Valoraciones

Líder mundial

Yo soy producto de una familia de Cayo Hueso, que emigró allí en el 1854, mis antepasados tuvieron vínculos con los patriotas de la guerra del 68 y por supuesto de la guerra del 95 con la presencia de Martí en Cayo Hueso. Afortunadamente para nosotros coincidió que mi padre era el presidente del Club San Carlos y el Comandante en Jefe, en aquel entonces Doctor Fidel Castro visitó Cayo Hueso después de salir de la prisión en el año 1955 con el fin de crear la célula del movimiento 26 de julio que estaba organizando en distintas ciudades de los Estados Unidos como Nueva York, Filadelfia, Tampa, Miami y Cayo Hueso.

En Cayo Hueso se dieron determinadas circunstancias y bueno, llegó el Comandante en Jefe el 2 de diciembre de 1955, yo prácticamente era un adolescente, tenía 13 años, pero a esa edad con la llegada del Comandante en Jefe a mi casa a conocer a mi familia, pues empezó una trayectoria familiar a la que me incorporé yo y no pasó mucho tiempo, prácticamente al año y medio, pues ya teníamos mucha conciencia de lo que representaba la lucha revolucionaria que se llevaba a cabo en Cuba, dirigida y liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

Por supuesto con el desembarco del Granma se cumplió la palabra que le había dado a mi familia de que iba a comenzar la guerra en un año y que no paraba hasta que Cuba fuera libre; gracias a que esa realidad se logró en el tiempo menor posible y se derrotó a la tiranía batistiana, Cuba logró su verdadera independencia, su soberanía nacional y su libertad los cubanos. Hoy en día, tantos años después de aquella gesta, el Comandante en Jefe simboliza muchísimo más, simboliza no solo las luchas nacionales de independencia y libertad para los cubanos, de dignidad nacional y de ser reconocido en el mundo como un país que tiene nombre y que es respetado, también el Comandante en Jefe trascendió las fronteras de Cuba y por supuesto es respetado en todo el mundo por su participación en todas las luchas revolucionarias de los países del tercer mundo, de los países no alineados y por supuesto de los movimientos de liberación y las distintas gestas que se dieron en el transcurso de todos estos años.

Para mí es un honor el haber conocido y compartido después en distintas ocasiones con el Comandante en Jefe y ha sido una enseñanza para mí en la vida; puedo decir que Fidel es más que un dirigente político de un movimiento revolucionario o un dirigente político de un país, Fidel es prácticamente mi vida porque nosotros aprendimos de Fidel a ser mejores gentes, a ser mejores cubanos, a ser más dignos y más humanos. En una ocasión, cuando aquí se me hizo una agresión en Miami yo declaré que quería a Fidel como si fuera a mi padre.

Y yo ratifico esa posición, porque lo hice en el 96 y lo vuelvo a ratificar hoy porque Fidel es más que un cubano, Fidel es un líder mundial, una persona respetable, una persona que para todos nosotros implica la dignidad que tiene Cuba, es el símbolo de todo lo cubano y la revolución cubana es Fidel y Fidel será para los cubanos lo que realmente es para el mundo, el hombre que lucha por la redención y las mejoras sociales que en Cuba se conquistaron gracias a él. Yo no tengo palabras para expresar la gratitud con que la vida le ha dado 86 años, en lo físico, porque Fidel es eterno en lo espiritual. Fidel vivirá ya en la historia de Cuba como una figura que nunca muere. Yo admiro a Fidel como admiro a mi padre, como admiro a lo más grande que se pueda tener en la vida.

Tomado de: 

Cubadebate
13/08/2012