Valoraciones

Creo que tienes razón

El almanaque marcaba el 11 de enero de 1959. Recibí una citación; Fidel convocaba a los 18 o 20 militares más connotados que habían estado presos, entre ellos a casi todos los del 4 de abril. […] Antes de comenzar sus palabras, sin más, me dijo:  
—Tú eres Fernández; me han hablado de ti.  
Solo atiné a pronunciar un «sí». Nunca había visto al líder rebelde en persona. Nos trató con mucho respeto. Explicó los proyectos de la Revolución, sus concepciones acerca de lo que serían las Fuerzas Armadas, incluso, los uniformes, los grados, las armas. […]
Me impresionó profundamente su habilidad política excepcional, advertí que tenía un dominio absoluto de los temas que abordaba. Al terminar, nos pidió la incorporación al Ejército Rebelde.[…]

Se mostró muy afectuoso con todos y reconoció nuestros méritos. […] Entonces, insistió en su solicitud. Se necesitaba que ayudáramos en la organización de las nuevas Fuerzas Armadas, principalmente como asesores. En mi caso sería el director de la escuela de cadetes, lugar de donde procedía. Todos le dieron su aceptación. El encuentro duró como cuatro horas. Cuando el Comandante en Jefe nos despedía, en la misma puerta del local le solicité hablar  
con él. Me llevó para un saloncito aledaño y sin ningún intermedio, preguntó:  
—¿Qué quieres?  

Abiertamente le dije que no tenía interés en volver al ejército, el cual había que transformar desde sus raíces. Además, ya tenía trabajo. Me interrumpió.  
—¿Qué trabajo tienes?
—Administrador de un central azucarero.
—¿Cuánto ganas?  
—Mil pesos.
—Yo no sé si te podría pagar tanto.  


Seguí argumentando. Comenzó a dar pasos dentro de aquel pequeño salón. De repente se detuvo y expresó:  
—Creo que tienes razón. Tú te vas para el central. Yo me voy a escribir un libro, y la Revolución que se vaya para el carajo. ¡Acepté!  


Fidel mandó a redactar y firmó mi nombramiento.

Tomado de: 

"Yo conocí a Fidel"
04/04/1956

Fecha: 

Miércoles, Abril 4, 1956 - :