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Muchos lloran a Fidel, aunque no todos lo digan, opina francesa

Micheline Durand fue traductora oficial del gobierno francés durante 35 años y su experiencia le dice que muchos lloran hoy al líder revolucionario cubano, Fidel Castro, aunque algunos no se atrevan a decirlo.
 
'Muchos lo lloran, pero no se atreven a decirlo públicamente porque estamos en una época en que la imagen cuenta mucho, y hay gente que en vez de decir lo que piensa, prefiere que su imagen sea como la imagen del de al lado... por si acaso...', comentó en conversación con Prensa Latina.
 
Micheline Durand es una señora francesa pequeña, de mirada sabia, que habla despacio en perfecto español y dijo en voz baja, pero muy segura: 'Yo tuve el privilegio de conocer al presidente Fidel Castro, y de ser su intérprete varias veces, en Cuba y en el exterior'.
 
La traductora, a quien se le puede ver al lado del líder en numerosas fotografías, es una de los cientos de personas que han visitado la embajada de Cuba en París para dejar un mensaje de respeto tras el fallecimiento del Comandante: 'Fidel le dio la dignidad a su pueblo, él era muy grande, y por eso puedo decir que yo le admiro, y también, que le quiero'.
 
Pero más allá de esa larga fila de amigos que han estado presentes, Durand opinó que en otros círculos también lo lloran: 'Su movimiento, su Revolución llamó mucho la atención aquí en Francia (...), pero por determinadas circunstancias llegó el momento en que muchos no pudieron seguir diciendo que admiraban a Fidel Castro, y al valor que tenía de haber luchado como lo hizo'.
 
Acerca de su experiencia personal como intérprete del líder de la Revolución Cubana, explicó que en su rol de traductora profesional, estudió su personalidad y su discurso antes de conocerlo, para facilitar el trabajo.
 
'Nosotros, los intérpretes, tenemos una forma muy particular de entender a la personas, porque es como meternos en su pellejo, y cuando yo trabajé con Fidel, me impresionó mucho porque lo sentí tan buena persona... y supe que su objetivo era devolverle la dignidad a su pueblo', confesó.
 
Tras pensarlo un poco, reconoció que el momento más impresionante de todos fue la primera vez que lo conoció: 'él era diferente, tenía tanto carisma... y mira que no hay mucha gente con ese carisma en este mundo... pero él sí que tenía mucho, desprendía fuerza, energía, voluntad, entusiasmo, amor al prójimo...'.
 
Micheline sabe de lo que habla porque 'he conocido a tantos jefes de Estado... pero él era diferente... hay que amar mucho a la vida para querer el bien de los demás, y el bien de su patria, y yo creo, además, que liderar a un pueblo es lo más difícil que hay'.

Fuente: 

Prensa Latina

Fecha: 

02/12/2016