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Vengo con un amigo

Yo me encontraba en mi apartamento de la calle L, entre 11 y 13; eran aproximadamente las 12 de la noche. Alicia no estaba en Cuba. Sentí que tocaron a la puerta y era el capitán Antonio Núñez Jiménez. Me dice «Vengo con un amigo» y le contesto: «Pasen, pasen».
 
Suben entonces las escaleras y al llegar a mi cuarto me doy cuenta de que el acompañante era Fidel.
 
Estuvimos hablando hasta las dos y pico o las tres. Cuando empezamos a bajar las escaleras, se vuelve Fidel hacia mí y me dice: «Oye, pero si yo venía aquí para hablar de ballet y no hemos hablado nada de ballet».
 
Rápidamente le contesté: «¡Todavía estamos a tiempo!». Entonces él me preguntó: «¿Cuánto dinero necesitan ustedes para reorganizar el Ballet?». Yo le dije: «100 000 anuales», pensando haber puesto una pica en Flandes. Entonces fue él quien la puso: «Les vamos a dar 200 000, pero tienen que garantizar que va a ser una buena Compañía».

Tomado de: 

Raúl Ruiz: Fernando Alonso: danza con la vida, editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba, 2000.
01/01/2000