Valoraciones

Un hombre de pasiones

Fidel era un hombre, en el sentido mejor de la palabra. No lo queremos divinizar porque sería disminuir su enorme capacidad como hombre. Un hombre de pasiones, de determinaciones, capaz de persuadir y de conducir. Un hombre capaz de conmoverse en un momento oportuno hasta las lágrimas, de desprenderse de lo suyo, como lo hizo siempre, para tener la moral de pedir a los demás algo después.
 
 Siempre dijo que el papel que no le gustaba representar en la vida era el de la cobardía. Hay que tener el valor político de enfrentarse. Alzarse contra el sistema fue el camino escogido, no hubo otro. Sus apelaciones fueron las mismas de Martí: al orden jurídico, a la constitución, a las leyes. Y cuando ese camino fue absolutamente infranqueable, tomó el otro.  
 
Todavía escuchamos, como una leyenda en el continente americano, que un pequeño ejército haya sido capaz de derrotar a otro armado y preparado, y haber roto desde la victoria alcanzada en la Sierra Maestra la columna vertebral de un poder político. […] Si podemos reunirnos hoy y meditar en estas cosas, es porque la Revolución que encabezó Fidel, vive todavía. 1
 
 
1- Fragmentos de la intervención realizada en la sesión especial del XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo. La Habana, julio de 2018.

Tomado de: 

"Yo conocí a Fidel"

Fecha: 

Julio 2018