Genio político
Yo conocí por primera vez a Fidel Castro cuando él estaba aspirando para el congreso, para la cámara de representantes en Cuba, por el partido Ortodoxo en Oriente, yo tendría 15 o 16 años y lo conocí en unos eventos políticos. Después de eso la próxima vez que lo vi y tuve oportunidad de conversar con él fue cuando la conferencia del 40 aniversario de la invasión de Bahía de Cochinos en la que yo participé, reunión que se produjo en La Habana, llevada a cabo por la Universidad de Brown y donde comparecieron todas las personas que tuvieron que ver con los acontecimientos de aquel entonces, tanto de la Unión Soviética como del gobierno de Cuba, el gobierno americano, la Casa Blanca, el Departamento de Estado y miembros de la brigada de la invasión.
La realidad del caso es que Fidel Castro sin duda alguna, aunque uno tenga cualquier diferencia con el gobierno de Cuba, es un genio político. El llevó una revolución en una pequeña república latinoamericana, que además de eso era una isla, y la convirtió en una revolución casi mundial, casi internacional, le dio estímulo a lo que se llegó a llamar los países no alineados dentro de la guerra fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, se convirtió en un líder de los que llamaban países pequeños dentro de ese conflicto. Sin duda alguna posee uno de los pensamientos más importantes dentro de la América Latina y no se puede negar que su capacidad política ha sido extraordinaria.