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Fidel el gran baluarte del deporte cubano

A un año de su desaparición física, cada cubano recuerda a Fidel Castro, un fervoroso amante de los deportes, en especial el béisbol, fútbol, atletismo, baloncesto, natación, pesca y caza submarina.
 
Con la divisa innegociable de 'El deporte es un derecho del pueblo', el líder histórico de la Revolución cubana convirtió a la mayor de las Antillas en un gigante olímpico.
 
En el ideario de Fidel, el deporte constituye una maravillosa actividad que alienta, entretiene, entusiasma y hace feliz al pueblo, además de ayudar a la salud física y a formar el carácter de los hombres y mujeres de espíritu.
 
Antes de 1959, la isla solo conseguía esporádicos éxitos a través de figuras como el legendario púgil campeón mundial profesional Kid Chocolate, el pelotero Martín Dihigo, exhaltado al Salón de la Fama en Cuba, Estados Unidos, México y Venezuela, el esgrimista Ramón Fonst, cuatro veces dorado olímpico, o el genio del ajedrez José Raúl Capablanca.
 
Sin embargo, bajo la guía y el influjo de Fidel, Cuba se convirtió en uno de las primeras naciones del orbe por la organización de la actividad deportiva en todo el país y el número de victorias y medallas obtenidas en competencias internacionales.
 
En realidad, sin el triunfo de la Revolución en 1959 los cubanos no habrían podido soñar con un gran movimiento deportivo como el que poseen hoy, venciendo además las carencias económicas ocasionadas por el bloqueo impuesto por Estados Unidos, hace casi 60 años.
 
Para cumplir con los propósitos de que el deporte es un derecho del pueblo, en febrero de 1961 fue fundado en Cuba el Instituto Nacional de Deportes, y en octubre de 1963 comenzaron en el país los Juegos Escolares Nacionales, donde estudiantes de todas las edades comienzan a forjar su talento en diversas disciplinas.
 
Otra iniciativa fue la creación de los Consejos Voluntarios Deportivos, que llegaron a fomentarse con más de 100 mil activistas en municipios, barrios, fábricas, granjas cooperativas y cualquier otro lugar donde fuera posible estimular la práctica de la Educación Física y el deporte.
 
El Comandante en Jefe dispuso la creación en 1965 de las Escuelas de Iniciación Deportiva y también se construyeron innumerables instalaciones deportivas por llanos, valles y montañas del archipiélago, para el disfrute de la población.
 
Quedaron instituidos igualmente torneos nacionales en todos los deportes, comenzando por la Serie Nacional de Béisbol, en la forja de copiosos resultados internacionales para un país pequeño y del Tercer Mundo como es Cuba.
 
En la década de 1970 fue creada la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético con el objetivo de formar deportistas, así como optimizar los elementos técnicos de su especialidad.
 
Y si hoy Cuba goza de tan alto prestigio a nivel internacional en esta esfera es gracias a la obra de Fidel Castro, como destacó en una ocasión la corredora Ana Fidelia Quirot, bicampeona mundial y subcampeona olímpica.
 
Bajo ese principio de concebir el deporte como un derecho de la población, la mayor de las Antillas domina el medallero histórico de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, los juegos regionales más antiguos del planeta, con mil 875 medallas de oro, 955 de plata y 744 de bronce, 525 preseas áureas más que México, el segundo lugar en la tabla.
 
Durante los Juegos de Veracruz-2014, Cuba continuó como la referencia para los países del área en cuanto a calidad deportiva, al conquistar en esa justa 254 medallas en total, de ellas 123 de oro, 66 plateadas y 65 de bronce.
 
En Juegos Panamericanos, la nación caribeña acumula dos mil 26 preseas, distribuidas en 875 metales de oro, 593 de plata y 558 bronces, solo superada por las delegaciones estadounidenses (1948-1455-1027).
 
La isla antillana desplazó a Estados Unidos del liderazgo continental en los Juegos de La Habana-1991, cuando conquistó 140 títulos dorados, 10 más que la poderosa delegación norteña.
 
En esa ocasión los deportistas cubanos agregaron a su cosecha 62 metales de plata y 63 de bronce.
 
En Toronto-2015, mientras, Cuba conquistó 97 medallas, 36 de oro, 27 de plata y 34 bronceadas.
 
Los cubanos acumulan un conjunto de 220 medallas en las ediciones de los Juegos Olímpicos, repartidas en 78 de oro, 68 de plata y 74 de bronce, con metales en disciplinas tan diversas como el boxeo, voleibol, judo, atletismo, lucha, taekwondo, tiro, béisbol, esgrima, halterofilia, baloncesto, ciclismo, canotaje y natación.
 
Para deportistas cubanos como el destacado ex jugador de béisbol, Luis Giraldo Casanova, varias veces campeón mundial con el equipo nacional, Fidel es el artífice de todas esas conquistas.
 
También para otros atletas, como la pertiguista Yarisley Silva, campeona mundial bajo techo en 2014 y al aire libre en 2015, y subcampeona olímpica en Londres-2012, sin Fidel el deporte cubano nunca hubiera brillado.
 
Siguiendo sus ideas, Cuba también organizó fiestas deportivas de trascendencia internacional como la XVII Olímpiada Mundial de Ajedrez en 1966, que implantó récord de 52 países, campeonatos y copas mundiales de béisbol, y los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1982.
 
También se celebraron en La Habana los Campeonatos Mundiales de 1971, 1973, 1984 y 2003.
 
Bajo la guía de Fidel Castro, la mayor de las Antillas construyó el Laboratorio Antidoping de La Habana, para apoyar la pureza del deporte revolucionario, así como la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes, un baluarte solidario para el desarrollo deportivo en los países del Tercer Mundo, principalmente de América Latina y el Caribe.

Fuente: 

Prensa Latina

Fecha: 

25/11/2017