria textil, las de conservas de frutas y de cemento de proceso seco. Se incumplieron producciones como las de rayón, cloro y sosa cáustica, lo que originó erogaciones adicionales de divisas para atenuar las afectaciones en las actividades que las consumen. 

La explotación y aprovechamiento de los equipos de construcción y agrícolas, además de los de transporte, han continuado siendo bajos. 

La falta de envases de todo tipo afectó sistemáticamente varias producciones y fue causa del incumplimiento de algunas exportaciones y de suministros a la población. Se incumplieron las producciones de botellas y frascos de vidrio, de cajas de cartón corrugado, de envases plegables, de etiquetas y cajas plásticas, y no se ha logrado avanzar lo necesario en la recuperación de algunos de estos envases. 

La industria mecánica mantiene bajos aprovechamientos de sus instalaciones, y problemas con el nivel técnico y la calidad. La producción de piezas de repuesto creció, pero no siempre se cumplieron los surtidos ni renglones de nuevos desarrollos que sustituyen importaciones en moneda convertible, lo que unido a un alto consumo provocaron erogaciones elevadas en divisas. 

En las construcciones, la baja eficiencia se manifiesta en la inmovilización de recursos y la pérdida de secuencia constructiva. Por el número elevado de obras abiertas se han incrementado las inversiones en proceso y se han incumplido los programas de terminaciones, principalmente por haberse incluido en los planes obras nuevas sin el necesario respaldo material y de capacidad constructiva. Hay atrasos en la documentación técnica, ha sido débil el desarrollo de la actividad inversionista en los organismos; los proyectos en muchos casos no se han acometido con la racionalidad necesaria, y también en las construcciones se han presentado problemas con la calidad de los materiales y las terminaciones. En cuanto al mantenimiento constructivo, los incrementos logrados no satisfacen las necesidades acumuladas. 

La eficiencia en la explotación de los ferrocarriles no alcanzó los niveles necesarios y la calidad del servicio de pasajeros aún es baja. En la carga transportada por automotor no se alcanzan tampoco los parámetros adecuados. El aprovechamiento del parque de equipos con que cuenta el país y su capacidad de carga, están por debajo de las posibilidades. 

También conspiran contra el aumento de la eficiencia económica la continua acumulación de inventarios de materias primas, materiales, piezas de repuesto y otros bienes; recursos inmovilizados debido principalmente a problemas de planificación y organización de los suministros. 

La todavía deficiente aplicación del principio del pago por el trabajo, se expresa en el elevado porcentaje de normas elementales, no técnicas, vigentes, en la introducción insuficiente del pago por cantidad y calidad de producto elaborado, y el sistema de premios y de primas no siempre responde a los resultados productivos finales de muchas empresas. En este sentido se ha manifestado una débil gestión administrativa. 

Uno de los problemas más serios que hemos confrontado ha sido la falta de integralidad en la planificación de nuestro desarrollo económico, particularmente en la concepción y ejecución del proceso inversionista, presidido esencialmente por iniciativas sectoriales, sin una adecuada dirección centralizada. No escasean los ejemplos: nuevas industrias y fomentos agropecuarios en zonas despobladas sin las viviendas necesarias para asentar la fuerza de trabajo; programas agrícolas importantísimos, como el del cítrico, donde todavía tenemos áreas sembradas sin regadío; sistemas de riego donde falta la estación de bombeo o la energía eléctrica para ponerla a funcionar; talleres e instalaciones sin las acometidas eléctricas correspondientes; áreas de viviendas terminadas sin las urbanizaciones, etcétera. Las inversiones portuarias se han rezagado en relación con el desarrollo del comercio internacional, y los demás eslabones de la cadena puertotransporte- econornía interna tampoco han crecido al ritmo necesario. Tenemos el caso del ferrocarril central, donde hemos invertido cientos de millones de pesos sin que su explotación sea eficiente por no haberse completado con las señalizaciones, centros de carga y descarga, estaciones, etcétera. 

No nos ha faltado financiamiento externo para acometer diversas iniciativas, pero estas no siempre han estado acompañadas de la racionalidad y la disciplina necesarias para aprovechar rápidamente los recursos invertidos. 

A pesar de los esfuerzos por borrar las desproporciones en el desarrollo económico-social de los diferentes territorios, aún persisten diferencias, en particular, en las zonas orientales. 

El apoyo a las regiones de montañas no ha tenido el alcance necesario para lograr el asentamiento de los campesinos y obreros agrícolas de esas regiones. En el trabajo científico-técnico, no ha habido el vínculo necesario para que los temas de investigación den soluciones concretas a los problemas principales de nuestra economía, ni la organización necesaria para evitar la duplicación de esfuerzos; se mantuvo la dispersión de investigaciones, todo lo cual ha dado por resultado que los modestos avances logrados no hayan correspondido a los recursos asignados. Se ha evidenciado que la introducción de logros científico-técnicos aún no cuenta con la priorización adecuada. En general, las especialidades de los grados científicos otorgados todavía no corresponden a las necesidades del país. 

Estamos atrasados en el desarrollo de la industria electrónica y solo recientemente se han dado los primeros pasos para introducir la técnica de computación en la educación, la salud pública, la investigación científica, el transporte, los procesos productivos, y aunque aumentó el procesamiento automatizado de datos en la esfera administrativa, todavía es insuficiente. A lo anterior hay que añadir que las técnicas modernas de gestión vinculadas estrechamente con el empleo de la computación no han tenido apenas desarrollo. 

El abastecimiento a la población, que se garantizó en los productos básicos, presentó inestabilidad en su comercialización poco flexible. Aunque se avanzó mucho en beneficio de los trabajadores con las áreas de autoconsumo en las zonas cañeras y de la agricultura en general y constituyó una iniciativa justa de la Revolución, se abusó del concepto, originándose incrementos de distribución, a veces excesivos, que los beneficiarios recibían también por otras vías. Se utilizaron tierras con este fin, en detrimento de las producciones fundamentales de las empresas. 

Los productos industriales de consumo personal, y en especial la ropa, el calzado, los muebles del hogar, las sábanas y toallas, han tenido una oferta insuficiente e inestable, problemas de variedad, surtido, tallas inapropiadas, mala terminación y diseños obsoletos y repetitivos, agravados por dificultades en la distribución que a veces ha sido irracional. 

En los servicios se producen manifestaciones de insensibilidad hacia los problemas de la población, un trato incompatible con los postulados de la Revolución, mala calidad en su prestación, actitudes administrativas poco exigentes que favorecen las irregularidades y demeritan el papel del Estado, y algunos horarios que todavía no se ajustan a las necesidades de los usuarios, agravando los problemas de una red insuficiente. 

La situación de los servicios de Ciudad de La Habana plantea serios problemas con el mantenimiento de la vivienda, las instalaciones de servicio público y la transportación de pasajeros. El abastecimiento de agua es deficitario, agravado por el desperdicio que se produce por el estado de las redes. El servicio telefónico tiene serias dificultades. El crecimiento del número de camas de asistencia médica en la capital, donde también se prestan algunos servicios nacionales, no ha tenido un ritmo adecuado. 

Continúan siendo burocráticos y excesivos los trámites que la población tiene que hacer para solucionar problemas simples de carácter legal. 

A pesar de los avances indiscutibles en la salud, la exigencia por la calidad en los servicios todavía es insuficiente. Aunque no son frecuentes los casos de negligencias, los mismos se producen; uno solo sería incompatible con los principios de la ética médica. La atención de los cuerpos de guardia de algunos hospitales, adolece de deficiencias en la calidad por la gran presión asistencial. En el personal auxiliar no se ha logrado una estabilidad adecuada. En algunos centros la higiene está por debajo de lo requerido. Se han adquirido equipos costosos cuya instalación a veces se demora. El mantenimiento es todavía insuficiente. No ha habido una producción estable de un conjunto de medicamentos, cuya distribución, además, ha tenido fluctuaciones. 

Aunque se ha elevado la conciencia sobre la necesidad de proteger el medio ambiente, la lucha contra la contaminación ha tenido un avance lento y el aprovechamiento necesario de los residuales solo se logra en un reducido número de instalaciones. 

Muchos de los sistemas de tratamiento no funcionan o lo hacen deficientemente, y en muchas instalaciones nuevas, imprevisoramente no se concibieron las inversiones complementarias para este fin. 

La calidad del proceso docente-educativo presenta aún deficiencias; una parte de las clases son calificadas todavía de regulares y malas, las notas en la libreta muchas veces sustituyen al libro de texto; algunos alumnos son promovidos sin los conocimientos debidos, en lo cual influyen determinados mecanismos existentes y otras causas. Los maestros y profesores tienen una sobrecarga burocrática que les resta posibilidad de atención al contenido básico de su tarea. Entre otros factores, los resultados docentes de los alumnos que pasan a la educación superior, indican dificultades en la articulación del sistema. El trabajo de inspección aún es insuficiente y se requiere mejorar el trabajo metodológico. Persisten dificultades en la educación formal, incluso en maestros, y manifestaciones incorrectas de conducta en algunos jóvenes, causadas por circunstancias directamente educativas y sociales. Hay laboratorios y talleres adquiridos sin montar o sin que se hayan puesto en funcionamiento, y en, muchos casos las instalaciones no se utilizan y su mantenimiento enfrenta serias dificultades. 

Las áreas deportivas no se aprovechan adecuadamente. 

A pesar de que ha mejorado, todavía es insuficiente la creación de hábitos y habilidades en los estudiantes de la educación superior, cuyo dominio de lenguas extranjeras es pobre, y su desarrollo cultural integral no es satisfactorio. El proceso de incorporación a la docencia de recién graduados sin experiencias prácticas es una dificultad señalable; solo en los últimos años se ha logrado incorporar a la docencia profesionales de la producción, y a la producción, personal de la docencia, pero aún no se ha logrado todo lo que al respecto se debe aspirar. 

No se aprovechan todo lo posible el potencial artístico y cultural del país, ni las instalaciones culturales. La divulgación de las actividades es aún insuficiente, así como el trabajo con niños y jóvenes. El trabajo de las instituciones culturales de la comunidad aún no tiene la repercusión debida. La vinculación de las manifestaciones culturales con los medios de comunicación ha sido débil. La falta de relación entre los elencos artísticos que pertenecen a la actividad de cultura y los de radio y televisión no ha contribuido al desarrollo del potencial artístico y creador. La política editorial tiene insuficiencias. La producción de títulos es baja. Por diversas razones subsisten problemas  relacionados con la programación de la exhibición en los cines. No todos los guiones de la producción cinematográfica alcanzan la calidad requerida. 

En cuanto al empleo, uno de los derechos fundamentales del pueblo, mientras en muchas partes del país hay escasez de fuerza de trabajo, existen excedentes en algunas regiones que deben ser especialmente consideradas en nuestros programas de desarrollo. 

El control de las plantillas administrativas y el trabajo para su reducción constante han adolecido de una debilidad generalizada en nuestro aparato estatal. Muchos trabajadores, técnicos en diversas especialidades, se dedican a trabajos poco útiles en distintas oficinas del Estado, lejos de puestos de trabajo en la producción y los servicios donde podrían brindar valiosos aportes, y desarrollarse como cuadros técnicos prometedores. 

Se trabajó tardíamente en la reglamentación de la política de cuadros, su implantación ha sido muy limitada. La preparación y la superación de los cuadros administrativos del Estado no se han organizado en una forma sistemática. 

Después del impulso inicial en la implantación del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía, no se trabajó consecuentemente en su perfeccionamiento. Se perdió iniciativa y no apareció la creatividad necesaria para adecuar mejor a nuestras condiciones específicas un sistema que, en buena medida, se tomó de la experiencia de otros países. 

Así, siguió predominando la atomización de empresas, y solo frente a la presión de ciertos ministerios se empezaron a organizar las primeras uniones de empresas, las cuales, en algunos casos, no están exentas de enfoques sectoriales o insuficiente integralidad, que deberán ser revisadas. Se mantuvo virtualmente estática una organización excesivamente centralizada del abastecimiento; se hizo poco para perfeccionar la organización del proceso del comercio exterior y aligerar su ejecución; tuvieron lugar indisciplinas en la concertación y cumplimiento de los contratos; se avanzó algo en cuanto a los mecanismos de estímulo, pero en forma disgregada y no como un sistema y no siempre constituyeron una real palanca económica; Ia estadística siguió siendo una recopilación exagerada de datos de uso discutible; el sistema de contabilidad presenta serias insuficiencias desde el registro primario; hasta muy recientemente no se empezó a avanzar hacia una participación real de todos los niveles administrativos y colectivos obreros en la elaboración del plan, cuya metodología se mantuvo inmutable, ni a disponer de un sistema articulado de control. 

Durante la mayor parte del quinquenio el presupuesto siguió siendo un instrumento pasivo, no regulador sino propiciador del gasto y los consumos sociales indebidos, desvinculados de los aspectos materiales del plan y poco severos con las empresas en cuanto a sus aportes al Estado. En general, fue pobre la exigencia en el cumplimiento de los mecanismos establecidos, por lo que a las propias imperfecciones de estos vinieron a sumarse, como factores erosionantes, la indisciplina y las tendencias sectoriales. 

Por otra parte no se ha sido selectivo, se ha pretendido tener una legislación universal para todos los casos. 

El Sistema de Dirección y Planificación de la Economía, en cuanto a la eficiencia de las empresas, puede ser un engaño completo si pretendemos resolver la rentabilidad de las mismas elevando los precios de los productos, la construcción y los servicios productivos. 

Algunos precios del mantenimiento, la construcción y el transporte, por mencionar solo algunos, son escandalosamente altos; esto solo sirve para encubrir la ineficiencia y el exceso de plantilla y gastos. Considero que tenemos mucho que aprender todavía en materia de eficiencia, y no debemos comportarnos como aprendices de brujos, es decir, aprendices de capitalistas. Si estas deficiencias no son superadas, el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía dejaría de ser un motor impulsor en nuestro desarrollo. Sobre los problemas que aún subsisten en el desarrollo económico y social del país, el Partido y el Estado han estado conscientes. Durante los días 22, 23 Y 24 de noviembre de 1984, en una reunión conjunta de los dirigentes del Partido, el gobierno y las organizaciones de masas, se profundizó en muchos de ellos y se adoptaron decisiones que han tenido ya gran repercusión en esta esfera de la actividad revolucionaria y la tendrán aún más en el futuro. 

El 4 de diciembre de ese año, en ocasión del Fórum Nacional de Energía, con gran franqueza y con argumentos largamente meditados, hicimos a nuestros cuadros políticos y estatales, y a todo el pueblo, un llamado a la realidad de la época y el mundo en que estamos viviendo, las privilegiadas circunstancias en que se desenvuelve la Revolución y los deberes más sagrados de la presente generación revolucionaria. 

Después de una razonada apelación al ahorro de combustible y materias primas, basada en sólidos e irrebatibles datos, señalamos una serie de principios básicos que deben regir nuestros esfuerzos futuros. 

Dijimos que en estos 25 años nuestro país había alcanzado extraordinarios avances en el campo social, pero que, a pesar de los incuestionables logros alcanzados también en la esfera productiva, estábamos absolutamente persuadidos de que el esfuerzo principal en los próximos 15 años había que hacerlo en el campo económico. 

Más adelante añadíamos: "Hay que darles prioridad absoluta a dos cosas en el programa de inversiones, pero entiéndase bien, prioridad absoluta a todas aquellas inversiones que ahorran importaciones de área convertible, o generan exportaciones en área convertible." 

Entre 1985 y 1990 "hay que diversificar las exportaciones y aumentarlas, por lo menos, en 500 millones de dólares al año... Hemos llegado a la conclusión de que las exportaciones [en convertible] se pueden incrementar no solo en 500 millones, sino tal vez en el doble, en 1 000 millones", expresamos en aquella ocasión, refiriéndonos a lo que se debe lograr en 1990. 

El otro principio estratégico esencial, precisamente el más esencial de todos, planteado en aquella ocasión fue el siguiente: 

"Si importante para nuestra patria fue el sistema socialista establecido por la Revolución, importante, decisiva era la existencia de la comunidad socialista y las relaciones que la Revolución estableció con ella, particularmente con la Unión Soviética, por la cooperación que pudimos recibir por los excelentes términos de intercambio económico que se han establecido con esos países. "Los productos que exportamos al área socialista -dijimos- adquieren mucho más valor; con ellos obtenemos combustible, materias primas, maquinarias, alimentos; de ello se deriva una obligación insoslayable, una obligación moral tremenda, que consiste en el cumplimiento estricto de los compromisos de entrega de mercancías que tenemos con los países socialistas: las entregas de azúcar, las entregas de níquel, las entregas de cítricos y las demás mercancías que enviamos a los países socialistas." 

En aquella intervención afirmamos con énfasis: "iNuestro problema es el desarrollo, nuestro problema es el futuro! ¡No podemos hipotecar el futuro por 10 metros más de tela per cápita!" 

Es decir que a partir de los importantes problemas materiales y sociales ya resueltos, no podíamos sacrificar el futuro por las ansias de consumo. 

Para finalizar, añadíamos: "Esto no significa renunciar a nada de Ios avances que hemos logrado hasta ahora; significa sencillamente optimizar nuestro esfuerzo, optimizar el uso de los recursos, nuestra organización, nuestros planes, nuestro programa; sencillamente optimizar mirando hacia el futuro, ese futuro que nos hemos ganado el derecho a conquistar, con el heroísmo, la valentía y la firmeza de nuestro pueblo." 

Días después, el 8 de diciembre, al finalizar el Congreso de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, hicimos una fuerte apelación a nuestra juventud para que hiciera suyos estos principios. 

Partiendo de los grandes logros que ya habíamos alcanzado en lo social y en lo que podríamos avanzar en ese campo, sobre todo en la calidad de los servicios de salud, educación, cultura y deportes, dijimos textualmente: " Ustedes van a tener muchas responsabilidades. ¡EI año 2000 es de ustedes, más que de nosotros! ¡El futuro es de ustedes!... Lo que hablamos hace unos días, les incumbe a ustedes más que a la actual generación. Pensar en el futuro, consolidar lo que tenemos, que es bastante, en lo social y desarrollar una estrategia en lo económico, inteligente, sabia, que garantice muchas más posibilidades en el futuro." y más adelante señalábamos: "Nosotros somos un país que no podemos ignorar nuestra historia: colonia durante más de 400 años, economía basada en la agricultura, neocolonia yanqui durante casi 60 años, que conquistamos nuestra libertad, nuestra independencia e iniciamos nuestro desarrollo!No podemos andar con fantasías en la cabeza, ni dejarnos llevar por la filosofía de la sociedad de consumo! Los jóvenes han de decirse a sí mismos: debemos tener lo que necesitamos: el libro que necesitamos, los materiales que necesitamos, para crecer, desarrollarnos física y mentalmente saludables y, sobre todo, capacitarnos para el futuro. Esa es la tarea de la juventud para tener un futuro, y ustedes tienen que ser abanderados de esas ideas, conscientes, muy conscientes de que hay que trabajar para el futuro e invertir para el futuro. No dejarnos llevar por los hábitos consumistas de las sociedades capitalistas desarrolladas que, entre otras cosas, mano tienen esos lujos a costa del resto del mundo, del hambre y de la muerte de cientos de millones de personas en el mundo." 

Ese mismo mes, el 28 de diciembre de 1984, en la Asamblea Nacional, reiterábamos insistentemente estas ideas y las ampliábamos: "Nosotros somos, hombres de honor y de vergüenza -decíamos-, y nuestro pueblo tiene un prestigio muy grande, un respeto muy grande y un cariño muy grande, conquistado en la comunidad socialista. Mientras más rigurosos seamos en el cumplimiento de nuestros compromisos, más posibilidades tenemos de contar con la voluntad, con el deseo y el entusiasmo de ayudarnos." 

Más adelante continuábamos expresando: "Dos hechos, en los últimos tiempos, han originado dos verdaderas revoluciones: uno, en la esfera de la defensa; y el otro, en la esfera de la economía." 

"Los resultados que ha tenido la revolución de las concepciones en la esfera de la defensa, los va a tener la revolución de las concepciones en la esfera de la economía, pero es necesario que estas concepciones sean de todo el pueblo. Aquella era la guerra de todo el pueblo y esta tiene que ser la batalla económica de todo el pueblo, la guerra económica de todo el pueblo." 

En aquella misma ocasión, explicábamos que se había creado el Grupo Central –integrado por los vicepresidentes del Consejo de Ministros y los ministros, con la participación de secretarios y jefes de departamentos del Comité Central y los presidentes de los órganos provinciales del Poder Popular-que, basado en estos principios y trabajando sin descanso, había reestructurado el plan de 1985, y que se haría lo mismo con el plan de 1986, el plan quinquenal y el plan perspectivo hasta el 2000. 

Habíamos iniciado así una etapa nueva y cualitativamente superior de la Revolución. Los métodos para confeccionar, controlar y ejecutar los planes con la participación de todos los organismos y sectores, desde el inicio mismo de su elaboración, han constituido un paso de avance considerable. 

El año 1985 fue, sin duda, el de mayor ahorro y eficiencia, y el de mejores resultados económicos de la Revolución; sin embargo, no es más que un comienzo. 

Una prueba de la seriedad y consecuencia de la nueva actitud, lo demuestra el hecho de que cuando en el mes de julio del año 1985 se conoció que la grave y prolongada sequía afectaría en 1 000 000 de toneladas de azúcar la producción de 1986, haciendo un enorme sacrificio nuestro país compró, en divisas convertibles, medio millón de toneladas para no dejar de cumplir nuestros compromisos con la URSS. Cuando meses después, próxima a iniciarse la zafra y ya listas para el corte las cañas, nos azotó severamente el huracán Kate, nuestro pueblo no vaciló en disponerse a realizar heroicos esfuerzos para cosechar hasta la última caña y producir hasta el último grano de azúcar que pueda ser recuperado. No podía esperarse otra actitud. 

El Grupo Central continuará trabajando. Las estructuras de los organismos del Estado continuarán siendo perfeccionadas. Los funcionarios deficientes continuarán siendo sustituidos. 

Se ha ganado conciencia de dificultades, trabas y deficiencias que pueden y deben ser resueltas; en especial, la necesidad de un trabajo ágil, enérgico y tenaz. No habrá la menor tolerancia con la indolencia, la negligencia, la incapacidad y la irresponsabilidad. La etapa de aprendizaje debe quedar definitivamente atrás; es hora de aplicar ya a plenitud el enorme cúmulo de experiencia y conocimientos adquiridos en los años de la Revolución. ¡Ello supone la consagración y entrega total! 

El quinquenio 1986-1990 

En el quinquenio 1986-1990, nos proponemos crecer a un ritmo que se aproxima al 5% anual, meta que podemos plantearnos a pesar de la desfavorable coyuntura mundial, gracias al carácter de nuestras relaciones económicas con el campo socialista. 

Las exportaciones crecerán a un promedio anual del 5%, mientras las importaciones lo harán solo al 1,5%. 

Se mantendrá la política de reducción del consumo de los portadores energéticos. A ese fin, se ha elaborado un programa nacional para el ahorro y uso racional de la energía, que abarca 10 grandes esferas de acción y 34 temas principales, lo que nos permitirá en 1990 consumir 10% menos de combustibles derivados del petróleo que lo que consumiríamos con los índices de consumo de 1985. 

La elevación de la eficiencia económica se obtendrá fundamentalmente por el aumento de la productividad del trabajo, que crecerá a un ritmo de 3,5% promedio anual, sobre la base de una organización del trabajo superior, que descansará en la extensión de las brigadas permanentes e integrales y el desarrollo del cálculo económico a nivel de estas. 

En este quinquenio, que es el que coincide con el de mayor crecimiento de los recursos laborales, se prevé mantener un elevado nivel de empleo. 

El plan incluye fuertes reducciones en los índices de consumo de materiales tales como: metales ferrosos, pulpa, papeles y cartones, madera aserrada, resinas plásticas, materias primas para pienso, neumáticos y cámaras, barras de acero y cemento, basadas en la aplicación de un conjunto de medidas organizativas y técnicas que deberán reducir en un 5,9% el costo por peso de producción mercantil. 

Se comenzarán a ejecutar los programas científico-técnicos, que han sido organizados con el fin de dirigir y concentrar los recursos científicos del país para solucionar los problemas económicos más importantes y estratégicos. 

No menos importancia concederemos a garantizar el aporte que deberá hacer nuestro país al Programa integral del progreso científico-técnico hasta el año 2000, recientemente adoptado por el CAME con vistas a unir esfuerzos en la tarea común de intensificar la producción de manera radical, lo que tiene no solo importancia económica, sino también un gran significado político. 

Se destinarán 23 140 millones de pesos a inversiones en la esfera estatal civil. Es decir 29% por encima del anterior período. De ellos el 45% estará destinado al sector industrial. 

Para establecer las principales líneas de desarrollo, se han venido examinando de forma integral las ramas y actividades productivas fundamentales del país, con la colaboración de cerca de 300 especialistas de alto nivel, lo que ha propiciado una mayor integralidad del plan. 

Entre los programas de desarrollo analizados, se encuentran los de derivados y subproductos de la caña, tabacos, cítricos, arroz y otros granos, café y cacao, ganadería porcina, industria farmacéutica y biofarmacéutica de uso veterinario, producción de piensos, suelos, hidráulica, camaronicultura, pesca de plataforma y astilleros para esa industria, turismo internacional, electrónica y computación, siderurgia, gases industriales, prospección y extracción de petróleo, jabones y detergentes, recuperación de materias primas, envases y embalajes, aseguramiento metrológico, comunicaciones internacionales, telefonía en Ciudad de La Habana y servicios básicos a la población. 

La producción de azúcar deberá crecer en total un 15%. La capacidad potencial de molida diaria se incrementará en 5 700 000 arrobas, fundamentalmente por la ampliación de los actuales centrales, a los que se añadirán tres nuevos. 

La agricultura cañera deberá alcanzar no menos de 75000 arrobas por caballería; y un 28% del área contará con riego. 

Se destinará el grueso de las inversiones para la producción de azúcar crudo en la reposición y ampliación de la industria existente, y, sobre todo, a la infraestructura agrícola que asegure la oferta cañera. Se contempla la terminación de más de 23000 viviendas en el sector, sin contar la parte correspondiente a las cooperativas cañeras. 

Se proyecta un desarrollo acelerado de los derivados de la caña, fundamentalmente los destinados a la alimentación animal: miel urea, miel proteica, bagacillo predigerido, pajumel, cachaza, residuos verdes, levaduras torula y sacharomyces. También crecerán en medida apreciable las producciones de tablero de bagazo, resina urea formaldehído, y alcohol; comenzará a producirse levadura de consumo humano. Además, en el quinquenio se iniciará la construcción de plantas de furfural, lisina y ácido cítrico, cuyas capacidades se pondrán en explotación después de 1990. 

La agricultura no cañera crecerá a un ritmo promedio anual de 4.5%. 

La producción de cítricos se duplicará nuevamente en el quinquenio, pasando de 732 000 toneladas en 1985, a 1400 000 toneladas en 1990, para un ritmo de crecimiento promedio del 13,9% anual. 

El tabaco crecerá al ritmo de 6%; el café al 7%; el arroz cáscara, al 4,4%; las viandas y hortalizas, al 6,0%; la leche, al 4%; la carne porcina, al 8%; los huevos, al 1,8% , y la carne de ave sacrificada, al 1,5% . 

Se construirán 30000 viviendas en empresas agrícolas para el asentamiento de la fuerza de trabajo. La industria alimenticia crecerá a un ritmo del 3% anual. La producción de conservas de frutas cítricas para la exportación, crecerá al elevado ritmo promedio de 35%. aproximadamente. 

La elaboración de cervezas, refrescos y bebidas alcohólicas se incrementará a la tasa anual del 7%, 11 % Y 2,5%, respectivamente. 

Crecerá la pesca, de 220 000 toneladas en 1985, a 248000 en 1990. Se ha iniciado el desarrollo del cultivo del camarón, previéndose alcanzar por este concepto alrededor de 8000 toneladas en 1990. 

La generación de energía eléctrica tendrá un crecimiento promedio del 4,3% anual. El índice de consumo bajará, de 260 gramos de petróleo combustible por kilowatt-hora, a 240 gramos. El conocimiento geológico nacional se elevará del 32% en 1985 al 50% en el año 1990. 

La extracción de petróleo alcanzará los 2 000 000 de toneladas, y crecerá la refinación de petróleo crudo un 30% respecto al quinquenio anterior. 

El gas licuado y el manufacturado crecerán 32% y 21%, respectivamente. Con la nueva planta de Punta Gorda, la producción de níquel más cobalto crecerá a un ritmo del 14% anual. Crecerá la producción de acero, en 1990, 57% en relación con 1985. 

La industria mecánica crecerá al ritmo promedio anual de 9,3%; la fabricación de piezas de repuesto lo hará al 8%, y la recuperación al 10%. 

La industria electrónica deberá registrar un salto importante en este quinquenio: se desarrollará la producción de microcomputadoras, se ampliará la de displays y se introducirá la de teclados alfanuméricos; se consolidará la base técnico-productiva de la fábrica de semiconductores; se crearán capacidades y se desarrollará la producción de materias primas y materiales con destino a esta industria. También se incrementará y diversificará la producción de aparatos, mobiliario y equipos de uso médico, se ampliará la producción de televisores en colores y la de equipos de comunicaciones. El desarrollo en este campo se basa fundamentalmente en una amplia cooperación e integración con los demás países socialistas. 

La producción de fertilizantes crecerá, en su conjunto, 30% en relación con el anterior quinquenio. La producción de neumáticos nuevos y cámaras crecerá a un ritmo del 5% anual. 

En la industria de celulosa, papel y cartón, se proyecta un crecimiento total de aproximadamente el 40% respecto a 1985. 

En la producción de envases se ha adoptado como estrategia el desarrollo preferencial de las líneas de papel y cartón y de vidrio -sobre la base del suministro de materias primas nacionales-, y las de plástico en segundo orden, propendiendo a la sustitución de envases metálicos y textiles. Con este fin se ha previsto ejecutar un importante número de inversiones en plantas y líneas de producción de cajas de cartón corrugado, sacos multicapas, bolsas y cartuchos industriales, envases redondos, latas compuestas, tambores de fibras, plegables, etiquetas y habilitaciones, moldeados de celulosa, envases de vidrio, frascos plásticos, tapas metálicas, tubos comprimibles, materiales flexibles; películas, bolsas, tapas y cajas plásticas, y nuevos tipos de sacos con tejidos o mallas sintéticas. La producción de materiales de construcción crecerá a un ritmo promedio anual del 4%. 

La exportación de mármol elaborado en 1990 crecerá cuatro veces en relación con el nivel alcanzado en 1985. 

La producción de muebles sanitarios crecerá 70% en 1990 en relación con 1985. El ritmo de crecimiento del sector del transporte será alrededor del 5%, promedio anual. 

Continuará el programa inversionista del ferrocarril central: el esfuerzo en nuevas explanaciones continuará, pero fundamentalmente se prevé terminar un apreciable número de centros de carga y descarga, y avanzar notablemente en la ejecución de las señalizaciones y la construcción de estaciones y nudos ferroviarios. 

La flota mercante alcanzará, en 1990, un peso muerto de 1360000 toneladas, con la incorporación de 35 nuevos buques. 

Se proyecta recibir en el quinquenio 1 200 000 turistas, prácticamente el doble de los del quinquenio anterior. 

Con este objetivo, el plan quinquenal prevé un ambicioso programa inversionista, que se concentra esencialmente en los polos turísticos de Ciudad de La Habana, Varadero y Cayo Largo, comprendiendo tanto el remozamiento de capacidades existentes, como la construcción de nuevos hoteles y obras de infraestructura. 

Continuará en ascenso el nivel de vida de la población, moderadamente en cuanto a la cantidad de bienes, pero con énfasis en el mejoramiento de su calidad y en la prestación de servicios. 

El fondo de consumo de la población experimentará un incremento sostenido del 3,9 % anual, como promedio. 

En 1990, se alcanzará un consumo diario aproximado a 3 100 calorías y 83 gramos de proteínas per cápita. La producción de hilaza y tejido crecerá a un ritmo promedio anual del 12%. 

A pesar de la política que se está llevando a cabo de diversificar e incrementar las exportaciones y de darle prioridad al desarrollo sobre el consumo, que se aplicará rigurosamente en el quinquenio, el consumo per cápita de tejidos de uso personal y doméstico se incrementara en 6,5 metros cuadrados para 1990 en relación con 1985, lo cual se reflejará en el aumento de disponibilidad de ropa exterior, interior y ajuares de casa. Este incremento ayudará a satisfacer necesidades de la población no cubiertas totalmente. 

La exportación de confecciones, de 12 000 000 de prendas en 1985, incluida la venta en nuestro propio país a turistas, cuerpo diplomático, etcétera, deberá pasar, a 75000000 en 1990. 

La producción de calzado casi se duplicará en 1990, respecto a 1985 . Se distribuirá gas licuado a 235000 nuevos núcleos en el quinquenio, y gas manufacturado a otros 74000. 

No menos de 325000 nuevas familias, incluidas las viviendas de nueva construcción en ciudades y campos, recibirán los servicios eléctricos. 

Se construirán por el Estado 185000 viviendas, es decir, unas 60000 más que en el pasado quinquenio, y 15000 por las cooperativas agropecuarias. 

Las viviendas de construcción estatal se destinarán a respaldar principalmente los programas inversionistas priorizados, los desarrollos agroindustriales, y una parte se asignará para mantener niveles adecuados en Ciudad de La Habana y Santiago de Cuba. 

A esto se unirán no menos de 180 000 viviendas que serán construidas por esfuerzo propio, lo que llevará a casi 400 000 el número total que se construirá en el quinquenio. 

Se duplicará la producción de muebles del hogar en 1990 en relación con 1985.  Serán modernizadas las fábricas de colchones de muelles, con lo cual podrá satisfacerse la demanda proyectada para 1990. 

La producción de jabón de tocador crecerá al ritmo promedio anual de 13%, el detergente doméstico, también,13% y la crema dental casi un 8 %. 

Se asignarán más de 13000 ómnibus al transporte urbano, suburbano e intermunicipal, incluidos los que se destinarán a escuelas, fábricas y otros usos en todo el país. Todos los ómnibus urbanos serán de 11 metros, salvo 500 articulados de mayor dimensión; una parte importante de los suburbanos e intermunicipales también serán de 11 metros. 

El resto de los ómnibus será de 9 metros. Se entregarán 500 ómnibus de doble tracción al transporte rural en las montañas y 150 ómnibus especiales para el servicio de ómnibus nacionales. 

Una parte apreciable de los ómnibus que recibirán las provincias tendrán motor diesel, lo que supondrá ahorros de combustible de cierta significación. 

Estas incorporaciones durante el quinquenio sustituirán gran parte del parque obsoleto existente, mejorando su estado técnico, lo que permitirá brindar un mejor servicio. 

El transporte urbano de pasajeros es explotado en exceso; hay usuarios que toman el transporte para viajar unas pocas cuadras. Habiéndose incrementado el precio internacional del combustible hasta 14 veces y no menos de cuatro veces el valor de los equipos, el precio del transporte urbano se mantiene igual en nuestro país hace 20 años, y es incluso inferior al que existía al triunfo de la Revolución, lo que hace imprescindible revisar las tarifas de transporte urbano para hacer más racional, más económico y más útil la enorme cantidad de equipos, recursos materiales y humanos que la economía dedica al transporte. Se instalarán en el quinquenio 185 000 nuevos aparatos telefónicos. En Ciudad de La Habana se pondrán en explotación cuatro nuevas centrales y se ampliarán otras cuatro con un total de 47120 líneas y 58900 nuevos aparatos, que no podrán, sin embargo, satisfacer la elevada demanda. 

Las camas de asistencia médica por cada 1 000 habitantes pasarán de 5,4 en 1985 a 6,2 en 1990; ese año habrá 1 médico por cada 284 habitantes, y 1estomatólogo por cada 1509. 

Durante el quinquenio se incorporarán no menos de 8000 nuevos médicos y 8000 enfermeras al programa del médico de la familia. 

Se terminarán alrededor de 27 hospitales, 45 policlínicos, 12 clínicas estomatológicas, 87 instalaciones para la atención de ancianos y 26 hogares de impedidos. 

En la Ciudad de La Habana se incrementarán alrededor de 4000 nuevas camas en terminaciones, ampliaciones y remodelaciones de hospitales, entre los cuales se destacan: "Miguel Enríquez", "Julio Trigo", "Calixto García", "Salvador Allende", "Frank País", "Albarrán", "Flnlay". "Díaz Soto" y el nuevo pediátrico de Marianao. 

La producción de medicamentos se incrementará en relación con el anterior quinquenio en el 65%, y su exportación se duplicará en 1990 con respecto a 1985. 

En la educación tendrá lugar un cambio en la estructura de la matrícula, como consecuencia de la modificación de la pirámide de edades, ya que la población de 0 a 4 años y mayores de 17 aumenta, mientras que la de 6 a 17 años disminuye, por lo que el plan de inversiones en nuevas capacidades tomará en cuenta estas circunstancias. 

El índice de alumnos en la educación superior será similar al de 1985, que alcanzó 35 estudiantes por cada 1 000 habitantes mayores de 17 años. 

Más de 8500 lunetas de cine serán incorporadas hasta 1990, el 50% de ellas en las provincias orientales, y más de 5 000 en teatros y salas de teatro. 

Para revitalizar el trabajo relativo al Sistema de Dirección de la Economía, se ha decidido crear una comisión nacional adscripta al Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, que se dedicará a velar por la aplicación del sistema y su perfeccionamiento. La comisión que se crea tendrá el carácter de un organismo independiente y su jefe será ministro, para ejercer la función de centro de dirección, coordinación, promoción y control de todas las tareas relacionadas con los métodos y mecanismos de dirección. 

Esta comisión estará integrada por representantes de los diferentes organismos del Estado, a los efectos de debatir y analizar colectivamente y de forma integral los problemas relacionados con el sistema, y lograr, de esta forma, una estrecha coordinación entre todos los factores que participan en la dirección de la economía nacional; contará, además, con un grupo de especialistas de alta calificación y experiencia. 

Ya se está trabajando en la reforma de precios mayoristas, con vistas a su implantación en el quinquenio. 

La estrategia de desarrollo hasta el 2000 

El plan 1986-1990, que hemos expuesto a grandes rasgos, se ajusta a la estrategia de desarrollo hasta el año 2000, la cual se continúa profundizando, a la vez que se procede a la más amplia coordinación de planes a largo plazo con los países socialistas. 

Dicha estrategia tiene como objetivo fundamental, en lo económico, la aceleración del proceso de industrialización del país. 

Los factores determinantes del desarrollo económico futuro y del proceso de industrialización, exigen el incremento y diversificación de las exportaciones; la sustitución de importaciones, particularmente del área capitalista; el fortalecimiento de la integración interna de la economía; el aprovechamiento de los recursos naturales; la elevación de la eficiencia de la producción social con el ahorro de todos los recursos, en especial los importados; la recuperación y el reciclaje de materias primas en asociación con la protección del medio ambiente; la movilización de los inventarios de mercancías; la integralidad del proceso inversionista y su priorización en función de su efecto sobre la balanza de pagos; la concentración en el número de obras en ejecución para disminuir las inversiones en proceso y acelerar su puesta en explotación, y basar con rigor los incrementos del nivel de vida únicamente sobre el desarrollo real y los recursos propios. 

Se profundizará nuestra integración económica socialista en los marcos del CAME. Se dará mayor énfasis al desarrollo preferente de la industria mecánica y electrónica, la industria ligera, la industria farmacéutica y biotecnológica, y a los derivados de la caña de azúcar, como bases importantes para la generación de nuevos fondos exportables. Se fomentará el turismo internacional como importante fuente de divisas. Se intensificará el desarrollo agropecuario, asegurando que la explotación intensiva de la tierra y la elevación de los rendimientos, devengan la fuente principal del crecimiento de las exportaciones tradicionales de este origen, así como la satisfacción cada vez más plena de los requerimientos nutricionales en la alimentación de la población. 

Se priorizarán las medidas orientadas al ahorro y uso racional de los portadores energéticos y demás recursos materiales, así como la óptima utilización de las capacidades productivas, que deben ser modernizadas con preferencia a las inversiones en nuevas instalaciones. Se adecuará el desarrollo científico-técnico a las necesidades de la economía, al fomento de las ciencias y tecnologías nucleares de uso pacífico, de la biotecnología, de la electrónica y las técnicas de computación, así como de otras ciencias de avanzada, que serán las bases del progreso futuro del país. Se prestará la debida atención al desarrollo del diseño industrial. 

Todos los esfuerzos tienen que conducir al incremento sostenido de la productividad del trabajo -a la par que aseguramos el pleno empleo de los recursos laborales-, a la reducción de los costos y al aumento de la rentabilidad de las empresas; en suma, a la eficiencia. 

La estrategia recoge la experiencia de la Revolución durante más de 25 años, las ideas y conceptos adoptados por el Partido y el gobierno en diciembre de 1984, los lineamientos económicos y el Proyecto de Programa del Partido, que se analizarán en este Congreso. 

LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS Y LA DEFENSA DE LA PATRIA 

Garantizar la defensa de la patria, sin lo cual no podríamos siquiera hacer un recuento del trabajo de nuestro Partido y nuestro pueblo, ni pensar en planes quinquenales y perspectivos, constituyó, en estos últimos cinco años, uno de los esfuerzos más intensos, heroicos y fructíferos. 

Dentro de las limitaciones que la discreción impone al hablar de este tema, señalando exclusivamente lo que se pueda señalar y revelando solo datos que se puedan revelar, entre muchos avances, enumeraré los siguientes: 

En el quinquenio se materializó y enriqueció considerablemente nuestra concepción de la guerra de todo el pueblo, adecuando a la misma nuestra doctrina militar. 

Sobre la base de estos nuevos conceptos se han puntualizado y precisado los planes de tiempo de guerra en todos los niveles de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y para todo el país. 

Se perfeccionó la estructura orgánica de las grandes unidades de las tropas regulares de las FAR, lo que hace posible contar con formaciones de respuesta rápida, permanente disposición combativa, elevada mecanización, gran poder de fuego, alta capacidad de maniobra e independencia para librar acciones combativas hasta nivel de pequeñas unidades. 

Las tropas de la DAAFAR y las fuerzas de la Marina de Guerra Revolucionaria, con la introducción de armamentos y técnicas más modernos, han mejorado cualitativamente las posibilidades de dar una rápida respuesta al enemigo. 

Se llevó a cabo el perfeccionamiento del sistema de movilización de las FAR, habiéndose reducido considerablemente las cantidades de armamento a evacuar, así como la transportación del personal a grandes distancias, lo que aumenta la vitalidad de las tropas ante una agresión sorpresiva, permite reducir en varias horas los plazos para la puesta en plena disposición combativa de las unidades y ahorra importantes recursos. 

Se trabajó, conjuntamente con los organismos del Estado, en la organización de cientos de formaciones especiales de diferentes tipos, para un empleo más racional y coherente de las fuerzas y medios con que cuenta la economía. 

Más de medio millón de reservistas han sido preparados, tanto de forma individual como en composición de pequeñas unidades, para elevar la calidad, facilitar la reagrupación y mejorar el adiestramiento de las tropas regulares. 

Durante el quinquenio cumplieron misiones internacionalistas más de 100 000 compatriotas, reincorporándose a nuestra reserva importantes contingentes con mayor preparación y muchos de ellos con experiencia combativa. Se perfeccionaron y cumplieron los programas de preparación de las tropas, de estados mayores y de los centros de enseñanza militar, acorde con la concepción de la guerra de todo el pueblo y con el objetivo de lograr una preparación más integral, que los capacite para librar las acciones combativas en condiciones de superioridad tecnológica del enemigo y los adiestre en las acciones combinadas de lucha, o sea, regulares e irregulares. 

Se creó y desarrolló el sistema de preparación de unidades especiales en numerosos centros creados con este fin que han instruido decenas de miles de efectivos de tropas regulares y de las Milicias de Tropas Territoriales. 

Se ha trabajado para la incorporación de la mujer al Servicio Militar Activo y en grado ascendente en su promoción como oficial. 

Durante el quinquenio egresaron de los centros de enseñanza militar, dentro y fuera del país, mas de 7 000 nuevos oficiales. 

En el mismo período, 200 oficiales obtuvieron la candidatura a doctor en ciencias. Se vinculó el Servicio Militar con la enseñanza superior, y se crearon nueve preuniversitarios militares, lo que posibilita nutrir las universidades con un número creciente de jóvenes procedentes del Servicio Militar, que durante sus estudios se preparan también como oficiales de la reserva. En los últimos años, más de 5 000 jóvenes ingresaron en las universidades por esa vía. 

Cumpliendo los acuerdos del anterior Congreso, se continuó mejorando las condiciones de vida y de trabajo de los oficiales. Merece destacarse en este sentido la construcción de 20 840 viviendas en el quinquenio. No obstante, aún persisten grandes necesidades, especialmente en Ia región occidental del país, que es la de mayor densidad en la defensa. 

En el período, se duplicó la capacidad de reparación del armamento y la técnica. 

En cooperación con la economía nacional, se dieron los pasos necesarios para el desarrollo y producción de armas ligeras de diversos tipos. 

Se introdujo, además, la construcción de armamento rústico para las zonas de defensa, municipios y provincias. 

La Sociedad de Educación Patriótico-Militar ha hecho un gran esfuerzo en la preparación patriótico-militar de nuestros jóvenes, y cuenta con casi 220 000 miembros agrupados en 5 824 organizaciones de base. 

El Ejército Juvenil del Trabajo realizó un considerable aporte a la economía, suministrando aproximadamente 40 000 000 de toneladas de caña a los centrales azucareros. Sus unidades están organizadas en formaciones combativas de batallón y compañías armadas. Todos sus miembros cumplieron su plan de preparación combativa especial. 

Se prepararon más de 70 000 oficiales para las Milicias de Tropas Territoriales. En 1984 se había terminado de preparar el ciento por ciento de las unidades formadas en la primera etapa de esta colosal fuerza. 

En el breve período de cinco años, se organizaron en unidades de combate, se prepararon y se equiparon casi un millón y medio de hombres y mujeres del pueblo para incorporarlos, a través de las Milicias de Tropas Territoriales, a la defensa del país. 

En el año 1985, comenzaron a recibir la preparación previa los jóvenes estudiantes de 14 y 15 años, constituidos en pequeñas unidades de reserva. Hasta la fecha, la incorporación voluntaria a las unidades de reserva de esos jóvenes autorizados por los padres, asciende a casi 150 000, lo que da una idea de la incorporación masiva y total del pueblo a la defensa de la patria. 

Las armas y las municiones de las Milicias de Tropas Territoriales se encuentran ampliamente desconcentradas, lo que eleva considerablemente la protección de las mismas y disminuye los plazos de movilización de las unidades. 

En 1984 se organizaron las zonas de defensa en todo el país y todas alcanzaron la condición de listas para la defensa, al igual que en los 169 municipios. 

Todos los miembros de los consejos de defensa de zona recibieron cursos de preparación. 

Se han preparado, igualmente, más de 100 000 jefes, segundos jefes y otros cuadros de las brigadas de producción y defensa. 

Podemos afirmar que está organizado casi un 80% del potencial combativo de nuestra población, es decir, hombres y mujeres en capacidad física de combatir, independientemente de la edad, y existen los medios para su participación activa en la defensa. 

Millones de armas de todo tipo, a las que se unen millones de granadas, minas antitanques y antipersonales y la mayoría adquiridas en el exterior o producidas en el país en solo cinco años, constituyen nuestro arsenal de medios de combate. A esto se suma una inmensa cantidad de diferentes armamentos rústicos, pero efectivos, que nuestro pueblo aprendió a fabricar. 

Un esfuerzo notable se llevó a cabo en la preparación de los cuadros del Partido y del Estado en todos los niveles. Más de 100 000 han recibido cursos de entrenamiento para sus misiones, los que unidos a los de las Milicias de Tropas Territoriales, los de las brigadas de producción y defensa y otros, hacen un total de •aproximadamente 300000 cuadros preparados para las distintas misiones en estos años. 

Todos los consejos de defensa de las provincias, los municipios y sus estados mayores, cuentan con los puestos de dirección principal y de reserva, y tienen preparados sus órganos de trabajo. 

Se perfeccionaron y consolidaron las estructuras del Partido y de las organizaciones de masas para tiempo de guerra. 

Está elaborado y en proceso de perfeccionamiento el Plan Único de Comunicaciones del país, para asegurar la dirección en esa situación. 

Se ha avanzado en la automatización de los procesos de mando de los estados mayores con el empleo de técnicas de computación. 

Se mejoró sustancialmente el sistema de aviso en todo el país, con la instalación de sistemas automatizados. 

Se inició la organización de la defensa antiaérea popular. 

Durante el quinquenio 1981-1985, el acondicionamiento operativo en el teatro de operaciones militares se encaminó a incrementar la protección de las tropas, el mando, la técnica, el armamento y las reservas de todo tipo. 

Se elaboraron los planes directores y se trabajó sistemáticamente en el acondicionamiento de las bases de apoyo en regiones protegidas. 

Se garantizó la total desconcentración de las tropas permanentes de las FAR, fundamentalmente la técnica y el armamento, así como la protección del personal. 

Se avanza en la tarea de acondicionar el sistema defensivo de las grandes unidades. 

Se ha trabajado en la construcción y preparación de decenas de miles de obras protectoras para la población y los trabajadores en los territorios y objetivos económicos del país que continuarían la producción y los servicios en tiempo de guerra. 

Se estructuró la producción agropecuaria del país en esa coyuntura. 

Las reservas de combustible de las Fuerzas Armadas se encuentran desconcentradas, enmascaradas y en diferentes niveles de dirección. 

Se organizaron las formaciones espeleológicas para tiempo de guerra de provincias, municipios y se preparan las de zonas de defensa. 

Por último, en las 16 escuelas vocacionales militares "Camilo Cienfuegos", se graduaron 9 447 alumnos en el quinquenio. 

El enemigo no nos encontrará desorganizados, desarmados ni desprevenidos. Lo que se ha hecho en tan breve tiempo es impresionante, demuestra la capacidad de organización y movilización de nuestro pueblo. Este pequeño país no se dejó intimidar por la potencia imperialista más poderosa de la Tierra, y ha sido capaz de crear las condiciones para infligirle una bochornosa derrota si se lanzara a una agresión sobre nuestra patria. 

Había germinado vigorosamente la tradición creada por los combatientes solitarios del Granma cuando creyeron y demostraron, después de Alegría de Pío, que mientras exista un hombre empuñando un fusil y una idea justa la guerra no se ha perdido. 

La consigna de ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!, no era una frase vacía. Las generaciones que en el siglo pasado iniciaron y prosiguieron la gesta de nuestra independencia, estarían orgullosas del pueblo que hoy defiende sus banderas, sus ideas y su ejemplo. 

Cuando se escriba la historia de nuestra época, aun cuando no tuviéramos que pasar por la dura prueba de una batalla total frente a una agresión imperialista, estos años quedarán entre los más gloriosos que ha vivido nuestra patria. Y aun el mismo hecho de que no tuviéramos que pasar por esa prueba, estaría demostrando que fuimos capaces de hacer reflexionar al imperio. 

No podrá olvidarse nunca tampoco la generosidad y rapidez con que la Unión Soviética dio respuesta a nuestras nuevas necesidades de armamento, con lo que al lado del heroísmo se escribió también una brillante página de internacionalismo. 

Con el mismo ritmo, energía y decisión, seguiremos fortaleciendo nuestra defensa en los próximos años, para hacerla cada vez más sólida e inexpugnable. 

Podemos repetir hoy, con mucha más lógica, más justificación y más fuerza que nunca, lo que ya dijimos en el Primer Congreso del Partido: "Mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el pueblo les prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que los que olvidan este principio no sobreviven al error." 

EL MINISTERIO DEL INTERIOR 

A las fuerzas de seguridad y orden interior les corresponde la doble tarea de defender el proceso revolucionario en dos vertientes: combatiendo las actividades contrarrevolucionarias del imperialismo y sus agentes, y combatiendo el delito. 

Los órganos de seguridad continuaron incrementando su capacidad de respuesta, y lograron neutralizar las actividades enemigas de forma oportuna y eficaz; desarrollaron sus experiencias, elevaron su capacidad técnico-profesional y estrecharon los lazos indisolubles con el pueblo, quien les ha brindado siempre su calor, su apoyo y su confianza. 

A lo largo de más de 25 años, los órganos de seguridad dieron siempre el máximo de sí, sus hombres fueron capaces de realizar cualquier sacrificio y cumplir cualquier misión, por duro que fuese aquel o arriesgada esta, creando una tradición legendaria de eficiencia y éxito en el enfrentamiento al enemigo. Esa tradición se mantiene y se continuará enriqueciendo. 

A medida que la Revolución se consolidó, una mayor atención del Ministerio del Interior pudo ser concedida a los problemas de orden interior y a la lucha contra el delito. 

En el período que analizamos, una parte importante de su esfuerzo se encaminó a ese objetivo. 

En las condiciones en que desarrollamos la edificación del socialismo, en la cercana vecindad de la potencia imperialista más poderosa, no podemos subestimar las conductas antisociales, aun cuando no tengan un origen político. Por otra parte, el esfuerzo que se lleva a cabo para profundizar y desarrollar la obra moral de la Revolución, así como garantizar el bienestar de nuestro pueblo, como promete a una labor de previsión y de respuesta consecuente a tales conductas. Esta responsabilidad concierne a toda la sociedad, y es compartida por los organismos del Estado y las organizaciones políticas y de masas. 

En estos años se han adquirido, profundizado y ampliado nuevas experiencias para contrarrestar tales conductas, que van desde desajustes familiares, simples indisciplinas y desacato a las normas de convivencia social, hasta hechos francamente delictivos. La conclusión esencial es que el enfrentamiento a ellas debe tener como sostén básico el principio de la prevención y la profilaxis, sin excluir el tratamiento con rigor y firmeza de aquellos casos que así lo requieren. 

La evaluación y el tratamiento correcto de estos problemas han permitido plantearse la ejecución de una política de reincorporación a la sociedad de ciudadanos que hayan cometido delitos de poca peligrosidad, o que lo hicieron por primera vez, y han observado una conducta que los hace acreedores de esa oportunidad. 

En estos años, al prestárseles mayor atención a las actividades económicas, se pudieron percibir algunos síntomas de relajamiento y hasta manifestaciones aisladas de fraudes y desvíos de recursos en el sector de la red minorista del comercio, la gastronomía y otras actividades del sector de los servicios, que fueron enfrentados resueltamente. 

La experiencia más importante extraída del tratamiento de esta situación, es que no solo las medidas penales son las más efectivas; ni las que deben prevalecer para combatirlas, sino la acción preventiva, las sanciones administrativas, cuando estas correspondan, el fortalecimiento de los controles, la disciplina y las responsabilidades de los funcionarios de la administración y, en general, de todos los trabajadores, así como la selección del personal, y el desarrollo y profundización de un sostenido trabajo político e ideológico a llevar a cabo en esos sectores. 

El Ministerio del Interior continuó su lucha tenaz e incansable para disminuir los accidentes de tránsito, que cuestan vidas, lesiones a los ciudadanos y daños a los bienes del pueblo; ordenar, racionalizar, facilitar y garantizar la circulación de vehículos y la seguridad de las personas; prevenir y combatir los incendios, con el esfuerzo muchas veces heroico, y siempre rápido y eficiente, de los hombres encargados de esa tarea; prevenir y contrarrestar los hechos, negligencias e irresponsabilidades que afecten la economía, o dañen los recursos del pueblo; cooperar con los tribunales de justicia en la aplicación de la ley; llevar a cada hogar y a cada compatriota la seguridad y la confianza. 

En nuestras costas y cayos, sin importar la lluvia, los insectos, el calor o el frío, montan guardia día y noche hombres cuyas pupilas nunca se apagan en su permanente alerta frente al enemigo. 

No son pocas las actividades del Ministerio del Interior. Su batalla es constante y diaria. 

Le corresponde la dura tarea de llamar la atención, enfrentarse y corregir, día a día, todo lo que no se ajuste o no se corresponda con el comportamiento social adecuado, desde el que acelere el pedal de un vehículo hasta el peatón que cruce una calle sin atender la señal, o el que promueva un escándalo robe, o, incluso, mate, aunque afortunadamente, el índice de peligrosidad del delito en nuestro país es muy bajo. 

Por eso, la conducta de los combatientes del ministerio ha de ser intachable, inexpugnable, de singular y especial pulcritud, porque ellos son en todas partes, ante los ciudadanos, el símbolo mismo de la autoridad, la ley, la moral, el respeto a sus compatriotas y a los valores del Estado socialista. 

A nadie han odiado ni odiarán más los desafectos a la Revolución, los antisociales y los delincuentes; en nadie se fijarán más, a nadie calumniarán más que a ellos. 

Por eso, plenamente conscientes de su noble y abnegado papel, serán siempre exigentes consigo mismos, combatirán con energía toda manifestación de acomodamiento, corrupción, vanidad, desprecio al pueblo y sus valores. y todo aquello que pueda propiciar condiciones favorables a la envidia y la calumnia mordaz del enemigo. 

Un ejemplo aleccionador del espíritu y de la conducta de los hombres y mujeres del Ministerio del Interior tuvo lugar cuando en días recientes decidieron entregar a los órganos del Poder Popular en las provincias, para uso de la población, instalaciones de salud, deportivas y recreativas que habían sido edificadas en el quinquenio para necesidades de la institución. 

Estamos seguros de que en la defensa de la seguridad y el orden interior todo nuestro pueblo, el Partido, los organismos del Estado, los órganos del Poder Popular y las organizaciones de masas, prestarán su apoyo al Ministerio del Interior en el desarrollo de las nuevas tareas que las condiciones de nuestro país exigen de la institución. 

Los hombres y mujeres del Ministerio del Interior sabrán ser dignos, cada vez más, de la confianza ilimitada del pueblo y el Partido, siempre aprendiendo de esa inagotable enciclopedia que es la experiencia; cada vez más maduros, cada vez más responsables, cada vez más eficientes y cada vez más vinculados a las masas, como parte inseparable que son del pueblo. 

LOS ÓRGANOS DEL PODER POPULAR 

En estos años, la Asamblea Nacional del Poder Popular, como órgano supremo del Estado, ha continuado consolidando su prestigio y autoridad en el ámbito nacional e internacional. El reciente ingreso de Cuba al Parlamento Latinoamericano, constituyó una alta expresión de solidaridad con nuestra patria, de reconocimiento y respeto a los valores democráticos y populares de nuestro proceso revolucionario. 

Se han ampliado y profundizado los intercambios de delegaciones de trabajo con numerosos parlamentos. 

En las sesiones de la Asamblea Nacional, se ha elevado la participación de los diputados en los debates, mejorando cualitativamente el papel que deben jugar, tanto en la asamblea como en los territorios por los cuales fueron electos. 

Las rendiciones de cuenta de los ministerios y las asambleas provinciales, han propiciado en la práctica un fuerte movimiento de masas, para alcanzar mejores resultados en el cumplimiento de los planes de producción y los servicios en general. 

Durante el período, se aprobaron importantes leyes, tales como la Ley de Cooperativas Agropecuarias, el Código del Trabajo, la Ley de Innovaciones y Racionalizaciones, la Ley de la Salud Pública y la Ley General de la Vivienda. En virtud de la última de las leyes mencionadas, como ustedes conocen, se convierten en propietarios de las viviendas los usufructuarios actuales y futuros, mediante la conversión del contrato de alquiler en compraventa a largo plazo, con lo mismo que debían pagar de renta, con excepción de un número de viviendas vinculadas a determinados centros de producción y servicios que tendrán un tratamiento distinto. Doscientos mil títulos de propiedad ya han sido entregados por este concepto. 

Cuba es el primer país en aplicar una legislación de esa naturaleza, cumpliéndose con ello cabalmente un principio ya contenido en er Programa del Moneada. Además, el Estado renuncia a toda idea de lucro con la construcción de las viviendas, del que tanto se abusa en las sociedades capitalistas. 

La Asamblea Nacional ha trabajado en el ordenamiento de la legislación socialista y mejorado la labor de sus comisiones permanentes de trabajo. Las relaciones de trabajo entre los órganos locales del Poder Popular y los organismos de la administración central del Estado, se han estrechado cada vez más en el cumplimiento de sus objetivos, en lo cual han desempeñado un papel importante la Asamblea Nacional y la Oficina de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular, adscripta al Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros. 

Los órganos locales del Poder Popular presentan avances notables en su funcionamiento orgánico y en los resultados de su gestión económica. 

Especial atención se Ie ha dado a la producción de fondos exportables, piezas de repuesto y al ahorro en sentido general. Se valora positivamente el apoyo a la zafra azucarera, tabacalera, cafetalera y al movimiento cooperativo. 

Los órganos locales del Poder Popular dedicaron en estos años una atención especial a las cuestiones de la defensa del país. Sus logros en este sentido son considerables. 

Particular atención han brindado a los problemas planteados por la población, obteniéndose un incremento en la cantidad de planteamientos resueltos satisfactoriamente, y en las respuestas correctas a aquellos que no tenían una solución inmediata. 

En los procesos electorales celebrados en 1981 y 1984, participó el 98,7% de Ios electores. Se logró un cierto incremento en el número de mujeres elegidas para los órganos locales del Poder Popular. 

En las asambleas de rendición de cuenta de los delegados a sus electores, y en las elecciones celebradas durante el quinquenio, quedó profundamente demostrada la forma masiva, entusiasta y democrática en que nuestro pueblo fiscaliza los procesos y apoya la gestión del Estado socialista. 

Los órganos judiciales La actividad de los órganos judiciales ha sido objeto de la atención del Partido y el gobierno, dada la falta de juristas debidamente calificados y con experiencia para desempeñar las funciones de jueces, fiscales y abogados. 

En 1982, el Buró Político examinó la situación que presentaba la formación de juristas y el ejercicio de la abogacía, y aprobó un programa de trabajo, cuyo cumplimiento, con la participación decidida de varios organismos de la administración del Estado, las universidades y la Unión Nacional de Juristas de Cuba, permitirá, antes de concluir el quinquenio 1986-1990, satisfacer, en lo fundamental, la demanda de esos especialistas y contribuir a acelerar el proceso, ya en marcha, de eliminación de las deficiencias en el trabajo judicial y en la labor jurídica en general. 

La reorganización de los bufetes colectivos propició una mejoría en la composición de los abogados, con la incorporación a esta profesión de jóvenes juristas que, con una nueva concepción de su papel, contribuyen a elevar la calidad de los servicios jurídicos a la población. Es necesario, por último, que el Ministerio de Justicia, en estrecha relación con el Tribunal Supremo Popular, continúe perfeccionando a los tribunales populares y con la participación de la Fiscalía General de la República, concluya la revisión global de la legislación relacionada con el sistema judicial, para delimitar con mayor precisión las funciones de cada una de estas instituciones. 

LAS ORGANIZACIONES DE MASAS 

El esfuerzo realizado, los éxitos alcanzados, las proezas que tienen lugar cada día, las proyecciones futuras, no serían posible jamás sin la estrecha unidad de nuestro Partido con el pueblo. En esa unidad, con su acatamiento voluntario y consciente al Partido, con su apoyo, su incesante bregar en las fábricas, en los campos agrícolas, en las construcciones, en el transporte, en las escuelas, en los hospitales, en las universidades; en la defensa de la patria y en las misiones internacionalistas en el alerta renovado y constante como fuego que no se extingue nunca, dondequiera que vibra la patria, están presentes y más que presentes, omnipresentes, las organizaciones de masas. iNada sería posible sin ellas! Por eso es ineludible en el Informe al Congreso del Partido hacer un recuento, aunque sea breve por razones de espacio y tiempo, de su trabajo. 

La organización obrera 

El, movimiento sindical, que ya cuenta en sus filas con el 99,5% del total de los trabajadores, ascendente a casi 3 000 000, logró vincularse más con la base, perfeccionó la estructura, mejoró su estilo y método de trabajo, y elevó su prestigio y autoridad ante las masas. 

Los sindicatos han brindado importantes servicios a la Revolución en estos años. 

Participaron activamente en la preparación para la defensa en todos los centros laborales del país, de los que más de 40000 se declararon cumplidores de sus compromisos en 1985, en saludo al Día Nacional de la Defensa. 

El movimiento sindical aportó alrededor de 100 millones de pesos para el financiamiento de las Milicias de Tropas Territoriales. Durante el quinquenio, los sindicatos contribuyeron decisivamente a elevar la eficiencia de la actividad económica, y a los avances alcanzados en el desarrollo económico y social, llevando sus esfuerzos muchas veces hasta límites heroicos. 

Ellos hicieron también una contribución fundamental al ahorro de recursos energéticos, materias primas, materiales auxiliares y otros, pudiéndose medir los resultados en varios cientos de millones de pesos en cada uno de los años 1983, 1984 y 1985. También contribuyeron mucho al importante programa de fabricación y producción de piezas de repuesto. 

La Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, que cuenta con 73 000 miembros y 6 165 comités de base, contribuyó a la solución de importantes problemas de nuestra economía. 

La movilización de macheteros voluntarios más productivos y el nivel de organización alcanzado en las brigadas durante el quinquenio, elevaron la productividad por machetero de 244 arrobas diarias en 1981 a 333 en la pasada zafra, lo que permitió disminuir la movilización en varias decenas de miles de hombres. 

Los sindicatos cooperaron activamente en la introducción de las brigadas permanentes en los sectores azucarero y agropecuario y de brigadas integrales en la industria, y actualmente se esfuerzan para extender y perfeccionar esta nueva forma de organización del trabajo. 

En materia de legislación laboral, fueron capacitados 90000 cuadros por año, más de 1000 000 de trabajadores se graduaron en los diferentes subsistemas de educación y más de 800000 estudian. 

En la batalla por el 9no grado, se arribó a más de 670 000 graduados en ese nivel en el quinquenio. 

Cien mil trabajadores aficionados realizan actividades culturales, y aproximadamente 1 000000 han participado en encuentros deportivos. 

La CTC, cuyos gastos habían crecido, promovió una mejor gestión de cobros, elevó los ingresos y logró mantener la prestigiosa tradición de autofinanciar totalmente sus gastos. 

Miles de trabajadores recibieron órdenes, medallas y distinciones por sus méritos excepcionales en la producción y los servicios, y más de 40 ostentan el honroso título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. La celebración en nuestro país del X Congreso Sindical Mundial en 1982, y la Conferencia Sindical de los Trabajadores de América Latina y el Caribe, que discutió el problema crucial de la deuda externa, constituyeron dos importantes eventos de trascendencia y repercusión internacional. 

El prestigio de la CTC en las organizaciones internacionales de trabajadores ha crecido considerablemente. 

La organización campesina 

Con un ritmo adecuado, y pasos mesurados, pero sólidos, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños lleva adelante la tarea histórica más importante que le ha encomendado el Partido en esta etapa de la construcción del socialismo en nuestro país: el desarrollo del movimiento cooperativo, o sea, el paso de nuestros pequeños agricultores individuales hacia formas superiores, científicas y altamente productivas, de explotación de la tierra. 

El progreso se puede apreciar en el hecho de que, a pesar de haber transcurrido apenas 10 años desde que se inició este movimiento, el número de cooperativas de producción agropecuaria ascendía en 1985 a 1 378, con 75 168,4 caballerías de tierra, que convertidas en hectáreas equivalen a 1 072055,5 hectáreas, lo que eleva ya al 61,3% las tierras atendidas por campesinos que eliminaron el sistema de parcelas y pasaron a estas formas superiores de producción. 

Durante el presente quinquenio, las cooperativas incrementaron su extensión media de 220,7 hectáreas a 792. 

La tendencia ocasional a constituir cooperativas muy grandes se deberá evitar, considerando la insuficiencia de cuadros de dirección y técnicos entre los campesinos, que no se forman en un día. 

La Asociación Nacional de Agricultores Pequeños ha trabajado en la capacitación de los presidentes de las cooperativas de producción agropecuaria y de otros cuadros de dirección, tarea que se debe apoyar e impulsar. 

Para la atención de los problemas sociales, se han construido en las cooperativas 19 156 viviendas de diversos tipos, la mayoría con materiales y proyectos de primera calidad. 

Mediante la conexión con el sistema energético nacional o por medio de plantas independientes, han sido electrificadas 822 cooperativas en el quinquenio. Fue absolutamente correcta la política de no apresurarse, avanzar con pasos graduales, consolidar los avances y mantener inconmovible el principio de la más estricta voluntariedad. 

Ochenta y seis cooperativas están emulando por alcanzar anualmente producciones de 100000 quintales de viandas, hortalizas y granos; 14 de ellas ya sobrepasan esa cifra, y una, la "Niceto Pérez", de la provincia de La Habana, sobrepasó los 300000 quintales en 1985. 

Muchas cooperativas han tenido excelentes resultados económicos, aprovechando mucho mejor las tierras y los recursos técnicos, materiales y humanos. 

Las familias, en especial las mujeres y los niños, se beneficiaron con una vida mucho más humana, menos aislada y con posibilidades de recibir servicios que no podrían estar al alcance del campesino aislado. 

Es preciso prestar especial atención a las cooperativas de producción enclavadas en las zonas montañosas, dedicadas a los cultivos de café y cacao, pues las características topográficas de esos apartados lugares hacen más complejas las condiciones de su actividad. 

La Ley de Seguridad Social, promulgada el 28 de agosto de 1979, ha beneficiado ya a 29500 campesinos cooperativistas. 

La organización campesina se declaró cumplidora de la batalla por el 9no grado, desarrolló círculos de estudio y realizó múltiples actividades culturales y políticas. 

El sector campesino ha brindado su apoyo entusiasta y resuelto a las Milicias de Tropas Territoriales, al financiamiento de estas, y a la creación y preparación de las zonas de defensa. 

Alentados por el progreso alcanzado desde el triunfo de nuestra lucha de liberación y por el éxito de sus esfuerzos actuales, siempre firme aliado de la clase obrera y junto al resto del pueblo trabajador, el campesinado cubano, fiel a sus gloriosas tradiciones mambisas, cumplirá con honor las nuevas tareas asignadas por el Partido y la Revolución. 

La organización femenina 

La Federación de Mujeres Cubanas ha continuado ampliando sus filas y hoy agrupa a 3 100000 federadas, el 80% de las mujeres del país, lo que evidencia la enorme fuerza femenina incorporada a la Revolución. La calidad del trabajo ha continuado también en ascenso. Prueba de ello fue el IV Congreso de la FMC, que puso de manifiesto la solidez alcanzada por la organización, así como la profundidad y el espíritu crítico con que las federadas abordan los problemas que todavía obstaculizan el pleno ejercicio de la igualdad de la mujer. Durante el quinquenio se lograron algunos avances en esta batalla. 

Las mujeres constituyen actualmente el 37, 3% de la fuerza laboral activa del país en el sector estatal civil, de 32,4% en 1980. El 55,4% de la fuerza técnica, es decir, de los profesionales de nivel superior y medio, son mujeres. 

Se incrementó, aunque todavía moderadamente, Ia incorporación femenina a cargos de dirección. En el Partido, las mujeres representan el 13,8% de los cuadros, pero esta cifra es más baja en los buroes ejecutivos de municipios y provincias. En forma similar se registran discretos avances en la promoción de la mujer a responsabilidades en el Estado, la administración y los órganos locales del Poder Popular. 

En los próximos años, debemos continuar luchando con tesón por la aplicación de la política del partido para la completa liberación de la mujer. Esto requerirá un sostenido empeño para la creación de condiciones materiales cada vez más favorables a este propósito y exige, sobre todo, sostener un esfuerzo ideológico eficaz, de carácter principalmente educativo, y de lucha intransigente frente, a los prejuicios y las actitudes discriminatorias que todavía frenan el despliegue de todas las potencialidades de la mujer, tanto en el hogar como en la vida laboral y social. 

Debemos seguir elevando la participación de la .mujer en responsabilidades de dirección, en correspondencia con la capacidad, experiencia, conocimientos y condiciones revolucionarias demostrados por ella. Esta lucha, como todo el esfuerzo por el ejercicio de la plena igualdad femenina, es una tarea de toda nuestra sociedad, en la que deben cumplir sus respectivas responsabilidades el Partido, la UJC, Ia FMC, las demás organizaciones sindicales, de masas y estudiantiles, así como los organismos del Estado. 

Durante estos años, la Federación de Mujeres Cubanas muestra cumplimientos favorables en sus diversas tareas. 

Se debe destacar el esfuerzo desplegado para la incorporación de las amas de casa a la batalla por el 9no grado, con 99 392 compañeras graduadas y otras 18048 actualmente estudiando. La FMC ha continuado brindando un apoyo multilateral a las tareas de la escuela, y más de millón y medio de mujeres están incorporadas al movimiento de Madres Combatientes por la Educación. En el campo de la salud, igualmente, su destacado aporte se refleja, entre otros aspectos, en la realización de más de 2000000 de pruebas citológicas durante el quinquenio, la vacunación contra el tétanos de amas de casa y la efectiva labor desarrollada por las 58 000 brigadistas sanitarias ubicadas en las áreas de salud. 

La FMC realizó un trabajo sistemático de movilización en torno a las tareas de la defensa. 

Un total de 1 800 000 federadas expresaron la disposición a incorporarse a las Milicias de Tropas Territoriales; nuestras posibilidades de armamento y organización posibilitaron tener ya incorporadas de forma efectiva a más de medio millón de ellas. Por otra parte, más de 20 000 compañeras se entrenaron como cuadros de mando. 

Miles de mujeres cubanas han cumplido o están cumpliendo honrosas misiones internacionalistas. 

Ejemplo del prestigio internacional alcanzado por la FMC, de sus estrechos vínculos de trabajo y de sus posibilidades organizativas, lo constituyó la celebración exitosa en nuestro país del "Encuentro sobre la situación de la mujer en América Latina y el Caribe hoy“, que reunió a cerca de 300 participantes de toda el área. 

La intensa actividad desarrollada por la delegación cubana que asistió a la Conferencia Mundial del Decenio de Naciones Unidas para la Mujer, celebrada en Nairobi, junto a las demás fuerzas revolucionarias y progresistas, contribuyó a derrotar las posiciones del imperialismo norteamericano, tendientes a obstaculizar el análisis y evaluación de los problemas esenciales que limitan la participación de la mujer en la vida económica, política, social y cultural de cada país, y desempeñó un papel decisivo en la presencia y unidad de la representación latinoamericana y caribeña en ese evento. 

La participación de las mujeres cubanas en todas y cada una de las tareas orientadas por la Revolución y el Partido en estos años, ha sido digna de admiración y reconocimiento. 

Los Comités de Defensa de la Revolución 

La organización cederista cuenta al presente con 6537000 efectivos, que representan el 83,9% de la población mayor de 14 años. En el último quinquenio, el incremento en 1214000 miembros se logró esencialmente por la incorporación de los jóvenes que arribaron a la edad mínima de ingreso. 

El Segundo Congreso de los CDR, en 1981, trazó objetivos concretos en sus múltiples frentes de trabajo y, ante todo, para el reforzamiento de su tarea fundamental: la vigilancia revolucionaria. 

La organización laboró para cumplir esos acuerdos y contribuir, en primer lugar, a la lucha de todo el pueblo para prevenir, detectar y combatir las conductas delictivas y antisociales. En este sentido se han obtenido algunos avances, pero es necesario elevar aún más la exigencia en las tareas de la vigilancia y controlar que se cumpla lo orientado, a fin de alcanzar una mayor eficiencia en el desarrollo de esta actividad, que históricamente ha sido un extraordinario instrumento para la defensa de las conquistas y la tranquilidad de nuestro pueblo. 

Los CDR continuaron realizando diferentes tareas de importancia en la esfera política e ideológica. Se deben destacar, entre ellas, la movilización de las masas en apoyo a la gestión de los órganos locales del Poder Popular, especialmente para la participación en las reuniones de rendición de cuenta, y la preparación y desarrollo de los procesos eleccionarios que se realizan en las circunscripciones electorales. 

Las donaciones de sangre ascendieron a 1 134 936 en el quinquenio. El cumplimiento sistemático de esta tarea a partir de 1982 ha facilitado la producción de hemoderivados y de interferón, y se trabaja para responder adecuadamente a las necesidades que tendrá el país en el año 2000. 

Otra forma importante de apoyo a las tareas de la salud ha sido la labor de los CDR en la educación sanitaria de las masas, por medio de las audiencias populares, así como su activa participación en las campañas contra las epidemias de dengue, conjuntivitis, gastroenteritis y otras. 

En el quinquenio se suministraron 3906753 vacunas a los niños del país. Los CDR han calorizado la estrategia económica trazada por la dirección del Partido y el gobierno, con un destacado esfuerzo en el ahorro y la recuperación de materias primas. 

Existen amplias posibilidades para continuar incrementando estos valiosos aportes de la organización cederista. 

Los CDR avanzaron en las tareas relacionadas con la educación patriótico-militar, y se destacaron en el trabajo de apoyo a la creación de las zonas de defensa y en la orientación de las medidas para la evacuación de la población. Decisivo fue su aporte brindado en la preparación, organización y movilización de todo el pueblo para el acondicionamiento de las zonas y municipios para que fueran declarados “Listos para la defensa". Los Comités de Defensa de la Revolución iniciarán próximamente el trabajo preparatorio de su Tercer Congreso. El proceso asambleario desde la base será una magnífica ocasión para avanzar aún más en la aplicación de la política de cuadros de la organización, y lograr una mayor incorporación de jóvenes y mujeres a los cargos de dirección. El Partido brindará todo su apoyo y control a esta política. Los acuerdos que se adopten en ese evento contribuirán, sin duda, a la continuidad y perfeccionamiento del trabajo meritorio de los CDR. Al valorar la labor rendida por esta organización en los últimos años, el Partido reafirma su confianza en las amplias posibilidades movilizativas, el entusiasmo y la inmensa energía de los CDR. Como hasta aquí, ellos seguirán siendo en el seno del pueblo no solo aguerridos defensores, sino también laboriosos e incansables artesanos de la obra de la Revolución. 

Las organizaciones estudiantiles 

Las filas de la Federación Estudiantil Universitaria Y la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, aúnan hoy más de 4590.00 estudiantes. Ellos representan el hermoso y prometedor fruto de los esfuerzos de la Revolución, y la mejor garantía de su avance en el futuro. 

Durante estos años, la FEEM y la FEU incrementaron sus esfuerzos por la erradicación de actitudes conformistas y finalistas, así como la lucha contra la superficialidad en el estudio y por el uso sistemático de los libros de texto. Los procesos desarrollados al calor del II Congreso de la FEU y el VI Congreso de la FEEM, han fortalecido su actividad y prestigio. Ambas organizaciones. estudiantiles continuaron prestando atención priorizada a la vinculación del estudio con el trabajo. Se incrementó su papel como portadoras de las inquietudes e intereses de los estudiantes. 

En el período se fortalecieron y simplificaron los métodos de trabajo de la FEEM y la FEU. 

Continúa siendo un importante propósito consolidar cada vez más el papel de las organizaciones en los niveles de aula y brigada. 

Tanto la FEEM como la FEU, brindaron especial atención a las tareas en apoyo a la esfera de la salud, destacándose entre ellas la constitución del destacamento de ciencias médicas "Carlos J. Finlay", en cuyas filas se preparan hoy más de 18 000 futuros médicos, la creación del destacamento médico para el servicio rural "Comandante Piti Fajardo”, la incorporación de estudiantes de esta especialidad a tareas internacionalistas, y el respaldo brindado al revolucionario programa del médico de la familia. El trabajo efectuado entre los estudiantes de ciencias médicas, significó una contribución importante al propósito de perfeccionar al máximo la formación del futuro personal médico y paramédico. 

Se ha continuado atendiendo la captación de jóvenes para el destacamento pedagógico universitario " Manuel Ascunce Domenech”, en cuyo seno se priorizan las especialidades de matemáticas, química y física, así como la selección entre sus miembros de los jóvenes que integran el destacamento internacionalista " Ernesto Che Guevara". 

La realización del Encuentro Nacional de Estudiantes de Ciencias Técnicas, el pasado año, representó un valioso respaldo al empeño del Partido y el Estado de fortalecer estas especialidades, como base estratégica del desarrollo económico del país. 

En Ia emulación estudiantil se introdujeron importantes cambios dirigidos, fundamentalmente, a incrementar la lucha por la calidad de la docencia, al tiempo que se eliminó lo que en ella pudiera estimular el promocionismo. No obstante, se impone aumentar la exigencia al evaluar todos los índices de la emulación y liberar los análisis de elementos esquemáticos y superficiales. 

Se han garantizado la calidad y la existencia de los estímulos, aunque en ocasiones al estudiante no se le entregan en el momento ni en la forma oportuna para sentir el reconocimiento y homenaje que implica su otorgamiento. 

Durante estos años, la FEEM y la FEU han tenido como parte importante de su gestión la atención a la educación formal y la conducta social de los estudiantes, así como la lucha contra toda manifestación de fraude académico. No obstante, todavía no podemos sentirnos satisfechos con lo alcanzado en estos campos. 

Será necesario impulsar en lo adelante una labor mucho más exigente, tenaz y efectiva, con el fin de eliminar los fenómenos nocivos que todavía influyen en la formación moral y revolucionaria de las jóvenes generaciones. 

Anualmente, durante el período vacacional, los estudiantes integraron las brigadas estudiantiles de trabajo, se establecieron los planes de movilización de acuerdo con las necesidades reales de la economía y se elevó el reconocimiento social que merece esta actividad. De manera particular se deben destacar las movilizaciones hacia unidades de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, por su importancia política y como vía para materializar la participación de los estudiantes en las tareas de la defensa. 

Las organizaciones estudiantiles propiciaron la preparación de los jóvenes para la defensa y su contribución al financiamiento de las MTT. Los estudiantes de 14 y 15 años, por medio de su organización, reclamaron su incorporación a esta fuerza. Nuestro estudiantado, en sentido general, ha reafirmado la decisión de defender la patria y las conquistas del socialismo, y brindar su contribución internacionalista cuando sea necesario. 

Se ha trabajado, y ha de seguirse insistiendo en ello, para convertir a la joven generación en abanderada del ahorro y formar a nuestros estudiantes con una mentalidad de productores. 

Fue precisamente con motivo de la clausura del VI Congreso de la FEEM, que hicimos un llamamiento a la juventud para que fuesen los abanderados del año 2000 en la construcción del socialismo en nuestra patria. Nadie como ellos pueden ser heraldos de las ideas más audaces, forjadores de su propio futuro y defensores de la obra que les ha entregado nuestra generación. 

La organización de pioneros “ José Martí" 

Próxima a cumplir su primer cuarto de siglo, la organización de pioneros "José Martí" cuenta en sus filas con 1 722,306 miembros, que representan el 99,5% de toda la matrícula en las enseñanzas primaria y secundaria. Decenas de miles de militantes del Partido y la totalidad de los integrantes de la UJC, recuerdan hoy con orgullo sus años pioneriles 
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En este último quinquenio, la organización llevó a cabo una sustancial transformación de sus mecanismos de funcionamiento, y logró hacer más ágiles y atractivas sus diversas actividades. 

Las tareas de apoyo al proceso docente-educativo se atendieron mediante una mejor organización de la emulación y el desarrollo de actividades encaminadas a elevar la responsabilidad de los pioneros ante el estudio. 

De igual forma se destacó el trabajo realizado por nuestros pioneros con su apoyo y participación en diversas tareas productivas, y un mayor dinamismo y eficacia en la emulación establecida al efecto. 

También hicieron una entusiasta y hermosa contribución a las tareas de la defensa, y realizaron múltiples actividades de contenido patriótico que les inculcan los más puros sentimientos e Ideales del socialismo. 

Además, a pesar de las limitaciones de recursos disponibles: se continuó avanzando en el desarrollo de la base material para el trabajo con los pioneros. Hoy contamos con 345 instalaciones pioneriles, capaces de recibir a lo largo de cada año más de 1 000000 de niños, lo que ha contribuido positivamente en su formación. 

El papel y el prestigio crecientes de la organización de pioneros "José Martí", son fruto de la atención permanente, del Partido, de la UJC y del trabajo diario de miles de guías, maestros y de toda la sociedad. Las experiencias alcanzadas en esta esfera nos ponen en mejores condiciones de continuar avanzando en los próximos años. 

En lo adelante, se deberá luchar por seguir perfeccionando el estilo y los métodos de trabajo. La labor con los niños y adolescentes deberá ser cada día más atrayente y rica en contenido, de mayor calidad, y estará encaminada a que los pioneros eleven su cultura, desarrollen iniciativas, practiquen la disciplina consciente, se comporten con educación, sean honestos, valientes y comprendan como su principal deber estudiar bien y obtener buenas notas. Los pioneros de hoy constituyen la garantía del futuro y el relevo seguro de nuestra heroica juventud. 

LA UNIÓN DE JÓVENES COMUNISTAS 

La Unión de Jóvenes Comunistas ha continuado acrecentando su presencia y labor en diferentes sectores de la vida nacional. 

Durante el período transcurrido desde el Segundo Congreso, la UJC incrementó sus filas en más de 175000 miembros. Su total de efectivos es de 597853 militantes y aspirantes. 

Este aumento se produjo junto con una elevación sensible en la exigencia de los requisitos para el ingreso, especialmente en el sector estudiantil. El alto rigor para pertenecer a la UJC es ya el único factor de regulación del crecimiento. 

Los jóvenes vinculados a la producción, la docencia y los servicios, representan el 59% del total de efectivos; los estudiantes alcanzan el 20% y los obreros el 26%. 

Se ha fortalecido el funcionamiento de las organizaciones de base y de los organismos de dirección. Otra positiva medida fue la simplificación de los métodos y mecanismos de control y orientación de las tareas, lo que posibilita dedicar mayor tiempo a los contactos directos con militantes, jóvenes y pioneros, mejorar la calidad del trabajo de las organizaciones de base, y luchar por despojar a sus reuniones de aspectos esquemáticos, en ocasiones prefijados por los organismos superiores. Es necesario continuar insistiendo en dirigir la atención de la UJC a los problemas principales de cada centro, a la educación de su militancia y a la labor político-ideológica con la masa de jóvenes, imprimiendo cada vez más a la actividad de la organización un carácter dinámico y propiamente juvenil. 

En la labor formativa de los jóvenes comunistas como futuros militantes del Partido, se ha logrado una mayor exigencia para otorgar el aval aplicándose el concepto de que este no es una posibilidad para todo el que cumpla sus deberes, sino el reconocimiento a quienes marchen a la vanguardia dentro de la organización. 

La UJC ha concedido particular importancia a su política de cuadros. La promoción de compañeros más jóvenes a las labores de dirección en la UJC, ha permitido un adecuado escalonamiento en las edades de sus dirigentes en las diferentes instancias, y una mayor estabilidad en sus organismos de dirección. Por otro lado, mejoraron la composición social y la presencia de la mujer en los organismos de dirección y entre los cuadros profesionales. Las mujeres en los cargos de dirección y cuadros pasaron del 143% en 1980 al 19,5% en 1985; este índice todavía es bajo si tenemos en cuenta que las muchachas constituyen el 41% del total de integrantes de la organización. 

Es de especial valor la decisión, de procesar para su ingreso al Partido a los principales dirigentes de las organizaciones de base de la UJC, constituidas en centros de trabajos importantes, y a los cuadros de dirección. De la misma forma, la inclusión de los primeros secretarios de la UJC en los buroes ejecutivos de los comités municipales y provinciales del Partido, ha significado un notable estímulo al trabajo de cuadros de la juventud y un mayor estrechamiento de las relaciones e influencia del Partido en la organización juvenil. 

Durante el quinquenio, cientos de cuadros de la UJC pasaron a ocupar responsabilidades en el Partido, el Estado y en otras importantes tareas. La juventud como cantera de cuadros es una valiosa reserva del Partido. Hay, sin embargo, un principio, a nuestro juicio, de suma importancia nadie debe nacer siendo dirigente. Para decirlo con más propiedad: nadie debe ser dirigente desde que es pionero hasta que recibe una responsabilidad como cuadro del Partido. Si se considera conveniente que los profesores de las universidades pasen por la producción y los especialistas de la producción puedan impartir alguna vez clases, o que los profesores de la escuela del Partido ejerzan un período de tiempo como cuadros para conocer la realidad práctica, es altamente conveniente que los cuadros de la juventud pasen o hayan pasado por la participaron directa en la producción o los servicios antes de ser promovidos a responsabilidades importantes del Partido. Ningún texto, ninguna academia, puede sustituir la experiencia que se vive allí donde trabaja y lucha el hombre de fila. No habrá mejor jefe que quien alguna vez, o de alguna forma, haya sido soldado. 

En estos años, con su trabajo entusiasta y tenaz, la Unión de Jóvenes Comunistas fortaleció su carácter de vanguardia de la juventud cubana, y su papel de activo auxiliar del Partido en la educación y la formación comunista de las nuevas generaciones. 

La actividad de la UJC se ha proyectado aún más hacia las masas juveniles, y logrado la participación de niños y jóvenes en variadas actividades políticas, patrióticas, recreativas y culturales. La organización ha continuado ampliando el trabajo cultural masivo, la atención a las agrupaciones de jóvenes artistas, la promoción del deporte y el desarrollo de nuevas opciones para el empleo del tiempo libre. En este último campo, se destaca el calor brindado por la UJC al movimiento por el campismo popular. 

Gran importancia para el trabajo de apoyo a la defensa y la educación patriótico-militar de las nuevas generaciones reviste la labor de la Sociedad de Educación Patriótico-Militar (SEPMI), la cual, por acuerdo del Secretariado del Comité Central del Partido, pasó a ser dirigida por la UJC. A la vez que perfecciona sus estructuras, la SEPMI precisa mejor, sus objetivos y propósitos, desarrolla una ampliaactividad en el fomento de los deportes técnico-militares, en especial en el tiro deportivo, atiende los círculos de interés militares, colabora activamente en la preparación de especialistas menores para las FAR y organiza otras múltiples actividades de carácter patriótico-militar por medio de los clubes de base. 

La juventud cubana ha continuado brindando una importante contribución al desarrollo económico del país. 

Las Brigadas Técnicas Juveniles crecieron y agrupan hoy a más de 300 000 miembros. 

El Movimiento de las Obras de Choque agrupa a 22 importantes inversiones en las que laboran más de 17000 jóvenes que representan el 52% del total de trabajadores. 

Se terminaron 19 obras de choque que se caracterizaron por una amplia participación juvenil. 'Durante el quinquenio surgió el Movimiento de las Iniciativas Económicas Juveniles, que se ha convertido en una vía permanente para estimular el trabajo voluntario y encauzar las potencialidades de los jóvenes en funcionamiento de la producción y los servicios. 

La UJC ha continuado perfeccionando sus mecanismos de atención a la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media y a la Federación Estudiantil Universitaria, dirigidos a fortalecer su autoridad y la capacidad de movilización de las masas estudiantiles. En lo adelante, esa labor deberá ganar en efectividad, en correspondencia con los elevados propósitos que en ese terreno se ha trazado nuestro país. 

Como parte del esfuerzo para ampliar y perfeccionar el trabajo político e ideológico entre las masas de jóvenes y niños, se ha continuado desarrollando la publicación de periódicos, revistas y libros para este sector de la población. 

En los próximos años, se debe proseguir la lucha por una calidad cada vez más alta en esta tarea. 

Múltiples actividades se desarrollaron por los jóvenes cubanos en saludo al Xll Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Se llevo a cabo un riguroso proceso de masas que culminó con la selección de la representación Cubanal Compuesta por 1300 jóvenes, dignos embajadores de nuestra patria en la magna reunión de la juventud de todo el mundo. 

Las organizaciones juveniles cubanas convocaron a un diálogo de jóvenes y estudiantes de América Latina y el Caribe sobre la deuda externa, que tuvo amplia aceptación. 

Más de 300 organizaciones y 600 participantes de 35 países hicieron de este evento el más amplio y representativo de las fuerzas juveniles del continente. 

Este diálogo y la actividad desplegada en el Xll Festival, contribuyeron a que el tema de la deuda externa pasara a ocupar un Iugar más destacado en las acciones del movimiento juvenil latinoamericano. 

La nueva generación está consciente del papel que le ha tocado desempeñar en el estudio, la producción y la defensa. 

Nuestro Partido expresa su firme convicción de que los jóvenes obreros, campesinos, estudiantes, científicos, especialistas, trabajadores de servicios, combatientes de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior, todos los integrantes de las nuevas generaciones de nuestro país, serán dignos abanderados del espíritu de heroísmo y de victoria en que los ha educado nuestra Revolución. 

EL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA 

Nos corresponde ahora hablar del Partido, nuestra aguerrida vanguardia. El Partido reúne hoy 523 639 militantes y aspirantes. El número de sus organizaciones de base se eleva a 38 168. 

Durante el quinquenio, las filas de nuestro Partido crecieron con 92 779 militantes. La más elevada exigencia estuvo siempre presente. 

El 43,2% de los efectivos del Partido son trabajadores directamente vinculados a la producción y los servicios. Si a ello se les sumaran los que laboran como profesores, maestros, ingenieros, médicos, arquitectos y otros profesionales y técnicos, esta categoría se elevaría a casi el 60% del total. 

Los ingresos provenientes de la Unión de Jóvenes Comunistas, que constituyeron el 32% del total en 1980, se elevaron en 1985 a 57,8%... La juventud comunista deberá aportar en el próximo quinquenio alrededor del 70% de los nuevos ingresos al Partido. 

La representación femenina en las filas del Partido se incrementó de 18,8% en 1980, a 21,5% en 1985. 

Las sanciones partidistas han llenado su cometido educativo y, al mismo tiempo, han preservado la pureza de las filas del Partido. Se ha trabajado para que las masas conozcan que el Partido no permite conductas que no sean dignas de sus miembros. 

Cuando las faltas cometidas tienen determinada repercusión pública, las sanciones aplicadas deben ser informadas, según el caso, al colectivo laboral o a la zona de residencia del militante o aspirante. 

Han estado presentes una serie de esfuerzos para elevar el uso de la crítica y la autocrítica. 

Es frecuente todavía encontrar militantes, incluso con responsabilidades como dirigentes, que entienden la crítica y la autocrítica en un plano puramente teórico, totalmente desvinculadas de la práctica concreta, de su actuación personal, ligadas con los defectos de los demás, pero no con los propios. Hay que combatir tales actitudes, con toda energía y valentía, sobre una base de principios, y siempre con un espíritu educativo y constructivo. 

Se procedió, después del Segundo Congreso, a la modificación de las estructuras de los comités municipales, partiendo del principio de que la tarea principal de estos organismos es la atención a las organizaciones de base y el adecuado funcionamiento de estas. Surgió así el instructor como un educador y un guía para el trabajo de las organizaciones de base bajo su atención, como contenido fundamental de su trabajo. 

Pese a los incuestionables frutos alcanzados con esta innovación, que se observan en el papel e influencia crecientes de las organizaciones de base, todavía se requiere un mayor y mejor trabajo de los organismos correspondientes y muy especialmente del Buró Ejecutivo de cada Comité Municipal, en la orientación y dirección de estos instructores profesionales en la base, y de los cuadros profesionales en centros de trabajo. 

Conjuntamente con estos cambios, se puso en práctica la creación de comisiones permanentes en los comités municipales para realizar estudios y seguir el desarrollo de determinadas actividades importantes. La evaluación periódica de su trabajo ha demostrado que son excelentes auxiliares de los organismos del Partido en ese nivel. 

La información interna del Partido avanzó durante el período, como resultado de la búsqueda de nuevas fórmulas. 

También se avanzó en la edición de boletines y la utilización de otras vías de información a las instancias inferiores, aunque existen todavía deficiencias y falta la agilidad necesaria para hacer llegar a la base todas aquellas informaciones útiles al trabajo político - ideológico que le corresponde realizar. 

Las reuniones abiertas, a las que el Partido invita a trabajadores no militantes para analizar problemas de interés general de los centros de trabajo, constituyeron una positiva experiencia que enriqueció la evaluación de los asuntos del Partido y lo vincula más aún con las masas. Los consejos de secretarios en empresas o uniones, cuyos establecimientos rebasan el marco del municipio o de la provincia, han tenido resultados positivos. 

El proceso asambleario de balance del trabajo, realizado previamente al Tercer Congreso, demostró el resultado positivo de los esfuerzos anteriores para dirigir la atención del Partido hacia los problemas fundamentales de cada centro de trabajo, de cada territorio, dejando a un lado cuestiones secundarias y formalismos que distraen muchas veces a los cuadros y militantes. 

Los problemas de la economía, las tareas de la defensa, la ideología, la salud, la docencia y otras cuestiones de importancia y prioridad permanentes concentraron la atención de las asambleas en los distintos niveles, y sus acuerdos aportaron una consecuente respuesta a los problemas planteados. La preparación y el contenido de las reuniones de los organismos y organizaciones de base del Partido, han mejorado sensiblemente. 

En este período, se llevó a cabo el proceso requerido para otorgar la condición de fundador del Partido, la que correspondió a 18 197 militantes con méritos para ello. 

El Partido ha estado en el centro de todos los esfuerzos desarrollados en los últimos años en la preparación y fortalecimiento de la defensa del país. Su esfuerzo ha sido decisivo en la creación y organización de las Milicias de Tropas Territoriales, y las zonas de defensa, y en otras actividades que elevaron considerablemente el potencial defensivo de nuestra patria. 

La preparación militar de los cuadros ha recibido toda la atención necesaria. El Partido elaboró las estructuras y normas adecuadas que se adoptarían si se produjera una agresión imperialista a nuestra patria, que incluyen las que se aplicarían en las más difíciles circunstancias. 

Se observan algunos avances en la política de cuadros, aunque no suficientes para resolver los problemas planteados por el Segundo Congreso. 

Se ha estado analizando de forma más integral el trabajo en relación con los cuadros desarrollados por el propio Partido, las entidades estatales, la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones de masas, con lo que se ha podido profundizar un poco, más la valoración de las condiciones y posibilidades de los compañeros propuestos para ocupar cargos de dirección, la formación de las reservas de cuadros, la evaluación de los dirigentes , y la forma en que se cumple o no la política de incorporar mujeres y jóvenes a los cargos de dirección, para lograr una mayor participación de aquellas y un escalonamiento de estos hacia cargos superiores, que garantice progresivamente el relevo de los que ejercen las funciones dirigentes. 

Se deberán perfeccionar cada vez más los mecanismos que aseguren correcta selección, estabilidad y promoción de los cuadros, sobre la base de una evaluación profunda, crítica, objetiva y sistemática, y una atención adecuada a su desarrollo y capacitación. 

Hay que asegurar una adecuada representación femenina acorde con la participación y el aporte importante de las mujeres a la construcción del socialismo en nuestro país, y la presencia de la creciente cantera de jóvenes y prometedores valores nacidos y forjados en la Revolución. La composición étnica de nuestro pueblo, unida al mérito revolucionario y al talento probado de muchos compatriotas, que en el pasado eran discriminados por el color de la piel, debe estar justamente representada en los cuadros dirigentes del Partido. Esta promoción de todos los componentes y valores de nuestra sociedad, y su integración en el Partido y en su dirección, no pueden ser dejados a la espontaneidad. 

En estos años, las escuelas del Partido, de la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones de masas, lograron un saldo favorable en la educación político-ideológica de los cuadros de dirección y de base. Se fortaleció la calidad del trabajo y se elevó la calificación de los profesores. 

Una gran parte de los cuadros profesionales del Partido han recibido cursos en la escuela "Ñica López", en las escuelas provinciales del Partido y en el exterior. 

Hay que perfeccionar los contenidos de los cursos, de modo que contribuyan a una preparación más efectiva de los cuadros para enfrentar las tareas que se les asignen y perfeccionar su vinculación con el trabajo práctico, a lo que contribuirá, sin duda, la generalización de la experiencia de que los profesores trabajen durante una etapa como cuadros en el Partido. 

Los centros de superación político-ideológica graduaron, 401 686 alumnos en el quinquenio y realizaron cursos, junto a su actividad actual, con el propósito de preparar a los dirigentes de las organizaciones de base para ayudarlos a desarrollar de forma más eficiente sus tareas prácticas. La aprobación por el Consejo de Estado, en 1984, del Decreto-Ley 82 sobre el sistema de trabajo con los cuadros del Estado y la puesta en práctica de un plan inmediato para su instrumentación, crean las condiciones para que el Partido pueda prestar toda la atención que la política de cuadros del Estado, la administración y las empresas requieren. 

La política de cuadros será una tarea priorizada del Partido después de este Congreso. La escolaridad de los militantes y aspirantes continúa elevándose, habiendo alcanzado el 9no grado o niveles superiores el 72,4% de los miembros. Esta situación favorable permitirá, en los próximos años, que la atención se concentre en la elevación de su preparación técnica y profesional. El Partido realizó en el quinquenio un gran esfuerzo por modernizar su base poligráfica, con el objetivo de asegurar una elevada calidad de las impresiones de periódicos, revistas. libros, afiches y otros materiales de carácter informativo y político. 

El programa de remodelación de la prensa ya comienza a ser una realidad. En esto hemos contado con la valiosa colaboración del Partido Comunista de la Unión Soviética. 

Se construyeron y equiparon nuevas unidades gráficas en Camaqüey, Las Tunas, Granma, Guantánamo e Isla de la Juventud, las que se encuentran en la etapa de estabilización de la producción. En los próximos cinco años. terminará la remodelación en las provincias restantes. 

En el quinquenio 1981-1985, comenzaron los trabajos para la descentralización de la impresión de los periódicos nacionales, cuyos primeros resultados ya se tienen con la construcción y puesta en marcha recientemente del área productiva de los combinados de periódicos de La Habana y Holguín; con estas dos importantes plantas poligráficas, que utilizan la avanzada tecnología offset, se logrará una mejoría apreciable en la calidad de impresión de los periódicos: Granma, Juventud Rebelde. Trabajadores, Tribuna y Ahora. 

A esto se añade la introducción, a partir del segundo semestre de 1986, de un sistema en la prensa, que es la trasmisión por facsímil de las páginas de los periódicos de La Habana a Holguín, a través del cable coaxial. Con la sola diferencia de minutos, se podrán imprimir simultáneamente los periódicos nacionales en los dos lugares. 

En el quinquenio 1986-1990 se concluirá este proceso, al ponerse en funcionamiento instalaciones similares en las provincias de Santiago de Cuba, Villa Clara y Camagüey. 

Esto facilitará considerablemente la distribución de la prensa nacional, que hoy se traslada desde la capital al resto del país, permitirá una información más fresca, y la satisfacción de la creciente demanda de las provincias y de todo el país. 

A partir de 1986 se comenzará la remodelación de la imprenta "Federico Engels", lo que significará un cambio cualitativo en las publicaciones de las revistas: Bohemia, Mujeres, Muchacha, Verde Olivo y de todas las publicaciones escritas del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones de masas. Esto se lleva a cabo con la colaboración del Partido Socialista Unificado de Alemania. 

El trabajo de los comités de control y revisión del Partido, aunque no exento de dificultades, se ha caracterizado por la profundidad de sus valoraciones, el sentido humano de sus apreciaciones, la crítica y la exigencia en el método, el celo por coadyuvar a preservar la autoridad y la pureza del Partido, y el propósito de reparar los errores. 

Se ha podido constatar el progresivo aumento de la disciplina partidista, el rigor y la profundidad de las valoraciones en las organizaciones de base y organismos del Partido, en cuanto a sus decisiones en la aplicación de medidas disciplinarias partidistas, los procesos de ingreso, las finanzas y la administración y el control de los bienes asignados. 

Los comités de control y revisión del Partido tratan de influir para que se preste la debida atención a las quejas y denuncias que se presentan sobre deficiencias, insuficiencias o actuaciones incorrectas, se tomen las medidas, se brinde el necesario apoyo a quienes las presentan y se impida toda manifestación que de algún modo frene el espíritu crítico que debe caracterizar la conducta de los revolucionarios. 

Los comités de control y revisión en los próximos años seguirán ampliando sus funciones y perfeccionando su trabajo, a fin de contribuir decisivamente al desarrollo de la democracia interna del Partido, la disciplina, el espíritu crítico y autocrítico, y el trabajo político general de sus organismos y organizaciones. El Comité Central continuará prestando especial atención a las quejas, reclamaciones y solicitudes de los ciudadanos, por considerar que esta actividad constituye un importante medio en la vinculación del Partido con las masas. 

La etapa transcurrida se caracterizó, en general, por una profunda búsqueda y aplicación de nuevas formas del trabajo partidista, que han hecho posible los avances alcanzados. 

Durante el período, se trabajó igualmente para aliviar al Partido de todo aquello que signifique duplicar funciones que corresponden a otras instituciones, lo que le permitirá estar cada vez en mejores condiciones de desarrollar en el seno de la sociedad cubana su papel de genuino educador, organizador y conductor de las masas, a la vez que exigir de cada institución lo que a ella corresponda. 

Se ha luchado, con resultados alentadores, contra todas las manifestaciones de burocratismo, superficialidad, formalismo, rutina y otras tendencias ajenas a la vida y la actividad del Partido. 

En la tensa lucha de estos años, el Partido ha continuado desarrollándose como la gran fuerza dirigente y aglutinadora de nuestra sociedad, y como el representante por excelencia de la autoridad, la moral y los principios de la conciencia vigilante de la Revolución. Al conducirnos con honor a este Tercer Congreso, el Partido no solo ha presidido toda la obra de transformación material y espiritual del país, sino que ha seguido transformándose y perfeccionándose a sí mismo. De esta manera ha cumplido dignamente con la responsabilidad de dar siempre el ejemplo a seguir en organización, exigencia, espíritu de superación, disciplina, austeridad revolucionaria, disposición al sacrificio, y estrecha y permanente vinculación con todo el pueblo. Podemos afirmar con profunda satisfacción que el Partido Comunista de Cuba arriba a su Tercer Congreso más fuerte, cohesionado y organizado que nunca, cada vez más arraigado en el seno de la clase obrera y en el resto de las masas populares. 

EL TRABAJO IDEOLÓGICO 

Para el Partido, lo fundamental en el trabajo ideológico es que la conciencia política de nuestro pueblo sea portadora, ante todo, de una lealtad indoblegable a los principios del socialismo y de una integridad moral inquebrantable. La determinación de dejar de ser antes que dejar de ser revolucionario, es el legado que, continuamente renovado, deberá pasar de una a otra generación de cubanos. En la región del mundo donde la nación cubana surgió a la historia, la menor vacilación en esto sería irreversible. 

Nuestra confianza en el futuro se fundamenta en la probada capacidad del socialismo para generar, a escala de la sociedad, cualidades y virtudes tales como la pasión por el trabajo creador, el espíritu de solidaridad entre los seres humanos, el patriotismo más puro y el internacionalismo más consecuente, que constituyen los cimientos de la obra moral de la Revolución. El humanismo de la sociedad cubana significa un sólido escudo frente al egoísmo despiadado y brutal de la sociedad capitalista. 

Durante el transcurso del pasado quinquenio se concedió especial atención en el campo de la ideología a la educación, económica de los trabajadores y a la preparación del país para enfrentar, resistir y vencer cualquier variante de agresión imperialista. 

La promoción de las principales tareas económicas y productivas, y del ahorro, se orientó con un nivel de especialización superior, lo que ayudó a incrementar la eficacia del trabajo educativo. 

Temas de permanente importancia y trascendencia, como la formación comunista de las nuevas generaciones, la divulgación de las tradiciones de lucha del pueblo cubano, la podredumbre y crisis de la sociedad capitalista, las enormes perspectivas y posibilidades de nuestro sistema, la educación en los principios y normas de la legalidad socialista, entre otros, figuraron durante el período en el contenido de nuestra divulgación revolucionaria. La solidaridad con las causas liberadoras y populares, y la hermandad con los pueblos de la comunidad socialista, ocuparon de igual modo la atención de los órganos de difusión masiva. 

Las batallas libradas en los foros del Movimiento de Países No Alineados, en las Naciones Unidas, en los eventos celebrados en La Habana sobre la deuda externa, en el Parlamento Latinoamericano y a través de la prensa internacional, en aras de las únicas alternativas verdaderas a la crisis económica y social del mundo, por el progreso y el bienestar de los pueblos subdesarrollados, el cese de la suicida carrera en espiral de los armamentos de exterminio masivo y por la paz, tuvieron una importante repercusión en nuestro pueblo. Estas batallas acrecentaron la cultura política de las masas y su afán de profundizar en el estudio de estos problemas vitales para el futuro de la humanidad. Solo la Editora Política del Partido, con una tirada superior a los 60 000 000 de ejemplares, publicó 746 títulos, incluidas 15 intervenciones y entrevistas del Primer Secretario del Partido sobre las posiciones de Cuba acerca de la deuda y otras cuestiones de interés político e histórico. 

El periódico Granma se esforzó en llevar con rigor y sobriedad la información y orientación a todo el pueblo, y profundizó su influencia y prestigio. Los periódicos provinciales avanzaron en el cumplimiento de su función específica, y la mayoría de ellos se consolidaron como una opción para los lectores del territorio. 

Cuba alcanza ya una de las más altas proporciones de periódicos por lector entre los países del Tercer Mundo. Se distribuyeron anualmente cerca de 400 000 000 de ejemplares de periódicos nacionales, más de 90 000 000 de los provinciales, 62000000 de revistas y unos 13000 000 de ejemplares de publicaciones extranjeras. Como ya se explicó antes, una excelente base material y técnica se está creando aceleradamente para apoyar esta actividad. En la popularización de las realizaciones de la Revolución, no se ha logrado en muchos casos trascender las formulaciones descriptivas. Aunque los órganos de difusión se esforzaron para reflejar las nuevas obras y los avances, continúa siendo notoria la ausencia de reflexiones que acentúen la función social educativa del trabajo informativo. 

Se manifiesta frecuentemente una interpretación errónea sobre el contenido de la crítica a la gestión económica y administrativa, lo que da lugar a señalamientos aislados y a una práctica que asume el ejercicio de la crítica como si fuera uno más entre los géneros periodísticos. De tal manera, no pocas veces los esfuerzos en este sentido resultan festinados y no forman parte de un enfoque integral que incluya tanto los aciertos como las deficiencias. Criticar no es una meta, sino la aplicación desde posiciones de principios de un método para interpretar la realidad en su conjunto, promover acciones colectivas para transformarla y superar las imperfecciones. Por otra parte, es evidente la falta de especialización en los dominios de la economía que predomina entre muchos de nuestros periodistas. 

En un Estado de trabajadores como el nuestro, la crítica a una deficiencia o a errores en la gestión económica o administrativa no se hace para destruir a nadie, ni la confianza de las masas en la Revolución, sino para enfrentar a los cuadros a su sentido del honor, educar al pueblo y señalar el camino de la rectificación. Cuando se trata de problemas determinados por factores objetivos, el deber de nuestra prensa es documentar a la población y darle todos los elementos para que comprenda las causas; emprenderla únicamente contra las consecuencias no solo resulta contraproducente, sino que tiende a desorientar y confundir. 

A esto se suma el hecho de que si exceptuamos las sesiones de la Asamblea Nacional, cuya difusión constituye de por sí una orientación de inapreciable valor, en el resto de las actividades semejantes a escala local, e incluso de la dirección superior del Partido y del Estado, muchas veces somos omisos y no favorecemos con esto la comprensión de los problemas que afronta el país ni renovamos la convicción de que ellos son objeto del trabajo infatigable y anónimo de miles de cuadros. A su vez, muchos funcionarios y administradores no viabilizan la gestión de los periodistas ni los contactos con ellos, niegan acceso a datos no clasificados, se atribuyen facultades de censores y asumen posiciones justificativas, o no se dan siquiera por aludidos. 

No falta ocasión, por otro lado, en que algún periodista obtiene datos sobre programas o planes que están en proceso de estudio o elaboración y los proyectan al público como decisiones al parecer ya tomadas, sin indicar en lo más mínimo que se trata de ideas que están en la fase de simples proyectos. 

Es preciso continuar esforzándonos por elevar la calidad y el nivel profesional de nuestra prensa, para dar respuesta a las expectativas y al creciente y variado interés de los lectores. Nuestro objetivo ha de ser una práctica periodística caracterizada por la certeza de sus juicios y opiniones, la profundidad y la amenidad. En ello corresponde un papel importante a la Unión de Periodistas de Cuba. 

El sistema nacional de radiodifusión y televisión recibió durante el período un notable impulso. Se dispone de 5 cadenas nacionales de radio, 17 provinciales y 30 territoriales. 

Aunque no se han erradicado totalmente las llamadas zonas de silencio, el nivel de cobertura se amplió considerablemente. 

El reforzamiento general de la programación de las emisoras del país, incluida Radio Habana Cuba, la precisión de sus perfiles y diversas mejoras técnicas, forman parte de un proceso de fortalecimiento aún en desarrollo. Es necesario generalizar las experiencias positivas en la búsqueda de un lenguaje radiofónico más dinámico y moderno. La televisión nacional estabilizó su estructura en dos canales con perfiles claramente diferenciados. Se iniciaron las trasmisiones en horas de la mañana, se extendió la programación de verano y se crearon nuevas ofertas en diversos momentos del año. En el orden informativo, se constituyeron las corresponsalías de Tele-Rebelde en todas las provincias y en Isla de la Juventud; a los estudios de Santiago de Cuba y de Holguín, se sumaron los telecentros de Camagüey, Villa Clara y Pinar del Río. Se dan los pasos para la creación de emisoras independiente de televisión en Guantánamo y en Isla de la Juventud, dadas las peculiaridades de ambos territorios, uno en la primera trinchera y el otro un rincón de patria donde estudian miles de jóvenes extranjeros. En las demás capitales de provincia, será necesaria una etapa previa, durante la cual se producirán programas locales a través de uno de los canales nacionales, en horarios concertados para utilizar los equipos y las señales de canales nacionales. 

En el caso de las provincias habaneras, donde se concentra la cuarta parte de la población del país, la perspectiva que se analiza es crear un tercer canal de contenido cultural y entretenimiento, algo que técnicamente no se puede hacer todavía para todo el país. 

Más de la mitad de la programación de televisión es en colores. Se trabaja para lograr que la producción nacional, que hoyes del 65% en ese sistema, lo sea al ciento por ciento en el transcurso de este quinquenio. 

En un futuro relativamente próximo contaremos con la posibilidad de trasmitir la señal de la televisión cubana vía satélite, de modo que se pueda captar, si se desea, en todo el continente latinoamericano y en la mayor parte de los países de África. 

Con cerca de 2 000 000 de telerreceptores, la televisión es actualmente en nuestro país el medio informativo de recreación e influencia cultural de mayor alcance y posibilidad. Lo fundamental es concentrar los esfuerzos en la calidad de la programación, para lo cual será imprescindible superar la mediocridad y el facilismo, dejar atrás esquemas obsoletos, introducir formas avanzadas de organización de la producción, adoptar y poner en práctica las medidas que correspondan en materia laboral y aplicar una consecuente política de cuadros, abriéndole paso en las pantall as a lo mejor del talento artístico del país. 

Queremos y podemos tener una radio y una televisión más populares, más representativas, más ricas en temas de interés, más entretenidas y más cultas. La tarea ideológica y política más importante que tenemos por delante es la culminación de la construcción del socialismo y, al mismo tiempo, bregar incansablemente por el perfeccionamiento de nuestra sociedad. No soslayamos ni desconocemos nuestras imperfecciones y problemas. Hay que mantenerse alertas y cerrarle el paso al asustadizo espíritu pequeño burgués que haya exagerado las normas de austeridad y extremado el rigor de la disciplina; someter a crítica el menor rasgo de prepotencia y darle una batida dondequiera que aparezca a la más mínima señal de aburguesamiento y  corrupción. 

A principios de 1984, por acuerdo del Buró Político, se envió un mensaje firmado por el Primer Secretario a cada militante del Partido, reiterando el decisivo papel que corresponde al comunista, de manera individual, en el seno de la familia, del colectivo laboral o de la comunidad, en la educación de los niños y jóvenes. 

Deseamos subrayar la vigencia de los conceptos expresados en esa comunicación, e insistir en la trascendencia social del ejemplo personal de los comunistas y de los cuadros, así como en el hecho de que la capacidad y la autoridad del Partido para librar la lucha contra inconsecuencias ideológicas en el seno de nuestra sociedad, dependen del predominio, en su vida interna, del ejercicio oportuno y fraterno de la crítica y la autocrítica. 

Desde luego, también en lo adelante, continuaremos librando una lucha tenaz contra todo intento del enemigo por quebrar la moral combativa y reblandecer el espíritu patriótico y la confianza del pueblo en la Revolución. 

La educación económica, la disciplina laboral, la conciencia y la cultura de productores, continuarán siendo en el futuro propósitos cardinales de la educación ideológica, vinculados a la firme convicción de que el progreso y el bienestar futuros dependen de nuestro talento, nuestro sacrificio y nuestro sudor. 

Nuestras aspiraciones de perfeccionar todo el trabajo de la Revolución, alcanzan, por supuesto, al frente ideológico, donde es preciso avanzar hacia formas superiores, liberándolo de formalismos y poniéndolo a salvo de cualquier influencia burocrática. 

Debe ponerse énfasis en que las exposiciones de la política del Partido en cada esfera del desarrollo económico y social sean convincentes, en que la gestión en todos los organismos sea creativa, concederle prioridad a la solución de los problemas concretos de las masas y combinar el estudio de la teoría marxista-leninista con la práctica concreta de la construcción del socialismo en nuestro país. 

En los años venideros, nuestro instrumento ideológico fundamental y guía segura para la acción, será el Programa del Partido, en el que está contenido lo esencial y los objetivos de trabajo que debemos emprender no solo en el desarrollo económico y social del país, sino también en el desarrollo de nuestras conciencias de comunistas. 

LA SITUACIÓN INTERNACIONAL 

En los años que estamos examinando, la situación internacional ha sido una de las más tensas y complejas de la posguerra, caracterizada por una creciente amenaza a la paz mundial y el acercamiento peligroso de la guerra nuclear, en medio de una de las peores crisis económicas del sistema capitalista que descargó despiadadamente sobre las naciones del Tercer Mundo sus catastróficas consecuencias. La responsabilidad por ese agravamiento de las condiciones internacionales, recae enteramente en el imperialismo norteamericano, y, en particular, en la administración del presidente Reagan. 

En nuestro informe al Segundo Congreso, pocos días antes de que aquel iniciara su primer periodo advertimos que debíamos estar preparados para las serias dificultades que parecían amenazar al mundo. Fundamentábamos nuestro criterio en la política proclamada por la nueva administración norteamericana. Ella postulaba una política exterior fascista, sobre la base de concepciones chovinistas y militaristas, manipulando la opinión pública norteamericana y agitando el fantasma de un supuesto peligro soviético, lo cual serviría de premisa a la teoría de la supremacía militar necesaria como única garantía para defender lo que ellos denominan los intereses de Estados Unidos. 

Esa política iba necesariamente acompañada de la reafirmación del papel que ha adoptado Estados Unidos como gendarme a escala global, en alianza abierta con la reacción y la contrarrevolución en todas partes. En lo interior de la vida norteamericana, la política exterior de la administración Reagan se complementaba con un conjunto de medidas que privilegiaban a los sectores más ricos de la sociedad norteamericana y con cortes en las asignaciones de recursos a la salud, educación y asistencia social, que afectaron a los grupos de menores ingresos, entre ellos, ancianos, desempleados y amplios sectores de negros y latinos. Esta política doméstica fue acompañada de un proceso de descapitalización de la economía de los propios países capitalistas y del Tercer Mundo, mediante una brutal alza de las tasas de interés, todo ello para un aumento colosal de los gastos militares y costear el rearme sin nuevos impuestos, junto a la promesa de que se lograría un presupuesto equilibrado. 

Reagan y sus asesores pensaron que mientras los gastos militares les servirían para reanimar la esclerosada economía norteamericana, lograrían además el objetivo simultáneo de someter a la Unión Soviética y los demás países socialistas a una insostenible tensión sobre sus recursos económicos y científico-técnicos que retrasaría los avances del socialismo. 

La administración norteamericana presionó a sus aliados europeos de la OTAN y a Japón a sumarse a esa política. Así, mientras se impulsaban nuevos y cada día más costosos proyectos armamentistas, el gobierno de Estados Unidos comenzó la instalación en Europa de 572 cohetes de alcance medio dirigidos contra la Unión Soviética. Todo ello culminó en época reciente, cuando fue proclamado el programa de la llamada guerra de las galaxias. 

Pese a un creciente y poderoso movimiento popular por la paz, que comprendía las fuerzas más disímiles que agrupaban, en primer término, a las masas trabajadoras y estudiantiles de Europa e importantes sectores del propio Estados Unidos, se avanzaba hacia la confrontación nuclear. 

Solo en los últimos meses empiezan a aparecer signos, todavía inseguros, de la posibilidad de un regreso a la distensión. El siniestro rumbo de la política exterior de Estados Unidos ha sido obstaculizado, en grado considerable, por la inquebrantable decisión de paz de la Unión Soviética y 105 países socialistas, la decidida oposición de las masas progresistas en Europa y en todas partes, y la firme resistencia de todos 105 movimientos y países revolucionarios del Tercer Mundo a las posiciones de fuerza y de chantaje asumidas por Estados Unidos en estos años. 

Las claras, valientes y flexibles propuestas que la dirección del PCUS ha presentado reiteradamente para preservar la paz y frenar la carrera armamentista, arrebataron la iniciativa al gobierno de Estados Unidos y a su política agresiva, lo que obligó a Reagan, que había declarado su propósito de no negociar con la URSS, a aceptar la reunión de Ginebra y discutir durante largas horas con el jefe de la delegación soviética, compañero Mijail Gorbachov, ampliamente, más allá de 105 encuentros oficiales de las representaciones de ambos países. De Ginebra no salieron soluciones, pero sí se abrió en ella la esperanza de un cambio que conduzca a una mayor comunicación, de la que pudieran derivarse pasos serios hacia la distensión y la paz. 

El hecho de que quienes hacen descansar su política en la búsqueda de la supremacía militar hayan declarado que esta es inalcanzable e insensata, y que 105 mismos que un día proclamaron la posibilidad de resultar victoriosos En una guerra atómica hoy admitan que ello es imposible, y que, por tanto, la contienda nuclear no debe comenzar, es, en sí mismo, indicativo de posibles cambios. 

El pasado 15 de enero el compañero Gorbachov, consecuente con la línea y las posiciones que mantuvo en Ginebra, propuso un programa de acción en lo que queda de este siglo para lograr la eliminación total de las armas nucleares en el mundo. Desde que surgieron estas temibles armas de destrucción masiva, que llegaron a convertirse en una terrible pesadilla para toda la humanidad, nunca se había hecho un planteamiento más categórico, decidido y concreto en esa dirección. Por primera vez, incluso, la lucha contra las armas nucleares y su diseminación se han planteado sobre bases que no concederían a ningún país o grupo de países el privilegio exclusivo de equiparse con tales armas. Lo mismo se ha planteado en relación con las armas químicas. Se aceptaba el principio de la inspección in situ. 

Todos los pretextos esgrimidos con anterioridad por el imperialismo para impugnar las iniciativas soviéticas en este campo quedaban refutados. Dicho programa ha sido recibido con universal satisfacción, y el propio Presidente de Estados Unidos no ha podido evitar el reconocimiento de lo que sus voceros han denominado aspectos positivos de esa propuesta. 

Pero la política de Reagan no solo puso en peligro la paz global y amenazó a la humanidad en su conjunto, sino que en el desarrollo de su propósito hegemónico y de sus funciones de gendarme imperialista agravó la situación en las diversas áreas del mundo, en particular, en las que constituyen focos potenciales y peligrosos de tensión. 

No debemos olvidar que la posibilidad de que Reaga,n modifique su actitud a escala mundial, no conducirá necesariamente a que cambie sus actitudes a escala regional. En algunos casos, como ocurre en Centroamérica. Angola, África Austral y otros países, después de Ginebra la política de agresión imperialista, incluso, se ha recrudecido. 

América Latina y el Caribe 

Un ejemplo dramático del regreso a la política del gran qarrote, proclamada por Teodoro Roosevelt hace casi un siglo, esta vez esgrimida por Reagan a escala mundial, lo tenemos en la inescrupulosa y brutal ocupación de Granada, una islita caribeña de algo más de 400 kilómetros cuadrados y alrededor de 120000 habitantes, alejada miles de kilómetros de las costas de Estados Unidos, contra la que el gobierno de este país envió una poderosa fuerza militar, llevando a la práctica las funciones de policía internacional, para las cuales se ha autodesignado. 

Es cierto que, desgraciadamente, los errores de los propios revolucionarios de Granada facilitaron al imperialismo esa infame tarea: Pero ello no hace menor el crimen del gobierno de Estados Unidos contra la ley internacional y el derecho de los pueblos, ni disminuye el sentido de la muerte de aquel inolvidable constructor de su patria que fue nuestro amigo Maurice Bishop, de sus compañeros que junto a él perecieron y la de los trabajadores internacionalistas cubanos, compelidos por las fuerzas brutales de ocupación a defender su dignidad y su vida en una batalla desigual, para la cual no estaban preparados, lo que significó también una lección para nosotros mismos. 

Pero Granada apenas venía a expresar, en toda su crudeza y brutalidad, la política latinoamericana del presidente Reagan. 

Sobre El Salvador -un país pequeño y subdesarrollado de Centroamérica, cuyo pueblo sufrió decenas de años el más brutal y corrompido despotismo, cuyos regímenes proyanquis y de hechura yanqui, solo en los últimos años, han torturado, desaparecido y asesinado a decenas de miles de ciudadanos-, Reagan volcó miles de millones de dólares en armas, asistencia militar y ayuda económica que puso en las manos ensangrentadas de los genocidas, buscando arrancar de raíz la rebelión e imponer a toda costa una solución militar al conflicto. Eso se hace como antes en Guatemala, Santo Domingo, Vietnam y otras partes, invocando la defensa de la democracia en el mundo y  la seguridad de Estados Unidos. 

La admirable resistencia ofrecida y la capacidad con que los revolucionarios salvadoreños han sabido adaptarse a las condiciones de lucha impuestas por el torrente de técnica militar sofisticada y al asesoramiento de los mejores expertos de Estados Unidos, han dado al traste con los sueños imperialistas de aplastar la rebeldía en ese país. 

Los salvadoreños han dado a los imperialistas un ejemplo del heroísmo, la inteligencia y capacidad de lucha de los pueblos latinoamericanos, a los que ellos siempre consideraron una mezcla extraña y despreciable de españoles orgullosos, indios primitivos y negros ignorantes, que ahora en El Salvador, uno de los más pequeños países del continente, le están enseñando al imperio cuáles son los límites de su poder y su fuerza. 

Sin embargo, sería Nicaragua y su joven Revolución Sandinista la prueba más palpable y siniestra del regreso a los días del garrote y la zanahoria imperialista. La actual administración de Estados Unidos se ha propuesto como concreción de su ideología agresiva y reaccionaria, y como una lección de advertencia para todo el continente, destruir la Revolución Sandinista, forzarla a capitular y a aceptar las condiciones norteamericanas. 

En Nicaragua se sufre una guerra financiada, dirigida y ejecutada por el Pentágono y la CIA, a través de un ejército mercenario con bases en Honduras y Costa Rica. Pero no se puede hacer girar hacia atrás la rueda de la historia. La firme y valiente decisión sandinista de no retroceder, ha mostrado a las claras que lo de Cuba no fue un hecho excepcional, que ninguna potencia, por poderosa que sea, puede imponer su arbitrariedad a una revolución que resiste. Después de años de heroico combate por mantener su identidad y las decisiones populares, Nicaragua está ahí, imbatible, exhibiendo importantes logros sociales como la reforma agraria y los grandes progresos eh los servicios de educación y de salud, a pesar del desangramiento y destrucción a que es sometida, que puede medirse en las vidas perdidas, que pasan ya de 12000, y los daños materiales, que pasan de 1 000 millones de dólares. Esas cifras en vidas sacrificadas por la guerra sucia de Reagan equivaldrían en Estados Unidos a la muerte de 900000 ciudadanos y pérdidas materiales que parecerían insoportables. 

Sufriendo, la carga económica de la guerra, velando cada día a sus muertos, pero firme en su proyecto de una nueva Nicaragua independiente, democrática, no alineada y pluralista, se mantiene la Revolución Sandinista. 

Esa incapacidad yanqui para implantar por la fuerza su política en Centroamérica, es síntoma de un fenómeno más profundo: en los cinco años que analizamos, el proyecto imperialista de gobernar nuestra América por intermedio de genocidas tiranías militares entró en crisis. El desmoronamiento de la junta militar argentina y la victoria de Alfonsín; el retorno de Uruguaya la vida democrática, después de años no menos sangrientos; la apertura democrática de un país de tanto peso como Brasil; el ascenso al poder de un gobierno civil en .Guatemala, donde la represión de los regímenes militares que instaló la CIA en 1954 dejó un saldo de más de 80000 desaparecidos, torturados y muertos, donde su pueblo valeroso y el movimiento revolucionario han luchado y resistido abnegadamente durante años, enarbolando hoy las banderas de una solución política negociada también para su país, así como otros cambios perceptibles en el continente, han dejado a Pinochet, a Stroessner y a Duvalier como solitarios representantes de un siniestro esquema imperialista destinado a desaparecer. 

La formación del grupo llamado de Contadora, en el que México ha jugado un destacado y positivo papel, es parte de este cuadro. Pese a sus debilidades e inconsistencias, y no obstante la inclinación de algunos de sus participantes a hacerle concesiones a Washington, Contadora es una expresión del creciente anhelo de América Latina de que la soberanía de sus países sea respetada, que sus problemas puedan ser resueltos por medios pacíficos, sin intervenciones ni dictados de Estados Unidos, y se preserve el derecho de cada uno de sus pueblos a darse el régimen social y político que estimen pertinente. 

El respaldo a ese esfuerzo a través del Grupo de Apoyo constituido por Uruguay, Argentina, Brasil y Perú, fortalece su sentido latinoamericanista. 

Cuba, desde el comienzo, dio su solidaridad y apoyo irrestricto a la Revolución Sandinista; sus jóvenes maestros, sus médicos, sus constructores, sus técnicos en general y también -no lo ocultamos- sus asesores militares y de seguridad, han sido expresión modesta de su solidaridad. Cuba ha figurado también en la búsqueda de una solución negociada al conflicto centroamericano, que deberá implicar un compromiso de Estados Unidos a renunciar a sus acciones agresivas contra el pueblo nicaragüense. Exigir a  Nicaragua que asuma compromisos sin que se cumpla este requisito, equivaldría a solicitar la capitulación negociada de la Revolución Sandinista y la renuncia a la soberanía e independencia del país. 

Del mismo modo, no puede olvidarse la necesidad de buscar también soluciones políticas negociadas a la guerra en El Salvador y Guatemala. 

El episodio de las Malvinas confirmó que los imperialistas son capaces de pisotear los sentimientos de todo un continente cuantas veces convenga a sus intereses, e incluso apoyar el ultraje a la integridad de América Latina antes que entrar en contradicción con sus aliados de la OTAN. 

¡Qué inolvidable lección para los incautos! Solo unos días antes de aquella guerra, las relaciones de Estados Unidos con la junta militar argentina eran excelentes, porque los agentes del Batallón 601 de Inteligencia Militar argentina, al servicio de la CIA, entrenaban en Honduras a los primeros grupos somocistas que atacarían muy pronto a Nicaragua. 

Entre estos mercenarios y los mercenarios gurkas del ejército inglés, los yanquis prefirieron a los últimos. 

La conciencia unitaria latinoamericana y caribeña se va abriendo paso. El Sistema Económico Latinoamericano (SELA), en el que Cuba participó desde sus inicios, a pesar de las diferencias existentes, es una expresión de ello; la reciente Declaración de Caracas 'y la anterior de Quito recogen ese espíritu común. 

La mayoría de los gobiernos actuales que en América Latina se niegan a aceptar las exigencias de Washington, no abogan por la desaparición del imperialismo como tal y mucho menos cuestionan el sistema capitalista. Algunos propugnan cambios estructurales y otros no; las reformas económicas que están dispuestos a acometer son de muy diversos grados y, en algunos casos, mínimas. Se trata de la resistencia a la dominación extranjera, la repugnancia de cualquier gobierno que se respete a sí mismo a ser manejado como satélite, las contradicciones objetivas de los intereses económicos del imperio y los de nuestros pueblos cada vez más evidentes, que refuerzan la necesaria tendencia histórica de América Latina hacia su desarrollo y su liberación definitiva, preámbulo indispensable para las transformaciones más profundas que requiere nuestra región. 

En esa posición latinoamericana, incluso, corrientes no marxistas como las socialdemócratas pueden jugar cierto papel positivo. La socialdemocracia europea, frente a los aspectos más negativos de la política norteamericana, se permite asumir posiciones más progresistas. 

No tienen el mismo signo las posiciones de la democracia cristiana europea. Sin embargo, sería erróneo no tomar en cuenta que entre las fuerzas democratacristianas y socialcristianas de América Latina pueden encontrarse elementos progresistas, por lo cual no sería acertado ni válido a identificar a todos los gobiernos democratacristianos que surjan en el área como fuerzas necesariamente negativas. No siempre, ni todos, están llamados a jugar el siniestro papel del gobierno democratacristiano de Duarte, en El Salvador. 

Aparte de los democratacristianos están los cristianos que no son necesariamente democratacristianos, los que en América Latina constituyen una masa de cientos de millones, en su inmensa mayoría, obreros, campesinos ,y capas medias, que ni podrán liberarse a menos que construyan el socialismo, ni podría construirse el socialismo a menos que se cuente también con ellos. 

Con fuerza importante emergió en América Latina la Teología de la Liberación, que valoramos no solo como una experiencia sincera y comprometida con los pobres por parte de aquellos que de ese modo expresan su auténtico cristianismo, sino también en su significación política, como expresión del deseo de muchos cristianos, partiendo de sus propias convicciones religiosas, de construir un mundo presidido por la fraternidad, la igualdad y la justicia entre los hombres. 

En la lucha por la independencia de América Latina, no deben ser olvidados los militares, pues si el prestigio de los hombres de uniforme quedó mancillado deshonrosamente en muchos países de nuestro hemisferio, en otros, como Perú en la época de Velasco Alvarado, y Panamá, a los que se añaden numerosos casos personales en diversos rincones de nuestra América, demostraron el sentido patriótico-popular que pueden adoptar muchos militares y reivindicaron el derecho a que no se les excluya en esta lucha por la segunda y definitiva liberación de nuestros pueblos. 

El problema de la deuda externa Las naciones del área del Caribe se debaten también bajo los efectos de la crisis capitalista, las medidas proteccionistas norteamericanas y la constante disminución de los precios de sus principales productos de exportación, lo que ha traído como consecuencia, incluso, estallidos sociales: con un doloroso saldo de víctimas en países como República Dominicana, Jamaica y Haití. 

La propagandizada Iniciativa para la Cuenca del Caribe, solo ha servido como mecanismo para afianzar el control militar, político y económico de Estados Unidos en esta región sin resolver en lo más mínimo su abismal crisis. 

Entre esos países caribeños que atraviesan dificultades, se encuentra Puerto Rico, la hermana nación latinoamericana que gime todavía bajo la bota colonial yanqui. 

La crisis que ha sacudido las economías de América Latina y el Caribe, ha hecho retroceder a la región a los niveles de producto bruto por habitante de 1977. Entre 1980 y 1985, el crecimiento de las economías latinoamericanas fue de un exiguo 0,,5% promedio anual que, en términos per cápita, representó una disminución del 2,04%. La tasa de inflación aumentó en 5,9 veces. 

La deuda externa de América Latina y el Caribe llegó a 368 000 millones de dólares en 1985. Solo en ese año los países latinoamericanos entregaron a los capitalistas extranjeros 35090 millones de dólares por concepto de intereses y utilidades, y en los últimos tres años transfirieron al exterior 106000 millones de dólares por estos conceptos. 

América Latina y el Caribe constituyen hoy la región más endeudada del mundo. En nuestro país, escenario del encuentro de personalidades, las reuniones de dirigentes sindicales, de mujeres, de jóvenes y de intelectuales, se ha debatido ampliamente la magnitud y gravedad de este problema. 

Al subdesarrollo y la pobreza que recibieron estos pueblos como legado del colonialismo y el neocolonialismo, y al saqueo histórico de que fueron víctimas cuando financiaron con sangre y sudor de siglos el desarrollo del mundo capitalista, se unieron, en los últimos decenios, el intercambio desigual cada vez más abusivo, las medidas proteccionistas, el dumping, las fugas de capital hacia los centros de poder económico, y las manipulaciones monetarias y financieras que están en el origen de la deuda y dieron lugar a la actual catástrofe económica y social que aflige a estos países. 

El incremento de las tasas de interés por el gobierno de Reagan, desoyendo, incluso, las protestas de sus aliados occidentales, a los cuales lanzaba con ello a situaciones recesivas, agravó el problema y ayudó a convertir la deuda externa en un insuperable obstáculo, no solo para el desarrollo, sino, incluso, para mantener los mínimos niveles de subsistencia alcanzados. 

Cuando postulamos la impagabilidad de la deuda, nos basamos en cálculos y argumentos que no han podido rebatirse; por el contrario, cada día que pasa, cada hora, se hace más impagable. Las últimas caídas del precio del petróleo, tan brutales como fue su ascenso desde fines de 1974, deben terminar de persuadir, incluso, a aquellos países exportadores de petróleo de nuestro hemisferio que un día se hicieron la ilusión de que tan gigantesca deuda era pagable. Estamos seguros de que a la convicción de que es absolutamente imposible, llegarán más tarde o más temprano tanto deudores como acreedores, y ojalá sea mediante diálogo y no a través de catastróficas crisis que tales deudas reciban su certificado de defunción, y sean enterradas de una vez y para siempre. 

Si se pretendiera aplicar las fórmulas inhumanas del Fondo Monetario Internacional para pagar, nadie podría predecir la magnitud de los estallidos sociales y las consecuencias a que darían lugar, sin que se alcanzara jamás ese imposible objetivo. 

La fórmula planteada por Cuba es sencilla, comprensible y perfectamente aplicable: que los estados de los países acreedores desarrollados se hagan cargo, ante sus propios bancos, de la deuda de los países del Tercer Mundo; que el 12% de lo que hoy se invierte en gastos militares se dedique a la amortización de la misma. 

No postulamos que quiebre el sistema financiero internacional, ni que los depositantes en los países capitalistas industrializados pierdan su dinero, o que los contribuyentes tengan que pagar más impuestos. 

A esto añadimos que la simple anulación de la deuda no resolvería la profunda crisis económica de los países del Tercer Mundo; que hace falta la aplicación de los principios del Nuevo Orden Económico Internacional aprobado por las Naciones Unidas, que ponga fin al intercambio desigual, al proteccionismo, al dumping, a los intereses usurarios y a las manipulaciones monetarias y financieras por parte de unas pocas potencias capitalistas desarrolladas; que se practique la solidaridad económica sin condiciones con los países más pobres y de mayor atraso económico. 

Hemos insistido en que una correcta solución al problema de la deuda y el Nuevo Orden Económico elevaría el poder adquisitivo del Tercer Mundo, que está lleno de necesidades, y pondría a trabajar a plena capacidad gran parte de las fábricas del mundo capitalista desarrollado, que está, a su vez, lleno de desempleados. En relación con el desarrollo y el futuro de América Latina, planteamos que no basta solo la anulación de la deuda y el Nuevo Orden Económico Internacional, es imprescindible la integración económica si queremos disponer en el siglo XXI de un lugar en el mundo. 

A los que vierten lágrimas de cocodrilo por los recursos financieros de los países capitalistas desarrollados, baste recordarles que con lo que se han reducido los precios del petróleo en el transcurso del último año, aquellos se ahorrarán, en 1986, no menos de 80000 millones de dólares. Con esto bastaría para hacer frente a los intereses de la deuda externa del Tercer Mundo durante un año entero. 

Como es de suponer, la crisis económica y la enorme e impagable deuda externa han contribuido también a la convergencia histórica de los pueblos de América Latina y el Caribe. 

África y el Medio Oriente 

Estados Unidos intentó imponer su política de fuerza en África, el Medio Oriente y Asia, y de igual modo está fracasando. 

En el cono sur africano, ha ofrecido su apoyo decidido al oprobioso régimen de Sudáfrica, pretendiendo simultáneamente lograr acuerdos entre los racistas sudafricanos y la República Popular de Angola, para tratar de imponerle a este país la aceptación de la retirada de las fuerzas cubanas, todo esto acompañado del desconocimiento y la desfiguración de la Resolución 435 de las Naciones Unidas, destinada a asegurar la independencia de Namibia. En vez de la Narnlbia independiente, por la cual ha luchado durante largos años su pueblo bajo la dirección de la SWAPO, Washington procura asegurar que Namibia se convierta en campo propicio a la explotación neocolonial sudafricana y norteamericana. Como complemento de esta política, ha pretendido, además, un entendimiento del MPLA con Jonas Savimbi, traidor al África y asociado a la Sudáfrica racista. 

En días recientes, Reagan recibió en la Casa Blanca con honores de jefe de Estado a este mercenario cuyas bandas atacan y queman aldeas enteras, asesinan poblaciones indefensas, y han privado de la vida a decenas de miles de civiles sin distinción de hombres, mujeres, ancianos y niños. Tales son los prototipos de “luchadores por la libertad" con los que el Presidente de Estados Unidos se asocia lo mismo en Nicaragua que en Angola. 

Estos manejos de Reagan han alentado a Sudáfrica a mantener su política agresiva contra Angola, a continuar apoyando a los bandidos contrarrevolucionarios de RENAMO, a pesar de sus hipócritas acuerdos de N'Kornati con la República Popular de Mozambique, a atacar a Lesotho y a Botswana, y. a amenazar a Zimbabwe y a Zambia. 

Angola, que precisamente hoy 4 de febrero, día en que, se inicia este Congreso, conmemora el 25 aniversario del inicio de su valerosa lucha contra el colonialismo portugués, se mantuvo firme en sus posiciones de principio, fortaleció y desarrolló sus fuerzas armadas, y enfrentó decididamente la escalada militar. En ese período, Cuba incrementó su apoyo a ese hermano país. 

Es posible, sin embargo, una solución negociada. Las bases conocidas de la Declaración conjunta cubano-angolana, de marzo de 1984, para la solución de la independencia de Namibia, basada en la aplicación de la Resolución 435 de la ONU y los ulteriores pasos en la búsqueda de la normalización de la situación en el sur de Angola, tienen hoy vigencia plena. 

La vieja pretensión de vincular la independencia de Namibia con la retirada del contingente internacionalista cubano, encontró un rechazo decidido de la comunidad internacional en la ONU, la OUA y los no alineados. La independencia de Namibia, el cese de las agresiones contra Angola y de la ayuda a las bandas mercenarias de la UNITA, haría factible la retirada gradual de una parte de esas fuerzas, como Angola y Cuba han ofrecido, pero la permanencia o no de las restantes, las circunstancias y el momento en que deban ser retiradas todas, es prerrogativa exclusiva de los gobiernos de Angola y de Cuba. 

África del Sur enfrenta hoy una crisis irreversible del apartheid y de su propio sistema de dominación. El trabajo en ascenso del ANC y la rebeldía creciente de las masas, que encontró como respuesta la más brutal represión racista y enorme solidaridad en el mundo, son reflejo de la situación actual. No dudamos que el resultado histórico de esa batalla múltiple será la reafirmación de la independencia y la revolución en Angola, la independencia de Namibia, y la desaparición del sistema intolerable del apartheid. 

La política africana de Reagan ha ido más allá, su apoyo incondicional a Marruecos sirvió para cortar el proceso hacia la solución del conflicto en el Sahara Occidental, postulada y acordada por la Organización de la Unidad Africana. Sus amenazas contra Libia y el bloqueo establecido por la posición antimperialista de ese país, causan una inseguridad permanente en el Mediterráneo y en el norte africano. Un poco más allá, en el Mediano Oriente, el empeño por hacer prevalecer en esa región a Israel, que Reagan declaró como un aliado estratégico de Estados Unidos, condujo a que en vez de encontrarse una solución a los dramáticos problemas del Líbano, la situación de este país se haya hecho todavía más tensa y difícil. El fracaso de Reagan se patentizó con la rápida retirada a que fueron obligados los marines norteamericanos y el posterior repliegue de sus aliados israelitas. 

Los complejos problemas del Mediano Oriente se han agravado por las diferencias entre los países árabes, los cuales han contado siempre con nuestra indeclinable amistad y solidaridad. Los palestinos, que a través de la OLP han tenido un apoyo casi universal, quedaron dramáticamente divididos y aún lo están, Cuba, al igual que otros países, hizo todo lo que estaba al alcance de sus modestas posibilidades para restaurar esa unidad, sin que se haya alcanzado el objetivo. Esto, sin embargo, no restará calor a nuestra solidaridad con la lucha del pueblo palestino por sus legítimos e irrenunciables derechos. 

Hemos trabajado también, y seguiremos haciéndolo, por la unidad del mundo árabe como parte esencial de las fuerzas progresistas del Movimiento de Países No Alineados en la comunidad internacional. 

Nuestro respaldo a la República Árabe Saharauí Democrática y al Frente POLISARIO, lo vemos como una cuestión de principio, del mismo modo que rechazamos indignados la política de chantaje y amenaza contra Libia. 

Etiopía, su gran pueblo y su gran dirigente, el compañero Mengistu Haile Mariam, también contarán siempre con nuestro más pleno apoyo. 

África, en general, continuará teniendo la solidaridad permanente de la Revolución Cubana. 

Asia 

Una ligera revisión de Asia nos muestra signos bien perceptibles de lo nefasto de la política internacional norteamericana. Si no hubiera sido por el apoyo político, logístico y financiero que reciben de Estados Unidos las bandas contrarrevolucionarias afganas, la solución política que propugnan las Naciones Unidas y que ha sido aceptada, en principio, por Afganistán y Paquistán, con el apoyo de la Unión Soviética, hubiera sido menos difícil de obtener. En un país donde morían 235 niños por cada 1 000 nacidos vivos en el primer afta de vida; el 80% de la población era analfabeta y el 70% de la tierra estaba en manos de solo 2000 familias, nada más lógico, necesario y justo que una revolución. El gobierno de Estados Unidos ha invertido, sin embargo, miles de millones de dólares para tratar de aplastarla y no lo ha conseguido. Es hora ya de que cese la injerencia imperialista en los asuntos internos del pueblo afgano y se respete su derecho a construir el futuro y vivir en paz. 

La India ha denunciado las manipulaciones dirigidas a desestabilizar y desmembrar al país mediante el encono de las tendencias separatistas, los enfrentamientos comunales y la utilización del terror. Ese clima extremo de tensiones tuvo una trágica culminación en el asesinato de nuestra querida y altamente estimada amiga Indira Gandhi, cuya muerte privó a la India de una gran estadista, profunda conocedora de los problemas que, junto a su padre, aprendió a manejar; humana y sensible, pero, a la vez, firme. Toda la humanidad sintió como suya esa pérdida, que también sufrimos los cubanos. 

La acertada y segura actuación de Rajiv Gandhi, que continuó la tradición familiar y muestra en ella su madurez y decisión propia, ha confirmado que los enemigos de la India tampoco podrán imponer allí sus designios. 

La estrategia agresiva y guerrerista norteamericana actúa también en Japón con el propósito de fortalecer la presencia militar norteamericana en el Pacífico y el Indico, y llevar más allá de las costas japonesas, a las que estaban limitadas, las fuerzas de defensa de aquel país. 

Las provocaciones en la península coreana continúan. Fruto, sin duda, de influencias, presiones y maquinaciones de Estados Unidos, fue la designación de Seúl como sede de las próximas olimpiadas, sin tomar en cuenta para nada la otra parte del país, ignorando que la nación está cruel y artificialmente dividida, que allí se libró no hace mucho una sangrienta guerra en la que perdieron la vida cientos de miles de ciudadanos de diversas naciones, que Sudcorea es una base militar yanqui y que en ese Estado títere existe uno de los regímenes más horripilantes y represivos del mundo. Cuba apoya las conversaciones entre el norte y el sur para compartir esa olimpiada, única forma de propiciar una salida decorosa a la situación creada, sin la cual no es concebible la asistencia de nuestro país. 

Sin recato alguno, en el sudeste asiático se obstaculiza el proceso de diálogo entre los países indochinos y los de la ASEAN, y se estimula la contrarrevolución kampucheana, mientras no cesan los esfuerzos para el aislamiento de Vietnam. Tampoco allí esa política ha resultado victoriosa. El diálogo entre los países de la ASEAN e Indochina continúa. 

Vietnam consolida y desarrolla sus relaciones con la comunidad socialista y el resto del mundo. En la República Popular de KampLichea, se abre paso un proceso de renacimiento nacional. 

Por otro lado, el movimiento antinuclear y pacifista cobró nueva fuerza en la región, y se extendió a Sudcorea, Australia y Nueva Zelandia, país este que ha puesto en práctica una política antinuclear que provocó la crisis del pacto militar ANZUS . En todo el continente asiático no deja de influir, por el indiscutible peso que tiene en el complejo desarrollo de la situación del mundo, el enfoque positivo con que se viene proyectando China en los últimos tiempos respecto a importantes cuestiones de la vida internacional. Su orientación hacia la paz global y el compromiso que ha hecho en su condición de potencia nuclear de no ser la primera en usar esas armas, su rechazo al proyecto de guerra de las galaxias de Reagan y el apoyo a las demandas de los países subdesarrollados en el ámbito de sus relaciones económicas internacionales, así como una postura correcta, en relación con los problemas de Centroamérica, forman parte de esa proyección. Se desarrollan, por otro lado, intercambios de delegaciones y mejora el clima de sus relaciones con la URSS. China apoya, a su vez, la idea de que las olimpiadas de Seúl sean compartidas. Son hechos positivos que debemos saludar. 

Los militantes de nuestro Partido saben, sin embargo, que junto a nuestras adecuadas relaciones estatales con China hay todavía enfoques del Partido Comunista Chino, sobre asuntos vitales de la política internacional, con los cuales no coincidimos ni podemos coincidir, como son su hostilidad y sus acciones de fuerza contra Vietnam, un país que en su lucha heroica contra el imperialismo derramó también su sangre por la independencia de todos los pueblos del Tercer Mundo. Esperamos que un día desaparezca esa animosidad, que será siempre una sombra y un obstáculo para una sincera mejoría de relaciones entre Cuba y China. 

Si a la resistencia que la política de Reagan ha encontrado y seguirá encontrando en estos tres continentes, unimos la renuencia y la falta de entusiasmo con que la secundan sus propios aliados, se hace evidente su carácter irreal y anacrónico. Por otra parte, el catastrófico déficit comercial de Estados Unidos en 1985, alcanzó la cifra récord de 148 500 millones de dólares. Nada resultó tampoco de las promesas de Reagan respecto a la reducción del déficit presupuestario, que en ese mismo año rebasó la cifra de los 200 000 millones. En su conjunto, más de 350 000 millones de dólares -que no habían sido producidos por el país- gastados en un año, algo que ni siquiera los felices propietarios de la lámpara de Aladino habrían podido soñar. 

Los países no alineados 

A comienzos del quinquenio. Cuba presidía el Movimiento de Países No Alineados, tarea que no fue fácil en momentos tan complejos como los reseñados anteriormente. 

Son conocidos los esfuerzos cubanos por detener el proceso de guerra entre Iraq e Irán, que siempre nos pareció absurdo y de consecuencias trágicas, no solo para ambos países, sino para nuestro movimiento. Colaboramos junto a los países no alineados en la lucha contra la agresión israelí al Líbano y en la exigencia de que se respeten los derechos del pueblo palestino, víctima de brutales masacres como las de Sabra y Shatila. 

En Centroamérica estuvo presente la acción del movimiento, así como en la guerra de las Malvinas. En las Naciones Unidas la condena a Sudáfrica se debió, en gran medida a la acción de los no alineados. La problemática económica del Tercer Mundo y la lucha por el Nuevo Orden Económico Internacional, recibieron continua atención. Cuba también contribuyó decisivamente a mantener la unidad del movimiento y a promover una solución aceptada por todos en relación con la sede de la Séptima Cumbre, que estaba por decidir en vista de la continuación de la guerra entre Iraq e Irán. 

No necesitaríamos una valoración más alta del trabajo de Cuba en esa etapa que las palabras de Indira Gandhi al recibir la presidencia del movimiento, que le fuera transferida por Cuba. 

El Movimiento de Países No Alineados, que mantiene su conocido carácter heterogéneo, durante los últimos años continuó siendo una fuerza activa y determinante en la política mundial. El asesinato de Indira Gandhi provocó momentos de incertidumbre, que con sagacidad y energía Rajiv Gandhi logró vencer. 

La Reunión Ministerial de Luanda mostró la fuerza y la unidad de los no alineados. La elección de Zimbabwe como país sede de la próxima cumbre confirmó no solo el prestigio de ese país y de su firme conductor Robert Mugabe, sino que mostró la importancia que los países miembros del movimiento asignan a la situación en el sur de Afrlca, al problema del apartheid y al dramático estado de la economía africana. 

La comunidad socialista 

En la actividad desplegada durante estos años por nuestro Partido en la esfera internacional, le ha correspondido un papel decisivo al desarrollo y fortalecimiento de los vínculos que nos unen a los partidos comunistas de todo el mundo, en especial los que integran la comunidad socialista a que pertenecemos. Para nosotros, la cohesión de un movimiento comunista con absoluto respeto recíproco e independencia de criterios de cada uno de sus integrantes, es un factor importante en la lucha para el avance del socialismo y la aplicación de su estrategia común de paz y desarrollo. La función del Partido Comunista de la Unión Soviética en esa histórica tarea es bien conocida. Por su condición de primer país socialista, por su enorme potencial económico, su fuerza militar indudable y su fidelidad a los principios del marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario, la URSS es parte decisiva de las fuerzas históricas contemporáneas. El PCUS, que lo orienta y dirige, es nuestro amigo más cercano, nuestro mejor aliado político. 

Asimismo cada partido de este importante movimiento, grande o pequeño, será siempre digno de nuestro mayor respeto y consideración. 

En el marco de la situación política que hemos referido, se desarrollan las buenas relaciones de nuestro Partido con las demás fuerzas revolucionarias, progresistas y democráticas en todo el mundo. 

Relaciones estatales 

En lo que se refiere a nuestras relaciones estatales, Cuba mantiene en la actualidad vínculos diplomáticos con 121 estados y consulares con otros 2. Esa cifra basta para apreciar, desde otro ángulo, el fracaso de la política imperialista, que pretendió cercar y aislar políticamente a la Revolución Cubana. La Cuba pre revolucionaria solo tenía relaciones con 51 países. 

En la actividad internacional del Estado cubano, gozan también de alta prioridad y especial atención las relaciones con la Unión Soviética. El carácter ejemplar de esas relaciones lo muestran no solo su continuo apoyo político y el invaluable abastecimiento militar que ha permitido la defensa de Cuba, sino, según hemos subrayado más de una vez, el que la URSS inició un tipo de relaciones económicas con Cuba que pueden ser consideradas como la aplicación del Nuevo Orden Económico Internacional a que aspiramos los países subdesarrollados del mundo. 

El programa a largo plazo del desarrollo de la colaboración económica y científico-técnica entre Cuba y la Unión Soviética hasta el año 2000, confirma estas direcciones. 

Una colaboración estrecha se desarrolla, en distinta medida y según circunstancias particulares, con los demás países que constituyen la comunidad socialista miembros del CAME: la República Democrática Alemana, la República Popular de Bulgaria, la República Socialista de Checoslovaquia, la República Popular de Hungría, la República Popular de Mongolia, la República Popular de Polonia, la República Socialista de Rumania y la República Socialista de Vietnam. Ellos, junto a la URSS, constituyen nuestros principales asociados. Nuestra participación conjunta en el CAME nos permite trabajar coordinadamente y a largo plazo. 

La estrecha amistad y mutua solidaridad con la República Popular Democrática de Corea, y las que mantenemos con la República Democrática Popular Lao y con la República Popular de Kampuchea, constituyen también parte de nuestras relaciones socialistas, que se manifiestan igualmente en las sólidas relaciones de amistad y colaboración con la República Socialista Federativa de Yugoslavia. 

Nuestras relaciones se desarrollan de un modo normal con la República Popular China, con la cual tenemos un importante intercambio comercial y positivos contactos a nivel de gobierno. 

Nuestras relaciones con la República Popular Socialista de Albania, han experimentado un favorable desarrollo. 

Hemos subrayado más de una vez nuestros vínculos históricos y raciales con África. La Revolución, para nuestro orgullo, los ha fortalecido. Cubanos y africanos, en Angola y en Etiopía, hemos dado ejemplo de internacionalismo combativo; con ellos, así como con numerosos países del Africa, ese internacionalismo se aplica también en los terrenos de la economía, la ciencia y la técnica. 

Angola, Etiopía, Mozambique, Tanzania, Zambla, Zimbabwe, Congo, Guinea Bissau, Cabo Verde, Madagascar, Seychelles, Benin y Sao Tomé, son aliados permanentes en batallas comunes en las que nos acompañan ahora Ghana y Burkina Faso, después de las positivas transformaciones en esos países. 

El pueblo sudanés, sometido durante largos años a la sangrienta opresión del régimen de Numeiry, peón del imperialismo y la reacción árabe, rompió, con sus enérgicas acciones de masas en el norte y la vigorosa lucha de su ejército guerrillero en el sur, las cadenas de la tiranía, abriendo con su heroico combate promisorias perspectivas revolucionarias. 

Albergamos la esperanza de que el imperialismo no pueda obstruccionar el proceso de cambios que se desarrolla en ese país. 

Nuestra amistad con países árabes como Argelia, Yemen Democrático, Libia, Siria e Iraq es tradicional; y los lazos con Irán se fortalecieron después de la revolución popular que derrocó al reaccionario Sha. Esperamos que los dramáticos acontecimientos de Yemen, de cuyas trágicas consecuencias hemos sido testigos en días recientes, no lesionen el proceso revolucionario, la unión imprescindible, la independencia y la paz en ese país hermano. 

Las relaciones con los países capitalistas desarrollados Han estado regidas por nuestra política de intercambio normal y colaboración mutuamente ventajosa, basadas en el respeto recíproco, con independencia de los sistemas sociales diferentes. Aunque con los países que forman parte de la Comunidad Económica Europea no hemos logrado que se modifiquen regulaciones que estorban o discriminan nuestras exportaciones potenciales, ni ellos han sido capaces de renunciar a políticas proteccionistas, subsidios y dumping que lesionan severamente la economía de muchos países del Tercer Mundo, Cuba valora positivamente que en el período que examinamos, tanto en la Comunidad Económica como en Japón, no se ha aceptado la política propugnada por Estados Unidos de implantar hacia nosotros un virtual bloqueo económico y financiero. Lo demuestra la forma en que esos países acreedores de Cuba han manejado el problema de la renegociación de nuestra deuda. Continuaremos trabajando por dar a estas relaciones un carácter estable y duradero, que, además de una sólida perspectiva económica, incluya el diálogo político en torno a cuestiones que atañen a las relaciones bilaterales y a los principales problemas internacionales. 

Relaciones con Estados Unidos 

Apenas será necesario explicar, porque se deriva casi naturalmente de la política estadounidense en todas las áreas del mundo, que el acceso de la actual administración norteamericana al gobierno, se proyectó hacia Cuba con una extrema agresividad, lo que la llevó a reforzar el bloqueo económico contra nuestro país y a trabajar con mayor denuedo aún que las administraciones anteriores para impedir nuestras operaciones comerciales y financieras normales. Se proclamaba al mismo tiempo, sin recato alguno, la elaboración de nuevos planes de agresión militar y de subversión contra nuestro país, se insistía en esgrimir collti tra nosotros la posibilidad de una acción militar concretas de "ir a la fuente", como uno de sus dirigentes lo llamara, atribuyéndonos con arbitrariedad notoria todo lo que contra las pretensiones dominadoras de Estados Unidos ocurría en América Latina, el Caribe y otras partes del mundo. Con descaro inaudito, han continuado su violación del espacio aéreo cubano con los vuelos de los SR-71. 

Como ya hemos tenido oportunidad de explicar, las amenazas y las medidas organizativas tomadas por el gobierno de Reagan, sirvieron solo para fortalecer la capacidad defensiva de nuestro país y convertir nuestra patria en un bastión inexpugnable. 

En medio de esa posición permanentemente agresiva contra Cuba del gobierno de Estados Unidos, se propició la oportunidad de que ambas partes lograran un acuerdo limitado de inmigración, reafirmándose nuestra política en relación con ese país de la posibilidad de llegar a compromisos razonables para ambas partes, con independencia del abismo ideológico que separa a nuestros gobiernos, cuando se respeta nuestra igualdad soberana y se excluyen las absurdas e intolerables pretensiones injerencistas que han caracterizado, en general, la política norteamericana hacia Cuba por más de 25 años de Revolución. 

Durante sus cuatro meses de vigencia, cumplimos escrupulosamente las obligaciones que nos correspondían, pero de pronto, de un modo provocativo, con apenas unas horas de aviso previo, en una acción a la vez innecesaria y ofensiva, el gobierno de Estados Unidos tomó la decisión de llevar a cabo sus planes paranoicos de iniciar trasmisiones radiales subversivas por onda media contra nuestro país. Más aún, tuvo el cinismo de utilizar el nombre de nuestro Héroe Nacional para identificar esas trasmisiones. 

Decidimos, por ello, suspender los acuerdos alcanzados. 

Cuba, como lo hemos expuesto muchas veces, no es remisa a discutir su prolongado diferendo con Estados Unidos e ir a la búsqueda de paz y mejores relaciones entre nuestros dos pueblos, lo cual nuestro Partido reafirma una vez más en este Congreso. 

Creemos que ello contribuiría a mejorar el clima político en nuestra área, y de cierta forma influida también en la esfera de la política internacional. Pero ello tendría que ser sobre la base del más estricto respeto a nuestra condición de país que no tolera sombras a su independencia, por cuya dignidad y soberanía lucharon y se sacrificaron generaciones enteras de cubanos. 

Esto será posible únicamente cuando Estados Unidos se decida a negociar con seriedad y esté dispuesto a tratar con nosotros con espíritu de igualdad, reciprocidad y el más pleno respeto mutuo. Los tiempos en que el imperio podía hacer y deshacer en nuestro país, quedaron muy atrás. La perseverancia, tenacidad y firmeza con que hemos resistido estos 27 años, la lealtad probada a nuestros principios, la resolución con que nos hemos dado a la tarea de crear un mundo nuevo y una patria justa, la confianza y seguridad con que estamos echando los cimientos del porvenir, el heroísmo con que hemos defendido y seremos capaces de defender nuestra obra revolucionaria, nos hace acreedores al derecho de que nadie pueda ignorar ni subestimar a nuestro pueblo. Los vínculos que, además, hemos establecido con los miles de millones de seres humanos en el mundo que tienen intereses comunes con nosotros, indican que no somos combatientes solitarios, sino que formamos parte de una humanidad dispuesta a vencer en su lucha por la supervivencia, la paz, la libertad y la justicia. Gústele o no, Estados Unidos tendrá que contar con una Cuba revolucionaria, tendrá que resignarse a ella y a un mundo que cambia. 

PALABRAS FINALES 

Compañeros delegados: 

Gracias a que hemos tomado decisiones correctas y hemos trabajado con tesón en estos años, nuestra patria es más fuerte, nuestra economía más sólida, nuestra experiencia más rica, nuestro Partido más aguerrido, nuestro pueblo más maduro, más cohesionado, más culto, más seguro de sí mismo, más revolucionario. 

Próximo a cumplirse el trigésimo aniversario del Granma, ahora que podemos mirar el camino recorrido, si entonces no había siquiera una luz que nos indicara dónde estaba el punto al que habríamos de arribar, nos complace pensar que estos congresos son como faros que señalan puertos seguros donde hace escala, de tiempo en tiempo para renovar el compromiso de su obra, la nave de la Revolución en su largo viaje por los mares de la historia. 

Pero ya no se trata de un puñado de hombres en un pequeño yate, más repleto de ideas que de armas, sino de una nave inmensa y sólida que ninguna ola, ningún viento, ninguna tempestad será capaz de hacer naufragar, cargada esta vez de muchos sueños hechos realidades y de muchas realidades que son sueños todavía por hacer, donde un pueblo entero navega hacia el futuro y de nuevo desembarca sabiendo que si delante hay montañas de dificultades y obstáculos, si un pérfido enemigo acecha, como premio a su tesón, su confianza en sí mismo y sus esfuerzos, muchos primero de enero le esperan. 

Hagámonos el propósito de redoblar nuestros esfuerzos, y jurémonos ante nosotros mismos que si un día nuestro trabajo nos pareciera bueno, debemos luchar por hacerlo mejor; y si fuera mejor, debemos luchar por hacerlo perfecto, conociendo de antemano que para un comunista nada será nunca suficientemente bueno, y ninguna obra humana será jamás suficientemente perfecta. 

Muchas Gracias. 

(Ovación.)

Fuente: 

Sitio del Partido Comunista de Cuba
04/02/1986